21 mar 2014

Funcionario público, ¿de qué te escondes?

Los recientes despidos de funcionarios públicos derivados de la llegada al poder de la Nueva Mayoría, sólo vino a confirmar un justificado temor que rondaba en el ambiente.

Recuerdo que cuando asumió el ex Presidente Piñera, a sus despidos se los denominó persecución política. Hoy, la nueva administración los justifica aduciendo ser dichos cargos de exclusiva confianza y como consecuencia de una necesaria renovación en los altos cargos directivos que se ajusta a la ley, por lo que tal persecución sería inexistente.

Por otra parte, cuando con un grupo de dirigentes postulamos al Directorio de la ANEF el año 2011, pude comprobar que pese a los 40 años transcurridos del Gobierno Militar, aún persiste en algunas personas la intolerancia y la odiosidad hacia el adversario gremial y/o político. Fui testigo, en una Asamblea de la ANEF, de la amenaza de una dirigente – creo que comunista- a otra de la entonces Concertación, por el pecado de esta última de “trabajar en el ministerio del Interior, para el Gobierno de la Derecha”.

¿Qué dice el Presidente de la ANEF, señor Raúl de la Puente y su Directiva de estos despidos?En su estilo, solo vaguedades, por lo que no sería posible contar con su apoyo y protección.

En otros casos, las advertencias suelen ser más sutiles y normalmente provienen de terceros, transformándose éstos en simples mensajeros.Su mensaje sería fruto “de los tambores o pasillos ministeriales”, no pudiendo por lo tanto identificarse el origen ni la veracidad del mismo.

Conozco casos de amigos y el mío propio, donde esos tambores exigen nuestras cabezas, por no estar en el lado políticamente correcto.

Estas intimidaciones, directas o veladas, no tendrían un terreno fértil, si los históricamente Gobiernos de turno cumplieran con el Estatuto Administrativo y sus normas complementarias y afines. La precariedad del empleo público es notoria, siendo un grave problema para el desarrollo del país, el cual no ha sido todavía dimensionado por la clase política, más interesada en su reelección que en los intereses permanente del país.

Por lo mismo, no es prudente que más de un 60% de los funcionarios públicos estén contratados bajo la modalidad a contrata u honorario.Esta situación propicia la arbitrariedad, restringiendo la transparencia y profesionalización de la carrera funcionaria.

Por ello, debemos buscar fórmulas inteligentes que armonicen por un lado la eficiencia del servicio público y por otra, la movilidad-estabilidad funcionaria.

Un panorama de vendettas personales no es sano para el propio Gobierno y el país, ya que puede causar daños imprevisibles.La Independencia de Estados Unidos y la de nuestra América Latina se gestaron en gran medida por un sentimiento de rebelión, que ya anidaba en los patriotas o criollos, y que fue estimulado por acciones destempladas y discriminatorias, entre otras causas.

El ser humano ante estos escenarios puede optar por aceptar las injusticias (directa o pasivamente), repudiarlas u optar por la neutralidad.

Es evidente que la gran mayoría de la ciudadanía se ve obligada a aceptar las arbitrariedades o apela a la neutralidad, porque es natural y humano velar primero por la integridad personal y familiar, antes que la defensa de un tercero desconocido.

En suma, tal como me comentara un francés, a quien consulté sobre el comportamiento de su familia durante la ocupación alemana durante la Segunda Guerra Mundial, me respondió: mi familia no hizo nada heroico, se limitó a sobrevivir.

En lo personal, sigo el consejo de Benjamin Franklin, quien afirmaba al empezar la guerra de Independencia norteamericana, que era mejor que los colgaran a todos juntos, que por separado.Por lo tanto, dada la coyuntura actual, busco compañeros de soga.

Confío que el lector haya concluido que la indefensión del empleado público es lamentable, porque la política sigue interviniendo en las decisiones administrativas en el Estado, más allá de la retórica que afirma lo contrario. En algunas reparticiones la política puede influir más que en otras, pero eso también dependerá de la capacidad y personalidad de la autoridad designada, entre otras variables.

Esta histórica debilidad institucional origina un excesivo temor reverencial hacia los Directores y Jefes de Servicio, cultivándose y valorándose en el medio el llamado “perfil bajo”, que se traduce en la práctica en “no hacer nada que pueda ser usado en contra de uno”, impidiéndose por lo tanto el surgimiento de liderazgos y afectando de paso, la calidad en el diseño y ejecución de las políticas públicas del Gobierno de turno.

Finalmente, lamento que durante el Gobierno del ex Presidente Piñera haya quedado pendiente la modernización del sector público y de la Cancillería. Confiemos que ese desafío lo asuma el nuevo Gobierno, por ser este un imperativo nacional.

Este es un espacio de libertad, por lo que solicitamos que no lo desaproveches. Contamos con que las opiniones se remitan al contenido de las columnas y no a insultos, ataques personales, comentarios discriminatorios o spam.

Por lo mismo y buscando el buen funcionamiento de este canal de expresión, requerimos de un registro previo utilizando Twitter, Facebook, Gmail o Disqus.

Si tienes problemas para registrarte, haz click acá.

  • RuizMnica

    Hablemos de empleos públicos. En cada período de gobierno hay cargos nuevos que son a contrata. No sería más prudente que los cargos públicos fueran considerados como cargos estables , con personas idóneas que cuyo perfil sea de una responsabilidad total el régimen de turno , Todos los términos de períodos sean del lado que sean hay que recurrir a controles porque han quedado problemas generalmente de dineros y asuntos que se prestan a desconfiar de las personas que fueron puestas por ese gobierno ,municipios etc… La responsabilidad es comprobable con el tiempo de ejercicio del cargo , no así una persona que le cae de repente el cargo y tiene responsabilidades y tomar decisiones en cuanto a dinero. Es lamentable que se den este tipo de problemas .Sería menos conflictivo que cada vez los cargos a contrata fueran menos . La danza de cargos móviles también puede llegar a ser una exageración , que con el tiempo sería difícil de controlarlo todo. Lo peor es que cuando ocurren problemas y , la corrupción está manifestada el culpable hace su renuncia y nada más . Es necesario , la idoneidad del funcionario público , es algo que debe se aprender , y exigir en beneficio de la confiabilidad y el bien común de las personas.

  • Alex Antonio Brito Ortiz

    Señor Devia, son varios los puntos que usted aborda en su nota referido a los “Empleados públicos…”. Creo que algunas afirmaciones ameritan ser analizadas cuidadosamente, como por ejemplo el tema de los despidos que usted señala con la llegada de la Nueva Mayoría. Me parece oportuno recordar que cuando asumió el gobierno de Piñera, ellos y la clase política de la derecha, le llamaron “Desvinculación”, un término al más estilo de los “cuicos”, como le llaman los jóvenes en la actualidad. Pero para seguir recordando estos, alcanzaron alrededor de 11 mil funcionarios públicos, Jefes de hogar, que perdieron su fuente laboral. Es curioso que en ese entonces no se escuchó la voz de algunos dirigentes de derecha y sólo fue la ANEF, quien sacó la voz por ello, sin mayores resultados positivos. En relación a la intolerancia y odiosidad que todavía persiste en algunas personas, obedece a que todavía esta en la retina y heridas que todavía no pueden cerrarse, la razón es una; todavía siguen apareciendo en la prensa algunas atrocidades cometidas durante la Dictadura. Sin ir más lejos, le recuerdo que el año 2013, el mes de septiembre, fue llamado como “Septiembre Negro”. Sumo a ello otro hecho que esta relacionado con nuestro Ministerio y tiene que ver con la labor que realizaron algunos Consulados chilenos en el exterior, durante la dictadura. Esto es un tema altamente delicado y que no ha sido abordado a fondo. Pues existen antecedentes de que algunos Consulados chilenos, se dedicaron a entregar domicilios en donde se encontraban chilenos que habían sido exiliados de Chile, como es el caso en Sao Paulo – Brasil. Entonces, comprenderá usted que esto daña profundamente la convivencia interna, saber además que esos personajes todavía deambulan por los pasillos de nuestro Ministerio e incluso ocupan cargos relacionados con el manejo de personas.
    Finalmente le comento que, ciertamente algunos funcionarios llamados de la Concertación, siguieron trabajando en puesto claves durante el gobierno de Piñera, incluso, participaron en las festividades de la instalación de aquel gobierno, posteriormente sus trajes se fueron modelando al sistema y modelo “piñerista” y pasaron a ser “Aliancistas”. Sin embargo cuando este festival se les acababa, tomaron posturas más moderadas y se hicieron llamar como “Aliancistas Moderados” (ja ja), perdón esta expresión. Pero lo más grave de todo esto es que fueron unos verdaderos verdugos, arbitrarios y como dijo un destacado humorista chileno, fueron “Nietos de Perra”.
    Señor Devia, en mi calidad de Dirigente Gremial, quiero aportar para construir una Cancillería más humana con quienes tienen en el ADN, el verdadero sentido de la democracia y el corazón socialista. Estamos empeñado a construir un modelo para los funcionarios y por los funcionarios públicos.