24 feb 2012

Aysén da el ejemplo

La región de Aysén es especial de muchas maneras. Es Patagonia chilena, lo que ya le otorga un sello distintivo, en términos ambientales y socioculturales. Debido a su aislamiento geográfico, Aysén, en los albores del siglo XX, es literalmente la última región de nuestro país en ser ‘poblada’. Las dificultades de su colonización son leyenda.

La topografía, el clima, las distancias, la precaria conectividad, los suelos jóvenes, y finalmente la falta de apoyo sólido y con conocimiento de causa desde el centro del país, en su conjunto generaron condiciones que sólo una combinación de tesón, resiliencia mental y física, y suerte, le permitieron adaptarse y hacer patria a sus primeros habitantes.

Desafortunadamente, la política pública, a control remoto, y demostrando la ignorancia pasmosa de las autoridades y expertos de la época, sólo proyectó en ella un teórico potencial ganadero, sin duda siguiendo la impronta del implacable negocio lanífero de los ingleses en Magallanes.

Así, los magníficos, en gran medida únicos, bosques patagónicos, pasaron a ser una molestia. Según las cifras oficiales ‘se quemaron’ 1 millón de hectáreas de bosques en Magallanes y 3 millones en Aysén. Algo absolutamente inconcebible hoy.

¡Cómo ha lamentado el país los incendios en Torres del Paine! Pero, en esos momentos poco ilustrados, los incendios, azuzados por los poderosos vientos patagónicos, fueron política pública y condición para el asentamiento. Y después del fuego, el sobre pastoreo de los jóvenes suelos, con miles de ovejas, en los amplios valles glaciales.

Mucho más recientemente, en forma pionera, para un país atascado desde la llegada de los españoles en una fase ‘destructiva’ primaria, Aysén descubre que su futuro yace en su aún extraordinario entorno, sus recursos naturales y atributos ambientales.

Esto quedó plasmado en su Estrategia de Desarrollo Regional 2000-2006, producto de un proceso social colectivo y transversal, que ya manifestaba que “… Aysén aspira a ser una región descentralizada, y a obtener una alta calidad de vida sustentada en un crecimiento económico alto y equitativo, que se fundamenta en la conservación de la calidad medioambiental y en la integración del territorio”, señalando además el imperativo de fomentar el turismo, la actividad pesquera y silvoagropecuaria para el logro de un desarrollo social y ambientalmente sustentable.

Desde antes, y en forma complementaria, los ambientalistas y otros sectores que buscaban el buen florecer de la región acuñaban el visionario concepto “Aysén Reserva de Vida”, que permitió confrontar con esta propuesta diversos proyectos concebidos desde Santiago y el extranjero para hacer negocios a costa de la región, tal como el proyecto Alumysa de la empresa minera canadiense Noranda, con características ambientales delirantes, una suerte de dumping de impactos negativos sociales, económicos y ecológicos…

Hoy la propuesta se ve amenazada por proyectos descabellados como HidroAysén y Río Cuervo, dando origen a un movimiento social catalizador, de envergadura nacional: “Patagonia Sin Represas”.

Queda claro que Aysén, debido a su aislamiento, a la mezcla de abandono e incomprensión desde la capital, así como a su arraigado espíritu pionero, descubrió que quiere un desarrollo autónomo, auto-gestionado, distinto del que tiene al borde del colapso socio-ambiental a muchas otras regiones.

Amparándose en la legislación ultra-neoliberal promulgada durante la dictadura, que les da rienda suelta a corporaciones nacionales y trasnacionales para hacer y deshacer prácticamente a su antojo, una ‘élite’ le ha impuesto desde Santiago a todo el país un modelo de desarrollo primario y neocolonial, basado en la depredación y el abuso corporativo.

Conciliadoramente podríamos atribuirle las políticas públicas erróneas del pasado a la ignorancia, pero a la luz de los conocimientos y la conciencia actual esto ya no vale.

Así, muchos y muchas, desde Aysén y Magallanes, Atacama, Santiago y Valparaíso, Maule y Biobío, Ríos y Lagos decimos ¡ya basta!

Podemos discutir sobre el petitorio que ha presentado el movimiento social en Aysén, pero no cabe duda que la región Patagónica da el ejemplo de una búsqueda e inquietud totalmente legítima, con la cual se identifican millones de chilenos y chilenas a lo largo y ancho de nuestro territorio.

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  • Anónimo

    Queremos  conservar el espíritu de los que viven en  Aysén  pues nos hace recordar lo que fue Chile  antes del modelo neo liberal , implantado que  se ha extendido  por el país cual fiera devoradora  mirando con ojos brillantes  y hocico  baboso  todo lo que se puede extraer  para   pelar los sectores que aún pueden mostrar lo que fue Chile   Se ha perdido la fortaleza de Chile , debilitado sus campos y ciudades y no pasa de ser un país que a medias pretende llegar al desarrollo,  cuestión muy difícil de concebir si seguimos con invasión extranjera y políticas que no  favorecen ni  levantan al país .Dejen por lo menos vivir tranquilos a la patagonia   que sea la  carta de presentación del Chile  con esa belleza que tanto se habló. Sea  Aysén  fiel representante de lo que fuimos .  

  • RuizMnica

    Queremos  conservar el espíritu de los que viven en  Aysén  pues nos hace recordar lo que fue Chile  antes del modelo neo liberal , implantado que  se ha extendido  por el país cual fiera devoradora  mirando con ojos brillantes  y hocico  baboso  todo lo que se puede extraer  para   pelar los sectores que aún pueden mostrar lo que fue Chile   Se ha perdido la fortaleza de Chile , debilitado sus campos y ciudades y no pasa de ser un país que a medias pretende llegar al desarrollo,  cuestión muy difícil de concebir si seguimos con invasión extranjera y políticas que no  favorecen ni  levantan al país .Dejen por lo menos vivir tranquilos a la patagonia   que sea la  carta de presentación del Chile  con esa belleza que tanto se habló. Sea  Aysén  fiel representante de lo que fuimos .  

  • Anónimo

    Viendo que citas la repudiada destrucción de Bosques en Aisén y que es tema eterno de críticas por parte de los afuerinos que ven hoy las pampas despobladas, no puedo dejar de decirte que a esos primeros colonos se les explicó la intención de ganadería, se les pasó una caja de fósforos y ARRÉGLATELAS! No hubo asesoría técnica ni APOYO del estado en manejar la situación. Es clara evidencia que las politicas en zonas extremas siempre han flaqueado y no han sido atendida desde los albores de nuestra Región. Como bien se dice: “no es cupa del chancho..si no del que da el afrecho..”

  • anahimarisa

    Viendo que citas la repudiada destrucción de Bosques en Aisén y que es tema eterno de críticas por parte de los afuerinos que ven hoy las pampas despobladas, no puedo dejar de decirte que a esos primeros colonos se les explicó la intención de ganadería, se les pasó una caja de fósforos y ARRÉGLATELAS! No hubo asesoría técnica ni APOYO del estado en manejar la situación. Es clara evidencia que las politicas en zonas extremas siempre han flaqueado y no han sido atendida desde los albores de nuestra Región. Como bien se dice: “no es cupa del chancho..si no del que da el afrecho..”