17 sep 2015

¿Alguien votó por lo que se está haciendo?

Voté conscientemente y decididamente por Michelle Bachelet. Al igual que más del 99% de los chilenos no leí completamente el programa de gobierno propuesto  a los chilenos por la Nueva Mayoría. Sin embargo estaba y estoy de acuerdo con sus lineamientos en muchos de los puntos planteados, pero no en todos.

Chile necesita de una mejor distribución del ingreso y la riqueza, tiene la obligación moral y ética que los frutos que hemos alcanzado en nuestro desarrollo económico sean mejor compartidos. ¿Quién podría levantar su voz para defender los evidentes privilegios que han exacerbado la inequidad?

Necesitamos de una mejor educación, la que tiene que nacer principalmente de la base misma de la familia y los profesores, educadores insustituibles de nuestros niños y de su futuro. Nadie que ostente algún cargo de poder no recibió en algún momento el apoyo  cariñoso y generoso de sus padres y el de muchos profesores que contribuyeron eficazmente en sus conocimientos y valores. Profesores abnegados que más les importaba su amor a la educación que el justo pago que les correspondía por los servicios prestados.

¿Quién puede negarse a una reforma educativa destinada a generar igualdad de oportunidades y una calidad mejor?

Y así, podríamos revisar todo el programa de gobierno y hacernos en cada postulado preguntas  las cuales casi todas ellas tendrían, al menos por mi parte plena aceptación.

Obviamente que mi voto consciente y sin dudarlo ningún instante le pertenecía a Michelle Bachelet. Además, estaba el aval de su presidencia anterior que contó con el apoyo mayoritario de los chilenos, los que nos sentimos orgullosos de nuestra primera mujer presidenta.

Hoy Chile está decepcionado por la forma en que el gobierno ha querido implementar las reformas planteadas a la ciudadanía, principalmente por la soberbia de algunos que han interpretado que el voto popular obtenido en las urnas constituye un cheque en blanco que les da derecho a llevar a cabo los cambios como lo estiman conveniente, atribuyéndose poderes que nunca se les ha entregado, aduciendo que el programa fue votado por la ciudadanía lo que les permite efectuar los cambios a su libre arbitrio, a sabiendas que más del 99% no lo leyó.No es este el Chile que todos queremos.

El Chile de posiciones ideológicas irreconciliables destruyó la democracia y permitió el acceso al poder de una dictadura implacable. No se puede volver al pasado, tenemos la obligación de construir unidos, mediante la democracia de los acuerdos nuestro futuro común, el cual por naturaleza es incierto, pero la democracia nos permite la posibilidad de enfrentar nuevos cambios una y otra vez.

Me han llamado la atención las palabras del ministro vocero de Gobierno, Marcelo Díaz, quien expresó a la salida del último comité político que “tenemos que hacer un esfuerzo de hacer mayor pedagogía social y política para explicar los alcances de lo que estamos haciendo. Tenemos que ser capaces de explicar”.

Si lo que se está haciendo no está bien hecho, el esfuerzo del ministro y del comité político será estéril. El problema radica precisamente en que no se están haciendo bien las tareas de gobierno y mientras la ciudadanía no perciba una conducción ordenada, coordinada, eficiente, sabia y prudente que interprete a las grandes mayorías, las explicaciones, aunque estén sustentadas en una pedagogía social y política, no servirán de nada .

No es tan necesario que la población conozca a cabalidad el alcance detallado de las tareas que se llevan a cabo para cumplir el programa del gobierno. Las tareas hay que hacerlas bien y si se hacen bien no son necesarias tantas explicaciones. El ministro Eyzaguirre ya lo explicó.

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  • Pablo Olmedo Saez

    Caballero, leí su opinión y estoy de acuerdo en todo lo que menciono sobre como lograr un buen país. Lo que me llama la atención es que usted haya votado creyendo que el programa de gobierno se iba a cumplir, fíjese en algo, todos los que se candidatearon a presidente en las elecciones anteriores tenían programas muy similares, se diferenciaban en cosas puntuales,pero todos decían que iban a cambiar la educación, que Chile iba a ser más igual, adiós al legado dictatorial y un montón de cosas con que se llenan la boca un montón, cosas que todos queremos, pero he ahí el problema, es populismo puro, todos pueden prometer cosas muy bonitas, pero de ahí que se cumplan, nadie sabe, es por eso que siempre hay que ver “el otro lado” de las personas, ese lado natural, no ese lado que se esmeran en verse poco mas que superheroes en la tele, ver más allá de lo que dicen. Es por eso que jamas confíe en Bachelet, en su gobierno anterior ya demostró (para mí) que no era alguien eficaz, no era la presidenta que yo quería (no vote por ella, era menor de edad y aun lo soy), porque al igual que ahora prometió muchas cosas que no se cumplieron. Sinceramente, me da pena la política chilena, es verdad, como usted lo dijo, uno vota para que se haga lo que promete, pero no es tan así, porque los poderes del presidente acá en Chile, en cuanto a materia de leyes, son mínimos, los que en realidad deciden todo eso son los diputados, ellos hacen lo que se les plazca, sino, ¿como es posible que ellos aprueben que “merecen” ganar un sueldo de casi 9 millones mensuales? ¿ a usted le parece justo? a mi no, pero a ellos (salvo excepciones como Giorgio Jackson que quiere reducir el sueldo que anteriormente mencione) si, porque les conviene, y si se fija hay diputados y linajes de diputados que han estado muchos años en la cámara, pero a la gente no le interesa quien esta en la cámara de diputados, y ese es otro problema, creen que todo es culpa del presidente de turno. En fin, yo creo que este país no va a cambiar simplemente por que cambie un presidente, debemos cambiar todos, cambiar ese mentalidad de que la política es solo para unos pocos, prácticamente en ninguna familia se habla algo de política, es un tabú, yo opino que hay que votar por nuevos candidatos, no por los de siempre que no cambian nada, y lo más importante, demostrar que no estamos satisfechos, ¿cree que sacamos algo calumniando a los que tienen el poder desde la comodidad de nuestros asientos?, obvio que no, hay que salir a marchar, a votar, a opinar aunque sea, por que así como vamos caeremos en lo mismo de siempre,”es culpa del gobierno anterior”…

    • juanucho45

      estimado, sus comentarios no los comparto, pues mi opinión respecto a mi PRESIDENTA no es la misma que ud. Entenderá que su opinión para mi, es tan válida como la mía para usted. Pero no me puede negar el sueño de que este país tiene que mejorar de alguna manera, y yo espero que esto mueva a los ciudadanos a entregar en URNA su derecho a tener el Gobierno que desea. Eso es democracia.

  • Iván Luis

    “La democracia de los acuerdos”…puffff. Me parece una columna muy superficial y banal, con una lectura simple de la realidad y que carece de análisis. Algo así como ‘voté por Bachelet porque creí que haría lo que a mi me gusta y porque salió bien en las encuestas en su primer gobierno…y como el 99% de los que votan no saben por lo que están votando hay mal ambiente, así que para que no vuelvan los milicos asesinos hay que volver a la democracia de los acuerdos’.
    1º.- La democracia de los acuerdos fue la que llevó a la clase política a la gran corrupción que la mantiene absolutamente desprestigiada según las encuestas que guían al comentador.
    2º.- Sólo un 40% del padrón electoral fue a votar, el resto no cree, no confía, desprecia el sistema político que hace iguales a minorías y mayorías, que permite que el dinero compre políticos, leyes, juicios, etc.
    3º.- El mundo social, el pueblo, siempre ha quedado fuera de acuerdos cupulares que sólo buscan mantener los privilegios de casta de los políticos que renunciaron a la transparencia y a la verdad haciendo de la política una extensión de sus negocios familiares.
    4º.- Lo que Chile necesita es distribución del PODER, como garantía de una mejor distribución de la riqueza producida por el trabajo de todos los chilenos. Para eso se necesita una “nueva política”, rostros nuevos descontaminados, partidos transparentes y representativos de los intereses del pueblo y no de intereses egoístas de sus caciques y sus domésticos.
    La democracia de los acuerdos es un fracaso mayor, una decepción para los chilenos, una indiferenciación entre los distintos actores políticos, todos financiados por los mismos detentadores del poder detrás de los sillones (SQM, PENTA, ANGELINI, LUKSIC, Etc.)
    Actualmente, SÓLO UNA ASAMBLEA CONSTITUYENTE de amplia convocatoria popular puede salvar a Chile de los graves males políticos que la afectan y la desafección ciudadana hacia la clase difigente…acuerdos entre ellos son una prolongación y profundización de la crisis de legitimidad que padecen hoy nuestros desagradables y corruptos políticos, incluyendo a su presidenta.

    • jorge palma

      Eso seria como correr a la tumba, ni el 10% del pais estaria de acuerdo. AC = Desastre

      • juanucho45

        si así opina, cual es el miedo de hacer una AC bien diseñada?

  • Andres Oyanedel

    Osea volvemos a la cocina de Zaldivar y hacemos los cambios para que no cambie nada y asi los empresarios no tengan que llamar a los militares.

    • jorge palma

      A la cocina y rapidito, que el menestron esta que se quema

  • Juan Pablo Victor

    sr sapag, no hay frase mas usada por los pinochetistas acerrimos ni por la derecha en general y por los que siendo liberales le hacen el juego a la derecha que decir que votaron por Bachelet pero que ahora estan desilucionados, a otro perro con ese hueso, yo creo que ud, se ubica en la categoria de liberal pero que le hace el juego a la derecha.