29 mar 2014

Congestión

La congestión se produce cuando la cantidad de vehículos, sobrepasa la capacidad de una vía.Las causas son variadas, de manera que mencionaré, las que pueden representar mejor el caso chileno.

El fenómeno señalado, se produce sobre infraestructuras urbanas, diseñadas para niveles de tráfico inferiores, así como para vehículos de especificaciones muy diferentes en tamaño, peso y velocidad de desplazamiento, entre otras.

En este contexto, las tasas de motorización adquieren particular importancia.En 1991 el indicador señalado arrojaba que en Chile había del orden de 13 personas por cada automóvil, considerando un parque total cercano al millón de vehículos livianos.

En 2012, la cifra fue de cinco individuos por cada vehículo, según un estudio del BBVA, que para ese año estimó un parque automotor de 3.466.817 autos livianos, 8,2% superior al de 2011.

El informe consultado proyecta que en 2020 nuestro país llegaría a las 3,8 personas por automóvil, con un parque cercano a los cinco millones de unidades livianas.

Ahora bien, si se considera que en la actualidad la cantidad de vehículos por habitante en países como Argentina es de 3,8 habitantes por auto o México de 3,5 con cifras todavía inferiores en el mundo desarrollado, es posible concluir que la congestión llegó para quedarse.

¿Qué hacer, si eliminar la congestión no parece posible? Existen variadas medidas que han sido aplicadas con más o menos éxito, en grandes ciudades, particularmente en países desarrollados.

Mejorar la infraestructura vial de las ciudades y desarrollar un buen sistema de locomoción pública, constituyen decisiones prioritarias.

Al respecto, las medidas señaladas en el caso de la ciudad de Santiago, han mostrado ser insuficientes, dado lo lento que resulta modificar la infraestructura, por la cuantía de las inversiones, los extensos plazos de proyecto y lo defectuoso del Transantiago, tanto en su diseño como en su ejecución.

Es evidente que el Transantiago, no ha hecho los aportes esperados a la lucha contra la congestión, producto de sus defectos y está por demostrarse, que a lo menos en el corto plazo, haya contribuido al aumento de la congestión, debido al aumento del parque automotriz, frente a las dificultades de desplazamiento que la puesta en marcha del nuevo sistema ocasionó.

En la actualidad, el estándar de servicio del transporte urbano de Santiago, no parece alcanzar el nivel que decida, al menos a una parte de los automovilistas, dejar su vehículo en casa.

Se espera que con el avance de la construcción de la infraestructura asociada y la puesta en servicio de las dos nuevas líneas de metro en construcción, el panorama empiece a cambiar.

En consecuencia, es necesario explorar qué otra medidas aplicar, para mitigar la congestión en las principales ciudades del país.

Al respeto, la Comisión del Transporte del Colegio de Ingenieros, viene insistiendo que el transporte terrestre, donde se inscribe la mayor parte del transporte urbano, se realiza en un ambiente de anormalidad institucional, cual es, carecer de una repartición representativa del sector, a través de la cual se articulen las iniciativas y se canalicen los proyectos.La DGAC o la DIRECTEMAR son ejemplos de ello.

La anormalidad señalada, a juicio de esta Comisión ha sido una de las causas principales de los problemas del Transantiago.

A ello, hay que agregar en el caso particular de Santiago, la inexistencia de un Alcalde Mayor u otra estructura organizacional, que articule el accionar de las comunas de la Capital.Al no existir, se deja el campo abierto para que aquellas, planifiquen su infraestructura y los diseños viales asociados, principalmente en función de sus intereses comunales, con poca o ninguna consideración del impacto que se pudiere producir en otras comunas.

Es posible en consecuencia, que en las anomalías institucionales señaladas, se encuentre una parte sustantiva de la explicación de la lentitud con que se han venido desarrollando los distintos proyectos para mitigar la congestión, tanto en las calles y caminos de las ciudades, como en autopistas urbanas e interurbanas.

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