La justicia lleva a cabo una investigación por financiamiento ilegal de campañas electorales que ha causado un impacto enorme en el país, aumentando fuertemente el debilitamiento de la legitimidad del sistema político, dañándose severamente el prestigio y la autoridad de la institucionalidad democrática.
No obstante haberse iniciado una promisoria etapa de reformas sociales inspiradas en la lucha contra la desigualdad, atravesamos por una etapa de franco descrédito del sistema político que hace fundamental rectificar y retomar una senda que erradique las malas prácticas y reinstale la acción política como vocación de servicio a la comunidad y rechace los deplorables hábitos de hacerse de dinero fácil, escalar por mero afán de arribismo y servirse de los cargos públicos en provecho personal.
Resulta más que evidente que la justicia debe actuar con severidad frente a las malas prácticas.Los hechos deben ser aclarados y la verdad debe imponerse. Cualquier idea de colocar la suciedad bajo la alfombra sería un error catastrófico, dado que fomentaría el descrédito a niveles inmanejables. Por eso, he insistido en que la clave es la transparencia y las personas que incurrieron en conductas reprobables deben asumir su responsabilidad.
Asimismo, es de vital importancia reinstalar la agenda de reformas sociales, especialmente en lo referente a temas de la enseñanza, como la carrera docente y la educación superior. Lo mismo vale para la reforma laboral. No obstante, no pueden sentirse por la ciudadanía en detrimento de la agenda de probidad y transparencia.
Igualmente, el esfuerzo para avanzar hacia el logro de una nueva Constitución, “nacida en democracia”, tendrá que orientarse respaldando la propuesta que en su momento realice la Presidenta Bachelet.
Abogamos por el fortalecimiento de la unidad, el rol y la responsabilidad del bloque político de la Nueva Mayoría, que sustenta el gobierno y proyecta la mayoría necesaria que posibilita la continuidad del proceso de reformas y la lucha contra la desigualdad.
Hoy hay muchos que pretenden instalar la idea que “todos roban”, refiriéndose a quienes han hecho de la política su vocación; no es así, son muchos, los más, los miles de personas que han entregado su talento y lo mejor de su existencia a la política. Son más, los que no son ni corruptos, ni trepadores, ni oportunistas, ni aprovechadores.
Sin embargo, enfrentar las faltas a la probidad es una tarea esencial para derrotar el descrédito y la impopularidad, así como para restablecer la fortaleza y legitimidad de la gobernabilidad democrática.
Quienes hayan enlodado la noble causa que ha inspirado a sucesivas generaciones de luchadores sociales, deben enfrentar las responsabilidades que les correspondan, que deben ser establecidas por los Tribunales de Justicia.
Con estas ideas, convocamos al pueblo socialista a participar masivamente de las próximas elecciones internas, para entregar a la nueva dirección el apoyo que requerirá para llevar adelante el arduo esfuerzo que tendrá por delante y reponer la plena dignidad de la acción política, como pilar central de la gobernabilidad democrática del país.