Ese es el tipo de letra en el que se escribió el Programa de Gobierno del Presidente Piñera. No hay letra chica ni pies de página.
Esto que de tan obvio parece ridículo, lo indico para explicar algo que los detractores a este gobierno han señalado con contumacia y obstinación. El presunto tópico de la “letra chica” es casi el último lugar común al que oposición concertacionista y comunista han echado mano para desacreditar el accionar del Gobierno, una majadería que pretende ocultar la falta de propuestas de quienes hoy son oposición, y que los tiene sumido en una crisis tal que tres de cada cinco chilenos señalan que no votarán por ellos.
Tras este afán de inventar esto de “la letra chica” hay una mano oscura, propia de asesoría comunicacional, que pretende crear una doble falsa imagen: una, de una falsa impresión de incumplimiento del programa, y otra, de conflicto al interior de la Coalición gobernante
Se ha llamado al Gobierno a “cumplir con su palabra”, como dijo Ignacio Walker.
Veamos si este ha cumplido o no:
a) Se acusó “letra chica” en el 7% de los jubilados. La Concertación dijo que se había mentido al imponer gradualidad. La mentira es de otros: el programa de Gobierno dice “avanzaremos gradualmente y de manera focalizada en la reducción del descuento del 7% que se efectúa a los jubilados para su salud”. Más claro imposible.
b) Se acusó “letra chica” en el post-natal de 6 meses. “Se extenderá hasta seis meses el período del beneficio” decía textualmente el programa. Se determino que las subsidiarias fueran las mujeres más pobres, pero a la Concertación le pareció “insuficiente”. Resultado, proyecto detenido por presiones opositoras, a la espera que el Tribunal Constitucional señale que el actuar dilatorio de la oposición se desdice del Estado de Derecho.
c) Se acusó “letra chica” en la regulación de uniones de hecho para homosexuales. El programa prometió ocuparse “de los 2 millones de chilenas y chilenos que conviven en pareja sin estar casados (…) de forma de construir una sociedad inclusiva y acogedora y no excluyente y castigadora”, incluyendo parejas del mismo sexo. La oposición ha tratado de inducir a engaño afirmando que se ofreció matrimonio homosexual, cosa rara considerando que del único proyecto de ley al respecto, los senadores Lagos Weber, Allende y Girardi retiraron sus firmas por conveniencia política. ¿Letra chica de quién?
d) Se acusó “letra chica” en la aprobación conforme a la legislación medioambiental de HidroAysén. El único que ha mantenido invariable su compromiso fue el Presidente. El candidato Piñera señaló en 2008 que “si a mí me toca ser Presidente de Chile, yo voy a favorecer que se construyan las represas en Chile, porque Chile necesita energía”. Distinto a todos aquellos, como Lagos Escobar y los demás, que sí borraron con el codo lo escrito con la mano en el pasado.
En cuanto al “segundo objetivo” de esta estrategia, debilitar la imagen de unidad de la Coalición, conviene puntualizar que una alianza política no sea un regimiento o un convento, donde exista deber de obediencia ciega. En la Coalición gobernante cohabitan personas de distintos ámbitos de pensamiento, algunos más conservadores, otros más liberales.
Es legítimo y normal que unos y otros intenten que su postura prime sobre las demás, es parte del juego de la democracia. Que los concertacionistas apunten a las diferencias como un aspecto de dificultad de gobierno produce risa y vergüenza. Recordemos cual era la formula de zanjar problemas de sus gobiernos: no enfrentar los problemas. Eso si es desgobierno, el cual se evidenció palmariamente en el último gobierno de la Concertación, el de Michelle Bachelet.
En suma, insinuar que el Gobierno promete con “letra chica” es una insolencia que falta a la mínima ética política. Más aun, si quienes usan dicha expresión son los mismos que por 20 años ilusionaron a sus electores con letras chicas, pies de página y promesas vanas, como “crecer con igualdad” o “gana la gente”.
A ellos ya los sancionó el país el 11 de diciembre del 2009. Y de persistir en la majadería, los seguirá sancionando.