Controvertida resultará la visita del Presidente del Ecuador a Chile, que como toda visita de un Jefe de Estado, tiene como objetivo, acrecentar los lazos de cooperación y amistad entre los países. La agenda del Presidente Correa, considera participar en la inauguración de la XXXII Feria Internacional del Libro de Santiago que se realiza en la Estación Mapocho, donde hará el lanzamiento de un libro de su autoría, visitará la SOFOFA para reunirse con empresarios, dictará una Conferencia en la CEPAL y rendirá un homenaje al Presidente Allende.
Hasta ahí todo normal, dentro de lo previsible de una visita de Estado. Lo insólito es que el Gobierno de Chile, en una actitud incomprensible e inédita, haya vetado la visita del Presidente Rafael Correa a la Universidad de Santiago, aduciendo que no puede garantizar la seguridad del mandatario extranjero, quien preveía tener un encuentro con los estudiantes y la comunidad universitaria.
Las visitas de mandatarios extranjeros son responsabilidad de la Cancillería, quien tiene la obligación de organizar las diversas actividades previstas de antemano, y garantizar que éstas se lleven a efecto según lo programado. Ninguna visita de un mandatario extranjero se improvisa, son meses de preparación entre ambas cancillerías y las direcciones de protocolo y de seguridad.
Por lo mismo resulta insólito que la Cancillería chilena, vete una actividad ya proyectada de un Presidente amigo y aliado de Chile, a una actividad tan relevante como visitar una Universidad de tanto prestigio académico, como es la Universidad de Santiago, argumentando un tema de seguridad.
Si el Estado chileno, no puede garantizar la seguridad de un mandatario extranjero en su territorio, habla muy mal del manejo de la seguridad pública de ese gobierno y en este caso específico del ministerio del Interior.
Además, cabe preguntarse, cuál es la argumentación de la Cancillería, es que acaso ¿temen manifestaciones de los estudiantes contra el Presidente Correa? Ese argumento es absurdo, por el contrario, se supone que un Presidente con el perfil progresista de Correa, sería muy bien recibido por estudiantes y académicos de dicha casa de estudios.
Tal como dice la declaración de la Federación de Estudiantes de la USACH la autoridad “da entender que somos peligrosos, criminales o terroristas, lo cual es un prejuicio que quiere instalar el Gobierno, frente a nuestra fuerte posición como detractores a las políticas privatizadoras, especialmente, en el ámbito educacional.Sentimos una vez más, que el Gobierno de nuestro país está empecinado con amedrentar y deslegitimar la educación pública chilena”.
Al parecer esta es exactamente la razón política de fondo que tuvo el Gobierno, para eliminar esta visita a la Universidad. Evitar que se produjera un diálogo, entre el Presidente Correa y la comunidad universitaria, en torno a lo que han sido las demandas estudiantiles de los últimos meses y la exigencia por calidad, gratuidad, excelencia, en la educación pública en Chile.
Sin temor a equivocarme, creo que el Gobierno simplemente trató de soslayar ese encuentro donde se iba a enjuiciar su política en torno a la educación en presencia de un mandatario extranjero que claramente tendría simpatía por las posiciones de los estudiantes, situación que tendría repercusión inmediata en los medios de comunicación internacionales, a dos días de la elecciones municipales.
Todo lo anterior demuestra la falta de criterio y desprolijidad con que este Gobierno maneja las relaciones internacionales. El evitar que el Presidente Correa visite una Universidad Pública, es una afrenta a un Gobierno amigo de Chile, que entre otras cosas le ha dado todo su apoyo en torno al diferendo que Chile mantiene en la Haya.
Además la reacción del Gobierno, esta decisión implica un agravio a la Universidad de Santiago, a sus autoridades, docentes y alumnos, impidiendo con una premisa de carácter político, un encuentro académico entre un Presidente de la República y la comunidad universitaria.
No existe tal problema de seguridad, lo que hay es un terror a que la agenda educacional fuera tratada en un foro con ribetes internacionales y con una figura relevante como el Presidente Correa.
El Gobierno le debe una contundente explicación al país, a la Universidad, a los estudiantes, y al Gobierno del Ecuador, por un hecho sin precedentes, que implica censurar la actividad de un visitante ilustre como es el Presidente Rafael Correa.