24 sep 2012

El caleidoscopio de las desigualdades

En Chile existe una discusión recurrente sobre el tema de las desigualdades y, en particular, sobre la distribución de los ingresos. Ello revela una cierta permanencia del patrón de desigualdades.

La desigualdad en la sociedad es como un caleidoscopio: remite a un conjunto complejo y cambiante de relaciones humanas. La desigualdad es un concepto relacional: se mide en referencia a otra realidad, como equivalencia, simetría, identidad, proporcionalidad. En general nos comparamos con nuestros amigos o vecinos.

Las desigualdades no son estáticas, se refieren a procesos sociales: historias, oportunidades, expectativas, proyectos y riesgos, como por ejemplo la vulnerabilidad frente a la cesantía. El futuro puede anticipar discriminaciones. Se aceptan con mayor facilidad las desigualdades transitorias, no las que se cristalizan sin una razón suficiente.

La desigualdad es difícil de medir. Falta uniformidad de las metodologías empleadas y, en ciertos casos, los datos son poco confiables o simplemente no aparecen, como la economía informal, la “negra”, el trabajo por cuenta propia, la elusión tributaria de los altos ingresos. Las comparaciones internacionales entre países son sólo indicativas de tendencias.

Algunos estudios miden ingresos, otros gastos, a veces se refieren a grupos familiares, a veces a individuos. Muchos de ellos introducen diversos tipos de correcciones o ajustes, como ocurre en la OCDE, la UE y la CEPAL.

En Chile las 3 principales fuentes que se usan para referirse al tema son: a) Encuesta anual Universidad de Chile sobre ocupación en el Gran Stgo. b) encuesta INE sobre presupuesto familiar en Gran Santiago, cada 10 años; y la Casen cada 2 en todo Chile. Pero hay muchas otras fuentes complementarias. El ideal es poder medir el ingreso disponible per cápita.

Pese al éxito de Chile en términos de crecimiento económico e Índice de Desarrollo Humano (IDH), cuando pronto nos acercaremos a los US 20.000 per cápita, la desigual distribución de la riqueza sigue siendo un problema crucial, que hoy se vuelve más visible y evidente que en el pasado.

Las desigualdades en Chile

Me referiré esquemáticamente a los principales elementos de un cuadro general:

a) Mala distribución de los ingresos autónomos antes y después de impuestos, corregida por las transferencias del Estado a los sectores más vulnerables; entonces, baja a la mitad, 20/20 = 14, pasa 7.8. Lo que demuestra la importancia de las políticas públicas. Pero también su límite.La CEPAL considera a Chile como un país de “alta desigualdad”, junto con Brasil, Bolivia, Argentina y Colombia, en un continente que de por sí se caracteriza por la mala distribución.

b) Cuando se ajusta el IDH según criterio de desigualdad en educación, salud e ingresos, Chile pierde 19% de su potencial de desarrollo humano, según datos del PNUD del 2011.

c) Existe en la sociedad una tensión entre fenómenos de igualación (ej. la difusión de la televisión y el mayor acceso a la TV por cable que llega al 60% de los hogares y el uso masivo de celulares), por una parte, y, por otra, el surgimiento de nuevas desigualdades o brechas sociales. No es que no existieran en el pasado. Es que ahora ha aumentado la conciencia y en algunos casos su magnitud: desigualdades de género, la dificultad de los jóvenes para encontrar empleo, desigualdades geográficas siguiendo el IDH por comuna del PNUD, en las prestaciones y beneficios sociales del Estado, desigual acceso al crédito y su costo, desigualdades de la vida cotidiana, especialmente en las grandes ciudades: barrios, distancias y tiempo de transporte, carencia de espacios de esparcimiento, riesgo de delincuencia y abuso de drogas, etc.

Las “nuevas desigualdades” se producen dentro de cada categoría social, y se toleran menos debido a su novedad y a la falta de fundamento. Además ellas tienden a acumularse sobre ciertas categorías sociales que viven en condiciones más precarias.

d) Ambigüedad del consumo masivo: hay necesidades simbólicas crecientes, todos buscan comprar identidad: soy lo que consumo. Esa identidad por estratos según el poder adquisitivo es sobre todo una forma de diferenciación.

La ostentación provoca intolerancia a los privilegios: hay que respetar la fila, es una consigna recurrente. El consumo masivo, a la vez, nivela y diferencia.

e) Hay mayor movilidad social, pero con alta dificultad para salir de la pobreza dura o para entrar al primer decil de riqueza. La meritocracia aparece restringida, las elites se perciben como muy cerradas casi como oligarquía, sólo el 4% de sus padres fueron de bajos ingresos en Chile, mientras en Alemania es el 33%. Hay un fuerte peso del pasado, que condiciona desde la partida.

f) Existe también un sentimiento de precariedad, temor a retroceder en la escala social por la vulnerabilidad al riesgo. Es fuerte la amenaza del desempleo, de la delincuencia y de las drogas.

g) Hay temas emergentes, como los derechos de las personas que viven con discapacidad, las minorías sexuales y los pueblos originarios. A la sociedad le cuesta asumir la multiculturalidad y su diversidad.

h) Estructura del empleo por sectores con diferencias salariales fuertes entre trabajadores calificados y los que no lo son y distintos niveles de productividad entre sectores exportadores y tradicionales.

i) Debilidad institucional para evitar los abusos. En los últimos años ha aumentado el reclamo de los consumidores.

Líneas de acción

Ponerse como objetivo disminuir las brechas y aumentar la movilidad social, articulando las acciones coyunturales con políticas públicas de mediano y largo plazo.Integrar en su diseño el caleidoscopio de las nuevas desigualdades.

A medida que nos acerquemos a los US 20.000 per cápita, un factor decisivo para el bienestar será la mayor igualdad. El horizonte debe ser el crecimiento económico.Confianza en el futuro y en los resultados del esfuerzo individual, familiar y colectivo. Reducir las trabas al reconocimiento del esfuerzo y el mérito. Aumentar la dimensión de solidaridad.

Entre las medidas posibles cabe mencionar una revisión del sistema tributario, mejorar la calidad de la educación y la capacitación para el trabajo; incrementar el empleo de mujeres y jóvenes y la jornada parcial de los jubilados; mejorar la productividad de los sectores no exportadores; aumentar el peso y la importancia de los bienes públicos; consolidar un moderno sistema de protección social frente a los infortunios; establecer estándares mínimos comunes garantizados como el Auge, la pensión solidaria o el salario ético.

Ello supone reforzar las instituciones para que garanticen los derechos de los ciudadanos e impidan las distorsiones derivadas de la concentración económica y el abuso de poderes tanto del sector público como privado.

Corolario

Reducir las desigualdades es una tarea de largo plazo. Pero es ineludible acelerar el esfuerzo.

Hablar de mayor igualdad implica afirmar la semejanza, la dignidad de los ciudadanos y la fortaleza de las instituciones, en una sociedad democrática inserta en la globalización, con una economía dinámica, y establecer criterios compartidos de igualdad social más allá de los cuales las diferencias respondan al mérito o al esfuerzo de cada cual.

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  • Miguel Ossandón Durán

    Tremendo artículo, sin duda Vieragallo usted es un hombre que piensa, lo que hoy se nota poco….