La discusión que se ha instalado a raíz del proyecto de Reforma Educacional que aborda el fin al lucro, al copago y la no selección ha generado un efecto en la opinión pública que aunque claramente no buscado, podría ser irreparable o requeriría de mucho trabajo para revertirlo, a mi juicio esto producto de la estrategia que ha planteado el ministerio de Educación respecto de esta gran reforma.
Lo anterior, porque a juicio de muchos en la primera etapa del debate, en vez de instalarse comunicacionalmente el fortalecimiento de la educación pública como el gran objetivo y efecto de la reforma, se dejó el espacio para que aquellos que quieren defender su trabajo como sostenedores público-privados lo han hecho en una buena parte atacando a nuestros niños, a lo que también han contribuido algunos medios de comunicación que quieren influir en el debate, más que informar, desarrollando sendos artículos sobre la inseguridad, la precariedad y el bajo rendimiento de los alumnos de los colegios municipales.
El jefe de la División General de Educación del Mineduc, Gonzalo Muñoz, planteaba para defender la estrategia que “es un reduccionismo ideológico pensar que para mejorar la educación pública sólo se debe intervenir en la educación pública”, y comparto su visión; sin embargo junto con ello sería ingenuo pensar que la Educación Pública mejorará por un efecto “chorreo” de la eliminación de los tres factores que inciden, indirectamente en ella.
La sostenida pérdida de matrícula en el ámbito municipal tiene una explicación que ya nadie puede debatir, condiciones desiguales de operación y el desfinanciamiento de un modelo que se agotó, entre otras, por ello este debate lo que tendría que haber logrado es visibilizar a nuestros niños más vulnerables y ponerlos en el centro de nuestras preocupaciones y discursos, pues está demostrado que las capacidades y la inteligencia se reparten democráticamente, por suerte, por lo que mejorando las condiciones en las que se encuentra el actual modelo, habrá mejoras sustantivas.
La Desmunicipalización, sólo debe ser el titular, pues lo realmente sustantivo es el modelo que se va a proponer, pues traspasar a otro ente, sea el Estado o un privado con las mismas reglas de operación del sistema público es transferir pobreza.
Quienes somos sostenedores sabemos que la calidad se juega en el fortalecimiento de los equipos directivos, en la calidad docente, en el mejoramiento de la infraestructura, en las especialidades de los TP y también en el compromiso de las familias.
El anuncio de una agenda corta en Educación, que aumentará en $20 mil millones el presupuesto para pagar las abultadas deudas y que aspira a paliar deudas a municipios más adeudados, constituyen sin duda un avance, ahora esperamos con ansias los anuncios del modelo de Educación Pública que se va a proponer al país y de cuyo debate sin duda seremos parte los municipios que nos hemos esforzado por sacar adelante a nuestros niños, a pesar de las limitaciones.
Por todo lo anterior es que cuando el ministro señaló, a mi juicio usando una mala metáfora, de que todos los niños debían estar en igualdad de condiciones, y bajar a algunos de los patines, lo que es realmente nuestra aspiración y convicción, es que todos nuestros niños deben y pueden aprender a andar en esquí, para que alcancen además la cima de la montaña más alta.