La ciudadanía chilena ya no está dispuesta a aceptar una sociedad con desigualdades tan marcadas y con un evidente desequilibrio de oportunidades para el progreso de todos.
Insistir casi por un acto de fe en mantener sin ningún cambio el modelo económico, es una actitud a estas alturas irresponsable. Chile quiere un desarrollo inclusivo donde se armonice el crecimiento económico robusto con políticas sociales que disminuyan las brechas entre los chilenos.
Pero el desafío sigue siendo enfrentar la desaceleración económica, esfuerzo en el que deben cooperar activamente tanto el sector público como el privado para que este 2015 podamos crecer al 3% y alcanzar nuestro crecimiento potencial en los años futuros.
Como partido no compartimos los juicios tremendistas de algunos que dicen que nuestra capacidad de crecimiento está condicionada por las Reformas Tributaria y Laboral. La justicia social y ajustes microeconómicos pueden perfectamente armonizar y mejorar la productividad de la economía y de las empresas.
Hay medidas que pueden adoptarse en el corto plazo. Creemos esencial contar de manera efectiva con una recaudación fiscal por sobre el 3% del PIB, producto de la Reforma Tributaria, lo que debe acompañarse de una notoria mejoría en la gestión de los servicios públicos que aseguren un buen uso de esos nuevos recursos.
Hay que retomar la modernización de la Salud Pública para que sea de excelencia; se necesita más infraestructura pero también se requieren más especialistas, disminuir las listas de espera y más tecnología médica.
El futuro crecimiento de la economía requiere una educación de calidad para todos. La actual situación de deterioro de la enseñanza no admite más demoras ni presiones indebidas.
Una deuda indesmentible es la educación técnica profesional, tanto a nivel de Liceos como de Centros de Formación Técnica e Institutos Profesionales, en especial en regiones.
El Presupuesto fiscal 2016 debe apuntar a reforzar el crecimiento de la inversión pública y productiva por sobre el gasto corriente y de personal, tal como lo indicó la Presidenta en la última semana con el objeto de dar una señal pro-crecimiento y avanzar en el cumplimiento de los compromisos ya legislados con los sectores medios y vulnerables del país.
Creemos que es imperioso aprobar a la brevedad el proyecto de ley que moderniza las relaciones laborales que otorga titularidad sindical, fortalece negociación colectiva en las empresas y crea los Pactos de Adaptabilidad para que de modo colaborativo trabajadores y empresas adapten jornadas y otras materias.
Asimismo, debemos dar más certezas a los inversionistas frente a las contiendas entre los proyectos y sus comunidades de modo de que los conflictos sean resueltos por tribunales especializados -como los tribunales ambientales- y no los juzgados de policía local.
Hay que potenciar el mecanismo de las concesiones, ampliar nuestra capacidad portuaria que mejore nuestra capacidad exportadora concesionando a la brevedad el Mega-Puerto en la V región y fomentar la inversión privada en Energía Renovable como eólica y solar en el norte del país donde existen ventajas comparativas para desarrollar ese polo energético.
Esto debe ir acompañado de una reforma al sistema de capacitación laboral que apunte a focalizar los US$ 300 millones que se utilizan vía franquicia Sence en financiar capacitación de trabajadores altamente especializados y ejecutivos y puedan utilizarse en financiar programas de capacitación gratuitos para trabajadores de empresas Pymes con bajo capital cultural.
Nada de esto requiere grandes esfuerzos más allá de la buena voluntad y las ganas de trabajar por Chile y su gente. El Gobierno está disponible, la Nueva Mayoría está dispuesta. Sólo falta que los empresarios y la derecha pongan su capacidad al servicio del país.