Tuvimos otra semana con el sello del gobierno: la descoordinación.
Con una serie de desencuentros públicos entre los ministros o entre la propia Alianza nos hizo recordar esas malas semanas que tuvo el Ejecutivo previas al último cambio de gabinete.
En medio de la discusión presupuestaria- donde estamos comprometidos a mejorar el proyecto que ingresó el Gobierno- surgió el anuncio de un ministro en La Moneda que estaban evaluando la venta de activos para poder financiar las reformas a la Educación Pública.
Rápidamente fue descartado y desmentido por sus otros colegas del gabinete. Debemos recordar que el Ejecutivo ya hizo una serie de ventas de su participación en empresas sanitarias y hasta el momento no se sabe cuáles serán los destinos de esos dineros.
El gobierno hizo la venta de activos sin saber para qué los usaría. Esto lo denunciamos en su momento y no hubo respuesta formal por parte del Gobierno.
Algunos consideramos, que en el caso de la venta de Esval, esos dineros debían ser reinvertidos en la región, para lo cual de manera transversal todos los parlamentarios de la zona promovimos la firma de un protocolo para que esos recursos sean reinvertidos en la región: no hubo respuesta.
Hoy entendemos que esas privatizaciones eran completamente ideológicas y que, tal cual lo dijimos, no había un plan, ni diseño claro para hacer uso de esos dineros.
La propuesta de venta de activos que planteó el Ministro Larroulet, se cayó por su propio peso, no había acuerdo ni siquiera dentro del gobierno, como quedó demostrado por la negativa del Ministro Longueira. La descoordinación y falta de claridad son evidentes, la brújula nuevamente se perdió.
En materia de financiamiento sabemos que el camino correcto debe ser la reforma tributaria, pero no solo eso, debemos revisar la estructura tributaria, no podemos permitir que los más ricos paguen menos que los más pobres.
Las descoordinaciones no han sido sólo en ese plano.
Justo cuando el Presidente llamaba a la unidad tuvimos un ataque por parte del Ministro de Interior, acusando que era sometido a acoso o bullyng por parte de la izquierda. Creo que le hizo un flaco favor al gobierno.
Recordemos que el Presidente debió incorporar a muchos parlamentarios UDI para poder salvar el cargo del Ministro de Interior, quien no ha dado el ancho en las labores propias de su cartera y mucho menos ha cumplido con dar liderazgo político dentro del gabinete.
La actuación del titular de Interior ha sido deplorable, no ha buscado acuerdos ni tampoco ha generado los climas para que estos acuerdos se puedan producir.
En otro plano no impone autoridad, menos a los delincuentes, un ministro del Interior que dice que sufre bullyng, esa auto victimización no se condice con la imagen que debe proyectar el principal responsable de velar por el orden público.
Nosotros como oposición seguimos haciendo planteamientos claros, para poder tener un presupuesto global que se haga cargo de todos los temas que hoy reclama la ciudadanía que no es sólo Educación sino que también Vivienda, Salud, Cultura o Reconstrucción.
Esperemos que la próxima semana tengamos una actitud distinta por parte del Ejecutivo , que nos permita dar señales claras a la ciudadanía sobre la disposición a tener un buen presupuesto, y para eso le pedimos al gobierno que se ordene, llamado que incluso le hacen sus propios parlamentarios.