22 dic 2011

Un paso importante pero no fundamental

El Senado, aprobó la reforma que establece la inscripción automática y el voto voluntario en Chile. La ley provocará un cambio significativo en el universo electoral chileno, ya que se calcula que el número de votantes crecerá en 4,5 millones de personas, lo que implica un aumento en el 55% del padrón electoral.

Es un paso importante en el perfeccionamiento de nuestro sistema democrático, pero no es lo fundamental.

La reforma estableció la voluntariedad del voto.Personalmente creo que el acto de votar, no es sólo un derecho que se pueda ejercer voluntariamente. La libertad del voto voluntario, no tiene que ver con la expresión de ideas o de opinión, sino con la libertad de ser miembro de la comunidad democrática de un país.

Por tanto tiene relación con reconocer el “deber” que tiene el hecho de ser ciudadano y la participación en los asuntos públicos. El derecho a voto consagrado por la Constitución, conlleva deberes inherentes al ejercicio de la democracia.

Los derechos y deberes políticos son irrenunciables en la medida que se es ciudadano y miembro de una comunidad democrática. Por lo que no es una cuestión a la que un ciudadano pueda renunciar o dejar de cumplir según su voluntad o interés. Por el hecho de pertenecer a un país, de ser ciudadano, se tiene el deber irrenunciable de participar en los destinos de éste.

Pero es una realidad en muchas democracias que tienen voto voluntario. En ellas se presupone que los ciudadanos tienen un alto grado de educación y conciencia cívica, que tienen internalizado el deber de participar en el acto electoral, sin que medie una ley que los obligue.

Ello es fruto de una conciencia que no confunde el deber ciudadano, con el individualismo de decidir si vota o no. De lo que se trata por tanto, es generar una cultura cívica que internalice el carácter irrenunciable del derecho y deber de votar.

Desgraciadamente no es el caso de Chile, en que por diversas razones, desde la recuperación de la democracia, el padrón electoral se fue reduciendo drásticamente, hasta llegar a la situación actual en que casi 5 millones de personas no están inscritas en los registros electorales.

Ese fenómeno no solo se produjo por la dificultad de inscribirse o por la obligatoriedad de votar, sino que obedece a causas más profundas, tiene que ver con la desafectación de la política, con el bajo nivel de aprobación que muestran los partidos políticos, sus representantes, parlamentarios, instituciones.

Tiene que ver con que hay un malestar inmenso en la sociedad, que se expresa en que el acuerdo institucional pos plebiscito, que posibilitó la transición a la democracia, se agotó.

Además, no podemos obviar que los niveles de desigualdad que tiene el país son intolerables, y finalmente, que la gente está mejor informada, más empoderada de sus derechos, y no está dispuesta a seguir callando.

Hoy los descontentos se manifiestan, salen a la calle, protestan, pero también hacen propuestas y quieren soluciones definitivas a sus problemas. Quieren ser escuchados y participar en las soluciones. Ese es el ejemplo que durante todo este año 2011, nos dieron los estudiantes, y otros sectores sociales que hicieron presente sus históricas demandas.

En un escenario como este, sino trabajamos por producir un cambio drástico y fundamental en el sistema político, difícilmente podremos atraer a un nuevo contingente que potencialmente se incorpora a ser electores, de que participen voluntariamente en las elecciones, si les ofrecemos, el mismo sistema electoral binominal, la misma Constitución, el mismo sistema de Partidos.

La verdadera reforma que necesitamos, va más allá de un cambio en el sistema de votaciones, consiste en generar un nuevo pacto para un nuevo período histórico, que de cuenta de las transformaciones que el país reclama y de las reivindicaciones que hoy se expresan masivamente.

La Ley que acabamos de aprobar, es un paso pero no soluciona los problemas de fondo.

Las grandes reformas políticas que Chile necesita, continúan pendientes.

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  • http://twitter.com/agua1277 juan carlos

    Preocupados de puras tonteras y los verdaderos problemas se hacen los ciegos, la colusion de los supermecados para vender la carne los detergentes etc. todos a un alto precio, los pollos, las farmacias, las afp,  las ispres, los buses interprovinciales se coluden y suben los pasajes para los feriados y verano, el transantiago s un asco, en los consultorios no hay vacunas para los niños, la educacion apoyo al movimiento estudiantil etc, etc tantos problemas que hay en Chile y estos politicos preocupados de puras tonteras idioteces

  • http://twitter.com/agua1277 juan carlos

    Preocupados de puras tonteras y los verdaderos problemas se hacen los ciegos, la colusion de los supermecados para vender la carne los detergentes etc. todos a un alto precio, los pollos, las farmacias, las afp,  las ispres, los buses interprovinciales se coluden y suben los pasajes para los feriados y verano, el transantiago s un asco, en los consultorios no hay vacunas para los niños, la educacion apoyo al movimiento estudiantil etc, etc tantos problemas que hay en Chile y estos politicos preocupados de puras tonteras idioteces

  • http://twitter.com/gbt8830 Guillermo Berwart

    Concuerdo plenamente, se ganó un derecho y se perdió un deber,resultado empate, nada ha cambiado y aunque boten todos los incorporados, lo que obviamente no sucederá, el sistema binominal, es una camisa de fuerza que terminará por asfixiarnos, Los nuevos dirigentes de la educ. superior, tienen clarísimo que, sin reformas al sistema político constitucional, todo lo demás es
    imposible de lograr o de lograr a medias, la nula disposición de la gran mayoría de los políticos actuales a cambiar el Status vigente, llevó a los estudiantes a tomar estás banderas, nos espera un 2012 muy movido, Voto Voluntario = Ave de Paso
     

  • http://twitter.com/gbt8830 Guillermo Berwart

    Concuerdo plenamente, se ganó un derecho y se perdió un deber,resultado empate, nada ha cambiado y aunque boten todos los incorporados, lo que obviamente no sucederá, el sistema binominal, es una camisa de fuerza que terminará por asfixiarnos, Los nuevos dirigentes de la educ. superior, tienen clarísimo que, sin reformas al sistema político constitucional, todo lo demás es
    imposible de lograr o de lograr a medias, la nula disposición de la gran mayoría de los políticos actuales a cambiar el Status vigente, llevó a los estudiantes a tomar estás banderas, nos espera un 2012 muy movido, Voto Voluntario = Ave de Paso
     

  • http://www.facebook.com/people/Gonzalo-Indignado-Veloso/651656527 Gonzalo Indignado Veloso

    Para ejercer el derecho a voto se hace necesario otro derecho fundamental, el de la libertad. Cada persona es libre de ejercer los derechos que quiera, sin ser objeto de obligatoriedad para ello, por lo tanto somos libres de querer o no participar en política. Nadie ninguna persona o entidad puede obligar mediante la ley a un ciudadano a ejercer su “derecho a voto”. Error de semántica?, no lo creo, se busca confundir. Los derechos se confunden con obligaciones, siendo que para estos se hace necesario primero la libertad. 

  • http://www.facebook.com/people/Gonzalo-Indignado-Veloso/651656527 Gonzalo Indignado Veloso

    Para ejercer el derecho a voto se hace necesario otro derecho fundamental, el de la libertad. Cada persona es libre de ejercer los derechos que quiera, sin ser objeto de obligatoriedad para ello, por lo tanto somos libres de querer o no participar en política. Nadie ninguna persona o entidad puede obligar mediante la ley a un ciudadano a ejercer su “derecho a voto”. Error de semántica?, no lo creo, se busca confundir. Los derechos se confunden con obligaciones, siendo que para estos se hace necesario primero la libertad. 

  • http://www.facebook.com/audito.saavedramartinez Audito Saavedra Martínez

    Inscripción automática y voto voluntario: la democracia sale del coma político.
    Lo que parecía una utopía política hoy es una realidad: El Senado aprobó la inscripción automática con voto voluntario y el cambio estará operativo para las Municipales de 2012. Esta histórica reforma modificará profundamente el padrón electoral, no sólo incorporando casi 4,5 millones de personas a los registros electorales, sino que añadiendo incertidumbre a un sistema conocido de memoria por la clase política. Las implicancias son variadas, pero, en concreto, ¿cuáles son los beneficios de la inscripción automática y el voto voluntario? Primero, desde un punto de vista filosofo-político, la voluntariedad del voto es una buena noticia para el mundo liberal: Cuando el sufragio se incentiva con propuestas y no con castigos, se enriquece la democracia y el mundo de las ideas. En segundo lugar, desde una mirada sólo política, hay un fuerte traspaso de responsabilidades. Cuando el voto es obligatorio, la clase política se sienta a esperar; con el voto voluntario, necesariamente se rompe su estado de comodidad y debe salir a buscar los votos, es decir, la responsabilidad de re-encantar a la ciudadanía es, como siempre debió haber sido, de aquellos que aspiran al poder. Además de esta reasignación de responsabilidad que conlleva el voto voluntario, se agrega una importante cuota de incertidumbre al sistema político con la inscripción automática. Para comprender el impacto de la incorporación de este grupo nuevo de votantes, un dato: Eduardo Frei resultó electo con 4.044.112 votos (es el presidente con mayor número de votos en una elección presidencial post-dictadura) y el número de personas no inscritas en los registros actualmente es cercano a los 4,5 millones de personas. En otras palabras, este grupo tiene la fuerza de incidir de forma trascendental en una elección presidencial. Otro beneficio de esta reforma es el efecto que tiene sobre el sistema de partidos políticos. Considerando la escasa credibilidad ciudadana en la clase política y que el escenario social actual es caldo de cultivo para la formación de nuevos referentes, la posibilidad de que personas o grupos “externos” al sistema ingresen a competir es mucho más alta que antes. Evidentemente, la cancha aún es irregular en términos competitivos, pero el contexto actual, sumado a las cerca de 4,5 millones de personas que renovarán el padrón electoral, obligará a que los partidos políticos hagan reformas estructurales en búsqueda de la aparentemente olvidada representatividad a la que debieran apuntar. Si no se renuevan, se arriesgan a ser reemplazados por movimientos políticos ciudadanos destrabados ideológicamente y con mucho más potencial de representación que los atávicos partidos actuales. En cuanto a los puntos débiles del proyecto, la mayor crítica nace respecto de la eventual caída en la participación ciudadana que acarrearía el voto voluntario. En este sentido, es importante considerar que, como se dijo antes, la responsabilidad ahora está en manos de la clase política, es decir, la aparente amenaza DEBE convertirse en una oportunidad de renovación política y de búsqueda de métodos para incentivar la participación (Por ejemplo, incorporar la educación cívica en los programas del MINEDUC, agilizar el proceso de votación presencial y comenzar a trabajar en el voto no-presencial u on-line). El voto obligatorio tiende a estancar a la clase política, sobre todo si se alberga en un sistema tan cómodo y poco competitivo como el Binominal. El voto voluntario rompe la inercia y los obliga a cambiar su actitud reactiva por una proactiva. Aprobar la inscripción automática y el voto voluntario es un gran paso en la dirección correcta. Entrega incertidumbre a un sistema históricamente inmóvil y poco competitivo, traspasa la responsabilidad de incentivar la participación cívica a la clase política y obliga a los partidos políticos a reestructurarse en búsqueda de representatividad. No obstante, esta reforma, si bien es necesaria, no es para nada suficiente. La hegemonía Concertación-Alianza no se termina aquí. El paso siguiente para terminar con el estancamiento político es derogar el sistema binominal, pero con este avance, la democracia chilena comienza a salir del coma político y envía signos vitales.
    Texto publicafdo en El Quinto Poder.cl

  • http://www.facebook.com/audito.saavedramartinez Audito Saavedra Martínez

    Inscripción automática y voto voluntario: la democracia sale del coma político.
    Lo que parecía una utopía política hoy es una realidad: El Senado aprobó la inscripción automática con voto voluntario y el cambio estará operativo para las Municipales de 2012. Esta histórica reforma modificará profundamente el padrón electoral, no sólo incorporando casi 4,5 millones de personas a los registros electorales, sino que añadiendo incertidumbre a un sistema conocido de memoria por la clase política. Las implicancias son variadas, pero, en concreto, ¿cuáles son los beneficios de la inscripción automática y el voto voluntario? Primero, desde un punto de vista filosofo-político, la voluntariedad del voto es una buena noticia para el mundo liberal: Cuando el sufragio se incentiva con propuestas y no con castigos, se enriquece la democracia y el mundo de las ideas. En segundo lugar, desde una mirada sólo política, hay un fuerte traspaso de responsabilidades. Cuando el voto es obligatorio, la clase política se sienta a esperar; con el voto voluntario, necesariamente se rompe su estado de comodidad y debe salir a buscar los votos, es decir, la responsabilidad de re-encantar a la ciudadanía es, como siempre debió haber sido, de aquellos que aspiran al poder. Además de esta reasignación de responsabilidad que conlleva el voto voluntario, se agrega una importante cuota de incertidumbre al sistema político con la inscripción automática. Para comprender el impacto de la incorporación de este grupo nuevo de votantes, un dato: Eduardo Frei resultó electo con 4.044.112 votos (es el presidente con mayor número de votos en una elección presidencial post-dictadura) y el número de personas no inscritas en los registros actualmente es cercano a los 4,5 millones de personas. En otras palabras, este grupo tiene la fuerza de incidir de forma trascendental en una elección presidencial. Otro beneficio de esta reforma es el efecto que tiene sobre el sistema de partidos políticos. Considerando la escasa credibilidad ciudadana en la clase política y que el escenario social actual es caldo de cultivo para la formación de nuevos referentes, la posibilidad de que personas o grupos “externos” al sistema ingresen a competir es mucho más alta que antes. Evidentemente, la cancha aún es irregular en términos competitivos, pero el contexto actual, sumado a las cerca de 4,5 millones de personas que renovarán el padrón electoral, obligará a que los partidos políticos hagan reformas estructurales en búsqueda de la aparentemente olvidada representatividad a la que debieran apuntar. Si no se renuevan, se arriesgan a ser reemplazados por movimientos políticos ciudadanos destrabados ideológicamente y con mucho más potencial de representación que los atávicos partidos actuales. En cuanto a los puntos débiles del proyecto, la mayor crítica nace respecto de la eventual caída en la participación ciudadana que acarrearía el voto voluntario. En este sentido, es importante considerar que, como se dijo antes, la responsabilidad ahora está en manos de la clase política, es decir, la aparente amenaza DEBE convertirse en una oportunidad de renovación política y de búsqueda de métodos para incentivar la participación (Por ejemplo, incorporar la educación cívica en los programas del MINEDUC, agilizar el proceso de votación presencial y comenzar a trabajar en el voto no-presencial u on-line). El voto obligatorio tiende a estancar a la clase política, sobre todo si se alberga en un sistema tan cómodo y poco competitivo como el Binominal. El voto voluntario rompe la inercia y los obliga a cambiar su actitud reactiva por una proactiva. Aprobar la inscripción automática y el voto voluntario es un gran paso en la dirección correcta. Entrega incertidumbre a un sistema históricamente inmóvil y poco competitivo, traspasa la responsabilidad de incentivar la participación cívica a la clase política y obliga a los partidos políticos a reestructurarse en búsqueda de representatividad. No obstante, esta reforma, si bien es necesaria, no es para nada suficiente. La hegemonía Concertación-Alianza no se termina aquí. El paso siguiente para terminar con el estancamiento político es derogar el sistema binominal, pero con este avance, la democracia chilena comienza a salir del coma político y envía signos vitales.
    Texto publicafdo en El Quinto Poder.cl