Para nadie es un misterio que el gobierno del presidente Piñera, hace encuestas periódicas para tomarle el pulso a la opinión pública. Lo que no se sabe: cómo se leen en palacio los juicios ciudadanos.
En todo caso la anticipación a los conflictos no es una virtud de los gobernantes y eso marca la multiplicidad de problemas que no son enfrentados a tiempo, y por el contrario, escalan hasta un punto explosivo.
Para el ministro Lavín en su momento, los reclamos estudiantiles, eran de un grupo minoritario. Sin embargo, las marchas por todo el país, los cacerolazos, las barricadas, la solidaridad de los trabajadores del cobre y otros, han demostrado todo lo contrario.
La reacción más notable fue la del presidente del partido del jefe de estado:”Hay mucho que hacer, no nos va a doblar la mano una manga de inútiles subversivos que están instalados, muchos de ellos desgraciadamente, en el Parlamento que no supimos ganar”.
El honorable senador no dejó títere con cabeza, como dice la expresión popular.
A muchos de sus colegas los ve como revolucionarios, guerrilleros, sediciosos, agitadores, revoltosos, conspiradores y peligrosos, por mencionar algunos sinónimos de subversivo.
La última encuesta de Cooperativa, Imaginacción, UTFSM, muestra una realidad que cualquier político debería tener en cuenta para su accionar.
Tanto en la capital como en regiones el 71,6% de los consultados, opina que es prioritario impulsar las reformas al sistema educacional. Que el sistema municipal no da para más y hay que cambiarlo concita el apoyo del 69,9%. Que la educación no sea negocio, clama el 85,6%. Contundente.
Son datos que deberían hacer reflexionar si amerita un plebiscito. El contra argumento es que la Constitución no permite consultas, referéndum…
¿No habrá llegado el momento de preguntarles a los políticos de oposición y gobierno si están dispuestos a modificar la carta fundamental, para que la democracia, sea más moderna, representativa y participativa?
Chile requiere un gobierno proactivo y un parlamento que represente de verdad a la ciudadanía. Las leyes son para servir a las personas y no al revés.
Más de 100 mil personas en las calles este martes 9 de agosto, sólo en Santiago y miles de personas en regiones, son más que un puñado de inútiles subversivos.
Darle gobernabilidad a Chile es tarea del oficialismo y la oposición, si es que se aspira a ejercer el poder con legitimidad. Y el que no esté convencido que se de el trabajo de revisar a conciencia la encuesta del Centro de Estudios Públicos, CEP.
Ya está dicho: no basta sólo el crecimiento de la economía. El reparto de la torta también importa.