11 oct 2013

Para ir más lejos

No queda muy claro si la prioridad del Gobierno en estos días es intentar reelegirse a través de la ex ministra de Trabajo o bien, posicionar al actual Mandatario para un eventual regreso en 4 años más.

Eso sí, el gran problema es que está dejando el gobierno con escaso apoyo y credibilidad, todo lo contrario a lo que ocurrió con la Presidenta Bachelet que salió de La Moneda con un altísimo apoyo ciudadano. Ese apoyo se mantiene y proyecta un buen resultado para la Nueva Mayoría en noviembre.

Tal vez por esto mismo, hemos visto una fuerte campaña de ataques en la que ha estado involucrado todo el Gobierno, abusando incluso de su poder dominante en la agenda de los medios, en un intento póstumo de revertir la evidente falta de apoyo hacia la ex ministra del Trabajo.

La Nueva Mayoría ha respondido sólo con trabajo, humildad y con ganas de ofrecer experiencia y aprendizaje.

Hemos dicho hasta el cansancio que se pudo haber avanzado mucho más cuando fuimos gobierno y que la derecha muchas veces fue un obstáculo real para profundizar los cambios que al país necesitó y que hoy siguen pendientes.

Para nosotros, las polémicas y los emplazamientos desesperados de la derecha son menos relevantes que la necesidad de explicar en las regiones, con la gente, con las agrupaciones ciudadanas, nuestras ideas acerca de que se requiere más participación para que la democracia nos lleve más allá.

Hay un desempeño deficiente del Gobierno en muchas áreas y para cambiar ese rumbo, debemos ser capaces de explicarle al país que lo relevante no es si se va a cual o tal debate, sino que la prioridad es que la gente conozca y participe de las ideas frescas que se requieren para ayudar a que Chile sea de todos y no de unos pocos.

La clave está en que desde la misma candidata, hasta el último postulante a CORE o parlamentario de la Nueva Mayoría, asumamos un compromiso para actuar con unidad, sentido de responsabilidad y realismo político, dejando que las crisis, las querellas o las disputas, sigan donde siempre han estado: en la vereda del frente.

Vemos cómo Ministros de Estado se esfuerzan en infantiles campañas del terror hacia nuestra postulación: que somos el caos, que nadie conoce nuestras ideas o programa, que nuestras propuestas son añejas, y un largo etcétera.

Nuestro sector político trajo crecimiento ininterrumpido a Chile durante 20 años, logramos nuestra reinserción en el mundo y nos ganamos el respeto y el reconocimiento de cada foro internacional, así como le dimos solidez y respaldo a la imagen país.

Pero lo que ha pasado en estos años es preocupante.Ha habido un deterioro institucional debido a yerros inexplicables del Gobierno que, en su afán de compararse compulsivamente con las administraciones anteriores, ha dejado en la estacada la credibilidad de la política en su conjunto.

Podemos corregir todo esto, pero para ser más audaces en los cambios, para ir hacia donde la derecha nunca nos ha permitido llegar, para traer más gente joven al debate de los temas públicos, necesitamos que la Presidenta tenga el apoyo suficiente en el Parlamento para ir tras esos cambios.

Lo que no puede pasar, es que volvamos a tener que excusarnos en los amarres poco democráticos de una constitución añeja y poco aireada para no avanzar y no cumplir con una agenda de cambio.

La renovación del país y del modelo, depende de que podamos tener mayor número de doblajes en la competencia parlamentaria: es una paradoja, para acabar con aberraciones como el binominal, debemos valernos de el para sacar del Congreso a los que se han negado sistemáticamente a terminar con este sistema electoral.

Quienes crean y sueñen con ir más lejos, necesariamente deben ir más lejos también: participar, ir a votar, convencer a otros para hacer de esta elección una apuesta por demócratas genuinos, dejando en el pasado a quienes se resisten a entender que Chile se merece más.

Debatiremos donde haya que hacerlo porque la urgencia es el cambio, no la parafernalia.

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  • Alfredo Cifuentes

    lo dice TRANSANTIAGOMAN