Junto con la inédita cantidad de 9 candidatos a la primera vuelta de la presidencial chilena realizada el 17 de noviembre, se ha registrado una notable incorporación de nuevos rostros a la política chilena, hombres y mujeres comprometidos con los cambios que el país reclama y que a partir del 11 de marzo, estarán en el Senado y en la Cámara de Diputados.
Provienen básicamente desde dos vertientes. Por una parte, desde el movimiento social, especialmente del sector estudiantil y por otra, desde el ámbito territorial.
Junto a rostros emblemáticos del movimiento estudiantil universitario como Camila Vallejos, Gabriel Boric o Giorgio Jackson, que indudablemente llevarán las banderas de educación pública gratuita y de calidad, encontramos personalidades que han venido a renovar los elencos partidarios de la Nueva Mayoría, como la Secretaria General de las Juventudes Comunistas, Karol Cariola o el ex Secrtetario General de la Juventud Socialista y actual Vicepresidente de ese Partido , Daniel Melo, de quienes se espera un valioso aporte en los replanteos programáticos de la Nueva Mayoría.
En el caso de Melo, fue el redactor del voto político a través del cual el Partido Socialista, en el marco de su último congreso, se inclinó por una Asamblea Constituyente, como mecanismo de superación de la Constitución heredada de Pinochet.
Chile también ha registrado durante los últimos años, otros conflictos y movilizaciones de carácter regional, tal vez menos mediáticas que las conocidas movilizaciones estudiantiles de 2011 pero no menos importantes en los temas que plantean y en la generación de líderes de fuerte raigambre territorial.
El conflicto del Gas en Magallanes, las movilizaciones en Calama, zona cuprífera que sin embargo no recibe los beneficios del llamado “sueldo de Chile” y las manifestaciones de los ayseninos que reclamaban por el alto costo de la vida en su región, que hoy tienen al líder del Movimiento Social por Aysén, Iván Fuentes como diputado electo, son algunos de los conflictos regionales que dan cuenta de que la desigualdad en Chile no es solamente social y económica, sino que también es de carácter territorial.
Vinculados al territorio, el nuevo parlamento tendrá una fuerte presencia de ex Alcaldes y ex Concejales, quienes desde populosas zonas de Santiago o de sureñas regiones como Puerto Montt, aportarán la mirada política de quienes están cansados del peso de un Estado central que no da cuenta del Chile de hoy ni del Chile profundo.
La autonomía y el fuerte compromiso ciudadano de estos nuevos diputados y senadores, hace pensar que, incluso aquellos que provienen de históricas militancias partidarias, impulsaran los cambios que Chile reclama y que en esencia se refieren a terminar con la desigualdad y los abusos de las corporaciones y que en lo político se debe expresar en una reforma educacional que tenga soporte en una potente reforma tributaria, en el marco de una país que no ha logrado sacudirse del pinochetismo y que requiere una Constitución Política generada desde la soberanía popular.