De in-comunicación. Sí, aunque suene paradojal. La nueva etapa globalizadota en que entró el planeta, en particular, después de la caída del socialismo histórico y el aparente triunfo del capitalismo más o menos liberal, se dio no solo en el ámbito del funcionamiento de los mercados y la expansión del capital, sino también, nuevas tecnologías mediante, en el espacio de las comunicaciones.
Y lo hemos experimentado, al parecer las realidades se han desvanecido y solo quedan las imágenes, diversas, puntuales, sin contexto, particulares.
¿Qué vio usted lector o lectora de la guerra contra Irak del Sr. Busch por ejemplo?
¿Qué se pudo ver de la guerra inventada contra Gadafi?
Más aun, ¿qué sabemos hoy de Libia? ¿Qué se muestra en las principales agencias informativas al respecto? Pues casi nada.
Una vez derrocado y muerto Gadafi, al parecer todo ha vuelto a la “normalidad” que los sectores guerreristas de la OTAN y USA promovieron.
Sin embargo, no hace mucho murió el embajador de USA en Libia, en plena era pos Gadafi, en un ataque de alguna de las tribus o sectas que allí existen. Nada menos, el propio embajador. Y, ¿qué se dijo? ¿De qué se acusó al actual gobierno de Libia? ¿Se invadió el país?
Oiga, y lo mismo sucede cuando se trata de “informar” sobre Afganistán, Irán, o ahora, Siria, en el Oriente Medio.
Pero, más cerca de nosotros, el trato desinformativo, sesgado, distorsionador, se aplica de manera permanente, mire que casualidad, a todos aquellos gobiernos que muestran talante nacionalista, progresista, popular o revolucionario y que poseen importantes recursos naturales.
Y esto, claro está, más allá de si uno tiene o no acuerdos con los contenidos de las políticas aplicadas por esos gobiernos. ¡Qué casualidad! De nuevo, como de un momento a otro, estallan disturbios organizados en Venezuela por la así llamada “oposición”.
Ahora está de moda tildar de “oposición” a cualquier tipo de manifestación callejera, no contra cualquier gobierno, no, sólo contra algunos gobiernos que aparecen como “díscolos” para los poderosos de este mundo. Y aunque esa “oposición” termine, como se dio en Venezuela el 2002, con un intento de Golpe de Estado. Al parecer da lo mismo como se comporten los así calificados de “opositores”.
¿Qué cree lector, lectora, haría el gobierno chileno si se dieran aquí el tipo de manifestaciones como se dan en otros lugares? Oiga, y en la mayoría de esos países hay gobiernos legítimos nacidos de procesos electorales adecuados.
Sin embargo, a los medios que desinforman eso es un detalle y no les importa.Incluso se usan imágenes que son de sucesos de otros países.Tampoco parece importar mucho. ¿Cuál es la realidad entonces? ¿En qué queda la veracidad del informar?
Esto para decir que en buena medida hoy, la lucha política por el poder tiene un escenario privilegiado en la concentración de los medios de comunicación en pocas manos, y su entrelazamiento globalizado con el poder económico dominante.
Ya no es necesaria siempre la guerra directa. Ahora, ante el vacío de un inexistente espacio público democrático nacional y global, es más importante hacer política a través de la guerra mediática.
Porque, como bien se dice en Alicia en el país de las maravillas, “las palabras significan lo que dicen los que mandan”. A tener en cuenta.