20 mar 2015

Por un gobierno de la felicidad

Este 20 de marzo se celebró por tercera vez el Día Internacional de la Felicidad, proclamado por la Asamblea General de Naciones Unidas, invitando a los países miembros a promover políticas públicas en búsqueda de la felicidad y el bienestar de sus ciudadanos ¿Qué significa esto para los chilenos? ¿Qué tenemos que celebrar? ¿Cómo hacerlo?

Ponga caritas felices en cada WhatsApp que envíe, comience el día entregando una sonrisa a quién se le cruce, ríase en el metro, en la calle, incluso arriba de una micro, aunque el día parezca agobiante, aunque lo esté pasando mal, ríase, haga como que está feliz.

Fuera de bromas, felicidad viene del latín “felicitas”,  es un estado que va más allá de una sonrisa o un momento,  su definición genérica es estado emocional que se produce en la persona cuando cree haber alcanzado la meta deseada (autorrealización), suele ir acompañada de una condición interna, subjetiva de satisfacción y alegría, para algunos psicólogos se relaciona con el bienestar subjetivo.

¿Cuál es nuestro estado actual, somos felices los chilenos?,  ¿Qué estado interno nos caracteriza?De acuerdo a los últimos estudios, Chile muestra un aumento en sus índices de felicidad, en el año 2013, subimos al lugar 28 a nivel mundial entre 156 países y al lugar 6 dentro de 26 países de Latinoamérica, pero ¿nos sentimos así?

Existen contradicciones en este aspecto,  como antecedente un estudio Adimark 2013 relacionó la felicidad de los chilenos con los niveles de estrés, afirmando que a  mayor nivel de estrés mayor sensación de felicidad, porque existía la noción que ser feliz involucra sacrificios, ¿paradójico no?

¿Se puede medir la felicidad? La armonía interior es tan subjetiva es tan personal, para algunos el acumular riqueza es un motivo de felicidad, para otros vivir en paz interior con lo justo y necesario, para otros tener tiempo, compartir, vivir en un país ordenado, seguro, tener un trabajo estable, una familia, o estar tan sólo bien consigo mismo, permite un estado de felicidad. Sin embargo, pienso que es muy delicado medir la felicidad de cada persona, es difícil generalizar.

Intuitivamente  percibo que estamos demandantes de espacios de realización interior, nos quejamos demasiado para estar tan felices como dicen las encuestas, vamos más seguido al psicólogo (no digo que esto sea malo, sino que es un indicador de que necesitamos ayuda); existe un aumento de licencias médicas por patología de origen laboral, aumenta el consumo de alcohol, la obesidad infantil, los índices de depresión y el suicido en jóvenes, ¡todo eso debe decir algo! 

Sin embargo, y dado que no tenemos politicas públicas claras que vayan en beneficio de la felicidad de los chilenos, individualmente sí aparecen cambios, como un aumento de actividades nutritivas para el “alma”, una apertura de conciencia, las  prácticas de la meditación, los círculos de mujeres,  la comida sana, el yoga de distintos tipos,  la astrología, los mandalas y una variedad de medicinas alternativas y/o complementarias como  las Flores de Bach, la antroposofia, alineación de chakras,  imanes, musicoterapia … que dan cuenta de que los chilenos necesitamos aplacar la ansiedad de vivir con el miedo a algo, retomar el rumbo y en fin indagar en nosotros mismos.

¿Qué actividades e iniciativas se toman a nivel país con respecto a la felicidad de sus ciudadanos?Somos un país que a -diferencia de otros donde incluso existe un Producto Interno de la Felicidad – estamos  recién despertando a ciertos temas esenciales para mejorar la calidad de vida de las personas, con proyectos legislativos para despenalizar el aborto, crear ministerios de la mujer, legislaciones laborales, leyes antidiscriminación, etc. importantísimo todo ello, pero sin duda la salud mental y más aún emocional de un país no se puede descuidar, ¿cuántas/os  licencias, stress,  suicidios, drogadicción, delincuencia nos evitaríamos, si  hubiera un real cuidado por el origen emocional que las produce?, como el abandono, miedo, ansiedad, tristeza,  heridas de infancia, que todos experimentamos en algún momento. 

No todo es crecimiento y números, los seres humanos de un país sienten y de eso hay que hacerse cargo individual y colectivamente, si la a definición general de Felicidad expresa “estado emocional de una persona que se relaciona con la autorrealización”.

Imaginemos por un momento, un gobierno que sea un aporte  a la felicidad de sus ciudadanos, con más parques, menos horas de trabajo, mayor flexibilidad laboral, mejores sistemas de transportes y vías exclusivas más expeditas  para demorar menos el regreso a casa y gozar de nuestro  tiempo como queramos. ¿Qué lindo sería no? Feliz día.

Para concluir, buscando tips para esta columna, comparto las siguientes frases célebres respecto a la felicidad con consejos propios .

Aristóteles afirmaba, “la felicidad humana se basa en la autorrealización dentro de un colectivo humano, adquirida mediante el ejercicio de la virtud.” (No sea individualista).

Mahatma Gandhi habla que  “la felicidad se alcanza cuando lo que uno piensa,  lo que uno dice y lo que uno hace están en armonía.” (Congruencia, hay que ser y parecer).

Albert Einstein decía “una mesa, una silla, un plato de fruta y un violín, ¿qué más necesita el hombre para ser feliz.” (Disfrute de lo simple, no se compre el cuento del consumo)

Montesquieu, escritor y político francés  afirmaba “queremos ser más felices que los demás y eso es dificilísimo porque siempre les imaginamos mucho más de lo son en realidad.” (No sea envidioso, no se compare)

Osho, “mi esfuerzo consiste en crear placidez no felicidad.” (Finalmente no se obsesione con el tema, viva)

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20 mar 2015

Los intocables

Las audiencias de formalización del caso Penta y su trasmisión diaria en una virtual cadena nacional cambiaron drásticamente la percepción que tenemos sobre el poder. Los televidentes fueron más conscientes de este cambio que sus mismos actores directos. Antes que nada está claro que el poder fáctico se maneja mejor ente bambalinas que a plena luz.

Para quien miró desde su televisor las escenas de las audiencias y escuchó las declaraciones de los inculpados más locuaces, queda en evidencia que los querellados no terminan de hacerse a la idea de que sus días de esplendor e impunidad han quedado en el pasado. La exhibición de su convencimiento más completo de pertenecer a una casta especial a la que las leyes comunes no tocan, no dejó de sorprender nunca.

Por sobre todo, destacó el rechazo ofendido a ser catalogado de delincuente. Sin embargo, cometer un delito no es una apreciación sino un hecho. Es un delincuente quien es culpable de quebrantar la ley. Eso lo sancionan los tribunales y por eso se paga con distintas penas. Pero aquí tenemos personas que jamás se han arrepentido o disculpado por hecho probados, pero que encuentran del todo atendible que se les siga brindando el respeto y la consideración social de la que siempre han gozado. En su concepto, no importando lo que hagan, ello han sido deben seguir siendo intocables.

Por eso, la imagen que siempre trasmitieron es la de incredulidad. Por eso, también, de este episodio quedarán para la historia frases notables por su arrogante ingenuidad. Hasta el momento, la declaración más desatinada que ha logrado la primacía para quedar en el recuerdo es la de Délano: “Penta es una máquina para dar trabajo”. Tenemos aquí una demostración casi insuperable de un poderoso desubicado, que recurre como última defensa a su costumbre inveterada de corregir a un representante del poder judicial, aclarándole cómo es que tiene que ver las cosas. Quien nunca se tuvo de que defender sólo sabe atacar. El problema estriba en este caso en que aquí no le sirve para nada los desplantes. Él es el juzgado, no el juez.

Sin embargo, hay una declaración que, perfectamente pudiera disputar el primer lugar y es la de Carlos Lavín quien –con sinceridad- se lamentaba que toda una vida dedicada a los negocios fuera ensuciada por gente que “hurgaba en la basura de la casa”. Una traducción libre de estas declaraciones sería algo así como “¿porqué se preocupan de estas pequeñeces?”  y jamás como “pido perdón por mis errores”.

En forma permanente los inculpados se sorprenden de ser tratado como malhechores. Da la impresión que, justo al borde de que fueran sancionados, los inculpados seguirán teniendo la imagen de un delincuente como un sujeto mal vestido, con una cicatriz en la cara, casi con seguridad con un diente de oro y portando un arma de fuego o escondiendo un cuchillo entre sus ropas. En otras palabras, en esta concepción el delincuente es por definición un delincuente pobre. Los demás recibían otros nombres y otro trato. Habla bien de este país que haya dejado de ser así y, finalmente, todos lo terminarán por entender.

La diferencia que media la realidad judicial de los imputados en el caso Penta y lo anticuado de su manera de comprenderlo es la misma distancia que existe entre la forma actual en la que la opinión pública procesa las faltas a la ética en la política y los negocios, comparada con lo que era común hace pocos años. La diferencia es notable y ha de ser motivo de esperanza más que de frustración.

En estos momentos el estado de ánimo más común es predominantemente negativo. Combina la desconfianza, la desilusión, el desanimo y la rabia. Dados los hechos conocidos, no hubiera sido saludable que ocurriera de otro modo. Hubiera mostrado una ciudadanía insensible en lo político e impávida en lo ético. Afortunadamente la reacción colectiva es sana y vital.

Ahora lo que hay que lograr es poner al día nuestras instituciones, conseguir una renovación de nuestros liderazgos políticos acorde a las nuevas exigencias y cambiar prácticas hoy inaceptables a la luz de evaluaciones éticas más exigentes.

Cuando se quiere hacer frente a una verdad difícil de asimilar, lo que se hace es fijar la atención sobre un aspecto lateral. En este caso, lo que más fue destacado de las formalizaciones por el caso Penta –por parte de la defensa- fue el show mediático al que han sido sometidos los que hoy se encuentran en prisión preventiva o arresto domiciliario.

En el fondo, saben que no se podía esperar otra cosa. A un exceso de oscuridad y ocultamiento, ha seguido un exceso de exposición. Lo único que mostró la cantidad de cámaras y tiempo dedicados por los medios de comunicación a cubrir el proceso es, simplemente, el interés ciudadano en ver en detalle un hecho inédito: los poderosos pueden caer y caen.

Más vale preocuparse de no cometer ilícitos que en quejarse de los inconvenientes que les acarrea el trasgredir la ley. Además, todos debiéramos advertir para los más diversos efectos, que este es el primero, pero no será el último episodio de esta naturaleza para quienes sigan el mismo camino irregular de los que hoy empiezan a ser sancionados.

No puede haber borrón, pero sí puede haber cuenta nueva. Los juicios en curso, y los que se puedan abrir en estos días, han de seguir su camino hasta sancionar a quienes resulten responsables. Proteger instituciones no es proteger personas, por destacadas que sean. Lo imprescindible es legislar para que se perfeccionen las normas existentes; agregar y endurecer penas; permitir fiscalizaciones efectivas; actuar sobre las dos puntas del camino, es decir sobre el sector público y también sobre el sector privado; hacer de la transparencia una práctica todavía más amplia y consolidada.

En otras palabras, se requiere demostrar -ante los ciudadanos- que se ha sabido reaccionar ante situaciones escandalosas, y que eso ha dejado huella permanente en nuestras instituciones. Sin embargo, esto no basta. No han de cambiar únicamente las normas sino también los comportamientos.

Se necesita un cambio en los liderazgos políticos y empresariales. Es tan simple pero tan decisivo como aceptar que ya no existen intocables. Que las reglas corren para todos, y que las puertas de la cárcel se abren para todos los infractores, tengan o no cuello y corbata. El que no lo entienda debe apartarse de los puestos de responsabilidad.

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20 mar 2015

Los fariseos del siglo XXI

“Ay  de ustedes, maestros de la ley y fariseos, hipócritas,  que son como sepulcros blanqueados, bien arreglados por fuera, pero llenos por dentro de huesos muertos y de toda clase de impureza . Así son ustedes, por fuera aparentan ser gente honrada, pero por dentro están llenos de hipocresía y de maldad.” Mateo 23 ; 27 y 28.

Entre tanto escándalo, tras escándalo, que ha sacudido al país desde sus cimientos, trata de pasar desapercibido, el lamentable, nombramiento de obispo de Osorno , al sacerdote Juan Barros Madrid , tan cuestionado por distintos sectores de la Iglesia Católica, que rechazan abiertamente la decisión del Sumo Pontífice.

Sábado negro para los católicos osorninos, cuando asuma en la Catedral, el prelado cuya hoja de vida esta manchada. Los fieles se convocaron para asistir todos vestidos  de luto.Sin violencia ni desacato, quieren manifestar al Papa Francisco, su profundo malestar, por el desatino de quienes propusieron el nombre de  este cura, que tiene a su haber,  una serie incalificable de hechos, al menos cuestionable para la opinión pública nacional.

Los osorninos que profesan la religión católica no están molestos, peor aún enrabiados, porque no nombraron a un candidato de su particular predilección para suceder al venerado Francisco Valdés Subercaseaux, santo varón de esas tierras sureñas. No es así.La ofuscación proviene de la relación que Barros, tuvo con el condenado abusador, pedófilo de Fernando Karadima.

La Iglesia chilena, cae en un error tras  error, sobre todo cuando el Papa, trata afanosamente de recobrar la credibilidad perdida, en esta milenaria Institución religiosa,  la Santa Iglesia Católica debido a los reiterados abusos , cometidos, la actitud perversa, abusadora, egoísta  y materialista de unos pocos sacerdotes y religiosas, que han dañado la fe en ella. Un daño que nos hace chocar de frente con una verdad que no deseamos mirar, menos asumir con valentía.

La Conferencia Episcopal se suma obedientemente a este nombramiento con una declaración pública, acatando la orden de Roma, pero disconforme, perpleja, e incómoda. La peste negra caerá sobre los fieles sureños como si ellos tuvieran que pagar los pecados cometidos, por el famoso protector Karadima y sus crímenes abyectos, que sacudieron penosamente la curia local.

Distintas voces se han pronunciado al respecto, todas muy calificadas para oponerse a tan endeble designación. Más de  cuarenta sacerdotes y religiosas de la región  le enviaron al Papa, una dura carta al respecto, fuerte y clara, No quieren tener como Pastor, a un cura cuestionado, por complicidad manifiesta, en actos reñidos con la moral, amparados en su envestidura, causando una desilusión y frustración en miles de feligreses que hoy nada quieren saber de su Iglesia.

No son los únicos que levantan su voz indignados. Peter Kiegel, sacerdote osornino, hijo ilustre, una autoridad moral de la zona, le escribió al Papa, rechazando la nombradía. El provincial de los  SSCC. Alex Vigueras, fue lapidario en su impugnación, “con mucho dolor recibo la amarga noticia”. Lo mismo hizo el otrora capellán de la Moneda, Percival Cowley y el jesuita Felipe Berrios, los que no se tragaron las declaraciones de Barros, por su inconsistencia y falsedad. Incluso el ex Presidente Eduardo Frei, se manifestó abiertamente contrario y preocupado por la comunidad osornina.

Creo oportuno compartir el pensamiento de Reinaldo Sapag, que en su último libro en verso “La Iglesia Santa y Pecadora de Todos los Días” se refiere dolorido, a este acontecimiento, sin preámbulos ni contemplaciones.

Hay algunos sacerdotes y obispos de la Iglesia

hipócritas y cobardes

traidores al mensaje de Jesús

que defienden la mentira y la maldad

que rasgan sus vestiduras

ante la evidencia del mal.

Contratan los mejores abogados

para que los defiendan de su criminalidad

pagándoles suculentos honorarios

con dineros sustraídos a la caridad.

Y finalmente cuando son condenados

se lavan públicamente las manos

y endosan a Roma la decisión final.

Son los Judas de la Iglesia de hoy.

Son los Poncio Pilatos de la era actual.

¡Todos los días!

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20 mar 2015

Derechos, pero también deberes

En marzo se conmemora el Día Mundial del Consumidor y ya es usual que el debate en los diferentes medios de comunicación se centre en la defensa de sus derechos frente a los proveedores de bienes de consumo y, sobre todo, ante las empresas del sector servicios.

Es sabido que las compañías que satisfacen las necesidades de la sociedad  tienen el deber de cumplir con una serie de garantías que aseguren la calidad de su oferta, condición que se complejiza aún más en el caso de los servicios y, en especial, de las telecomunicaciones. En esta última industria, la estabilidad de las señales, la atención al cliente, el funcionamiento adecuado de los equipos, puntos de contacto con el cliente disponibles para consultas y reclamos, no son sólo aspectos necesarios sino además, exigibles.

No obstante, el hecho de ser ciudadano supone también el cumplimiento de deberes. En el caso del mercado de la TV de pago, cuando una persona accede a los contenidos mediante un sistema de conexión ilegal (ya sea a través un decodificador intervenido, la apertura de la señal de un satélite por medio de internet o contratando cableras piratas), pierde automáticamente sus derechos como consumidor de un servicio de telecomunicaciones.

Para resguardarlos, se hace necesario tomar conciencia de la relevancia que tiene la contratación de TV paga por vías formales, lo que contribuye a mantener un círculo virtuoso entre las empresas y los usuarios, en la medida en que permite que los operadores legalmente establecidos continúen desarrollando más y mejores ofertas de programación, tecnología y atención al cliente.

Otra variable importante a considerar son los recursos que dejan de percibir creadores, actores, músicos, guionistas y productores de contenidos por concepto de derechos de autor. Se estima que el 25% de las recaudaciones por el uso de las obras audiovisuales provienen de la TV de pago.

Al contar con un servicio ilegal, los consumidores privan a los artistas de recibir aquello que les corresponde legítimamente por sus creaciones y se restringen a sí mismos la posibilidad de acceder a una oferta de entretenimiento cada vez más amplia y diversa.

Los servicios no autorizados de televisión han llegado a representar un 8% del total de la industria y se han situado en el quinto lugar entre los actores más relevantes del mercado. Esto significa, en la práctica, que unas 200.000 mil personas en todo Chile han perdido sus derechos voluntariamente.

Se trata de derechos, pero también de deberes. Así, es necesario que los consumidores exijan a las empresas que cumplan rigurosamente con los primeros y levanten la voz si eso no sucede.Siempre que no renuncien a ellos.

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20 mar 2015

Que las instituciones funcionen o, ¿qué culpa tiene SQM?

¿Quién supervigila que las instituciones funcionen, pero que funcionen bien, de una forma tan imparcial y transparente que genere confianza en ellas?

Hoy, en un mundo que cambia, son finalmente los ciudadanos y la percepción pública construida básicamente en torno al sentido común.

Ya no son sólo el mundo político y el económico empresarial, quienes son puestos en tela de juicio respecto a su autonomía, independencia y, capacidad de resistir las presiones de los grupos fácticos y de influencia.

Un prestigioso y poderoso empresario declara con una ¿honestidad? abismante: “de todos los políticos que conozco, no sé de ninguno que no haya ido a ver un empresario amigo para pedirle apoyo económico para su campaña. Es un cacho…a no ser que quieras conseguir un favor.”

¿Tan poderosa es SQM, y un eventual “círculo de protección”?

Son las instituciones, esas que “hay que dejar que funcionen”, las que se han puesto en tela de juicio por la ciudadanía.

El sentido común y las conversaciones cotidianas frente a los comportamientos de SQM, Impuestos Internos y el mismo Tribunal Constitucional, hoy se llenan de suspicacias y desconfianzas, frente a un hecho que es indesmentible.

Ya no se confía ni en las comisiones.

En caso que exista un “delito tributario” o hechos que ameritan una acción penal en SQM el año 2009, prescriben en abril.

“Las facturas las tiraba a gastos…es una irregularidad, pero afortunadamente están todas prescritas.” (El mismo empresario anterior).

¿Es sólo una lucha de poderes entre las instituciones que están celosas del ámbito de acción de cada una de ellas?

El sentido del hacer de las instituciones, es finalmente fomentar y preservar el bien común y público de todos los ciudadanos en forma igualitaria a través de la propia institucionalidad democrática basada en la libertad y la justicia, aunque implique perturbaciones y un cierto nivel de “desorden” necesario para el cambio.

No es su tarea impedir los cambios y mantener el orden sin posibilidad de transformaciones a veces radicales.

Si la institucionalidad es robusta, sabrá cambiar adecuándose a los tiempos de las redes sociales, donde los ciudadanos dejaron de ser pasivos y silenciosos.

Hoy la ciudadanía, observa expectante y  mira sorprendida y con curiosidad, lo que sucede en España y especialmente en Brasil, donde la masiva protesta social que tiene en jaque a la Presidenta, fue iniciada por pequeños colectivos que desconfían de los partidos políticos y de todo el mundo por la corrupción, salvo de ellos mismos.

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19 mar 2015

Las esculturas de yeso y nuestra sequía legislativa

Las estremecedoras imágenes de la destrucción de esculturas del Museo de Mosul, en Irak, algunas de las cuales serían réplicas de yeso mientras los originales están a buen recaudo “en Bagdad y otras partes del mundo”, trae a la memoria una tarde de mayo de 1996 cuando inauguramos en el Centro Cultural Estación Mapocho, con sendos martillos que reemplazaban las plácidas tijeras del corte de cinta, la histórica muestra “50 años de escultura contemporánea”, curada por Silvia Westerman. Las herramientas cayeron, por todos los flancos sobre una cabeza de yeso que, con su destrucción, daba por iniciada la muestra.

El hecho demostraba a la vez la fragilidad de ese material y la solidez de las esculturas de autores nacionales del último medio siglo que, inéditamente, se exponían.Han pasado casi veinte años, esculturas, murales y otras muestras de arte en espacios públicos son diariamente maltratadas en nuestro país, no precisamente con fines inaugurales sino más bien terminales, dando crecientes obligaciones a nuestras autoridades patrimoniales, lo que no justifica su desidia hacia ellas ni menos hacia un proyecto tan relevante como es el del posible ministerio de Cultura. 

El director de la DIBAM se jacta -en Bío- Bío TV- de haber llegado a un acuerdo con la Presidenta del Consejo Nacional de la Cultura, respecto de “la arquitectura del ministerio” cuya descripción y plazo no es su asunto, sino de la Ministra. Por su parte, ésta declara en Radio U de Chile estar “atenta a que el proyecto recoja la mayor cantidad de sugerencias que hemos recibido; también de los trabajadores, porque la condición en que queden me importa mucho. Obviamente, no se conoce el proyecto definitivo, tal como nadie lo conoce, porque se hará público cuando lo presentemos en el Parlamento”. 

Mientras el proyecto permanece oculto, algunos centros de estudio entregan, a la luz del día, cifras como para esconder: un cero por ciento de avances legislativos dicen los Ciudadanos Inteligentes y el Observatorio de Políticas Culturales destaca el bajo nivel de avance en los proyectos de ley en cultura ingresados al Congreso: de los 58 proyectos analizados, un 67,2% no tuvo movimientos entre enero 2014 y enero 2015, así, las iniciativas en cultura llevan, en promedio, más de 3 años sin movimientos. 

La directora general del OPC, Bárbara Negrón reafirma:”Si consideramos solo las iniciativas legislativas que realmente se discutieron durante el 2014, el porcentaje de proyectos inactivos aumenta a 86,2%, lo que en la práctica significa que solo 8 proyectos fueron discutidos realmente”.

Injusto sería achacar esta sequía sólo al Ejecutivo. El 61%  de proyectos revisados por la Comisión de Cultura de la Cámara de Diputados son establecer días de… o destinados a la erección de monumentos.

En este escenario, que contrasta con el activo papel que jugaron -ocho diputados primero y la Cámara completa después, taquígrafos y secretarios incluidos- en la legislación que culminó con la creación del Consejo Nacional de la Cultura, sólo queda pensar como actor central del proceso en el otro componente decisivo de este logro institucional: la sociedad civil.

En efecto, el sueño -aunque no la formal “arquitectura” del Consejo Nacional de la Cultura- se comenzó a configurar en 1996, durante un largo año de trabajo, martes a martes a las 8 y media de la mañana, en la sala María Luisa Bombal del Centro Cultural Estación Mapocho, donde ocho diputados de todos los partidos con presencia parlamentaria y una treintena de gestores culturales, artistas y expertos internacionales fueron abordando las inquietudes recibidas de todo el país y en diversas áreas respecto de la institucionalidad cultural que se quería.

El esfuerzo culminó en noviembre del mismo año con un Encuentro de Políticas Públicas y Legislación Cultural en el que  más de 600 personas enumeraron exhaustivamente las 120 demandas del mundo cultural. Las dos primeras, el Consejo y la modificación a las Donaciones Culturales, se convirtieron en Ley.

En 1997, las propuestas fueron estudiadas por una Comisión Presidencial, integrada por un senador -don Gabriel Valdés- diputados, empresarios, creadores y gestores culturales. En 2000 fue anunciada por el Presidente Ricardo Lagos y el 2003 estaban aprobadas.

La principal diferencia con el estado actual de la legislación anunciada es que, en ésta, no está claro quién la pide ni qué es lo que se ofrece. No se sabe si es una Ley de “arquitectura” que simplemente suma Consejo Nacional de la Cultura + DIBAM = Ministerio.

O se trata de una legislación que encarne el sueño de nuevos sectores que forman parte de las culturas que nutren nuestro país, como los pueblos indígenas.

O si se contemplará alguna fórmula para incorporar algunas de aquellas fundaciones socio culturales actualmente dependientes de la Presidencia de la República. 

O si se fusionarán las justas aspiraciones de los científicos por tener un ministerio para alcanzar un ente conjunto de Culturas y Ciencias.

Una buena noticia es que el Consejo Nacional de la Cultura ha anunciado para el 21 de marzo la recepción del informe final de la Consulta Indígena.

Otra es que la Cámara de Diputados tiene desde el 19 de marzo nuevo Presidente de su Comisión de Cultura, el actor Roberto Poblete, diputado por Alto Bío-Bío, Antuco, Laja, Los Ángeles, Mulchén, Nacimiento, Negrete, Quilaco, Quilleco, San Rosendo, Santa Bárbara y Tucapel, quién pudiera liderar un esfuerzo por, a la vez, considerar las demandas indígenas y motivar a sus colegas a realizar un proceso de debate amplio sobre la futura institucionalidad, con el mundo de la cultura, como en 1996.

Esta muestra de transparencia podría contribuir a definir y legitimar el sueño que se pretende.De no ser así, habrá que esperar las noticias del 21 de mayo para enterarnos lo que se ha resuelto.

Lo riesgoso es que propuestas construidas en el misterio, se desvanecen, como las esculturas de yeso, que no son la realidad pero tampoco sobreviven para intentar reflejarla.

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19 mar 2015

Las ovejas conocen su voz

…”El que no entra por la puerta al corral de las ovejas, sino saltando por otra parte, es un ladrón y asaltante. El que entra por la puerta es el pastor del rebaño.  El cuidador le abre, las ovejas oyen su voz, él llama a las suyas por su nombre y las saca. Cuando ha sacado a todas las suyas, camina delante de ellas y ellas le siguen; porque reconocen su voz. A un extraño no le siguen, sino que escapan de él, porque no reconocen la voz de los extraños”. Jn 10, 1-5

El nombramiento del nuevo obispo diocesano de Osorno ha sido causa de una gran división en la comunidad osornina.  Desde que se supo la noticia no han cesado las manifestaciones públicas y privadas de descontento de parte de fieles y autoridades.

Especial notoriedad alcanzó la carta de rechazo al nombramiento, firmada por una treintena de sacerdotes de la Diócesis, gesto sin duda inaudito en la historia reciente de la Iglesia chilena.

El principal argumento de resistencia al nombramiento por parte de la comunidad osornina tiene que ver con el histórico vínculo de formación, afecto y admiración que se ha dado entre el obispo Juan Barros y el sacerdote Fernando Karadima, abusador sexual condenado por la Sagrada Congregación de la Doctrina de la Fe.

Las víctimas de este último sacerdote, por medio de su testimonio valiente y acreditado fueron los primeros en llamarnos la atención ante lo que estaba sucediendo.  Los acontecimientos posteriores son conocidos por todos.

En mi opinión no se puede descalificar a nadie por haber sido amigo o familiar de un criminal.  Mons. Barros no puede dejar de ser Obispo de Osorno por el simple hecho de haber sido cercano a Fernando Karadima, ese argumento no es suficiente.  Sin embargo, la situación cambia cuando se trata de una persona que formó parte de su círculo de protección hasta el último minuto, buscando influir en quienes tenían que tomar las decisiones para conocer la verdad que hoy nos avergüenza.

El obispo Barros formó parte de la “Pía Unión Sacerdotal del Sagrado Corazón”, la misma institución que fue disuelta por el Arzobispo de Santiago, como consecuencia de la investigación canónica a Fernando Karadima, que entre otras cosas reveló una eclesialidad insana entre sus miembros y oscuros manejos patrimoniales.

Mons. Barros, adhirió y fue formado en esa eclesialidad, y es precisamente aquí, en este punto, donde reside la principal objeción para que asuma como Obispo de Osorno.  Es cierto que el Obispo Electo ha asumido públicamente la condena de Fernando Karadima, pero aún quedan dudas razonables acerca de la eclesiología que aprendió en El Bosque y que cultivó por largos años.

La vía administrativa con argumentos de autoridad no es suficiente para legitimar a un pastor. La comunión eclesial no se garantiza por la obediencia religiosa del pueblo fiel ante una orden del Papa.  Es necesaria la “recepción” de ese dictamen por el asentimiento alegre, confiado y en paz del Pueblo de Dios, que en este caso no se ha dado.

Un buen pastor, con un sano sentido de Iglesia, no puede desconocer el lugar teológico que le cabe al Pueblo de Dios.  Su encargo pastoral no se puede sostener en la sola autoridad o en la piedad personal que lo invita a obedecer al superior que le encarga una misión, sin considerar el parecer del pueblo al que se consagrará en su servicio.

La verdadera autoridad de un pastor descansa en el corazón de su pueblo, haciéndose un intérprete de sus deseos de fidelidad al evangelio.

La reparación de la comunión eclesial rota exige, en Osorno, un paso al costado del Obispo Electo.  Tal gesto lo engrandecerá y quizás habilitará para futuros encargos apostólicos al demostrar en la práctica que,  por sobre consideraciones personales, quiere de verdad a la Iglesia y no desea hacerle daño con su imposición como cabeza de esa diócesis.

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19 mar 2015

Otro país

La Seremi de Transportes y Telecomunicaciones prohíbe a los buses rurales dejar pasajeros en el Hospital Regional de Valdivia.

Este es un titular que solo podría leerse en un país desquiciado, desquiciado en varios de los sentidos que señala la Real Academia : desencajado, trastornado, algo descompuesto, “a que se le ha quitado la firmeza con que se mantenía”. Y la firmeza no puede ser otra que la que brindan sus ciudadanos.

No obstante, en este remedo de república, a los desvalidos se condena a expiar y purgar las culpas de los poderosos. Se les quita del medio y por sobre sus vidas se construyen obras que a otros sirven.

Las cuatro y media de la mañana sorprende a las ancianas y ancianos de Ancapulli, Chosdoy, Milleuco o Huitag. Les sorprende porque ese día los espíritus inescrutables del bajo les consiguieron horas médicas.

Bajan a paso lento hasta los cruces de los caminos principales y esperan, esperan, esperan, hasta que pasa la locomoción que va a Panguipulli. Y allí una nueva espera, un mate para el frio, los huesos duelen. Aguardan la micro que les dejarán en el Regional a la una o dos de la tarde, nunca se sabe. La cita es a las tres pero, nunca se sabe,  a las cinco están saliendo con la orden para un examen para el que no hay hora sino hasta mayo. Y vuelven a los cerros, con una bolsita de remedios, esperando tener suerte en mayo, que los exámenes no salgan mal y que puedan volver a casa, a ver a los animales, los nietos y la casa.

Pero estorban. Los colegios particulares de Valdivia generan congestión. Los autos, porque vaya que ha crecido el parque automotriz, se desplazan a tranco lento y eso que están diseñados para andar rápido. Nadie quiere perder tiempo, amén que las obras públicas de la ciudad se han convertido en hazmerreir nacional, especialmente el puente Cau Cau, lo que hace que el tránsito de buses rurales e interurbanos, camiones y autos de bien deban compartir la misma vía para ingresar a la ciudad desde el norte. Y está claro que las ancianas y ancianos que vienen al Hospital Regional los hacen en vehículos que en rigor constituyen parte importante de la historia viva del transporte colectivo  en el país.

¿Qué razón tendrían para venir a la ciudad los habitantes del interior que no fuera la salud?Algunas compras, los trámites y, naturalmente, a votar. A votar. A votar por los mismos quienes les privan del acceso directo al hospital (donde directo es más bien una metáfora). No basta con una, dos o tres escalas. Una cuarta hace falta para completar la penitencia: han de llegar al terminal de buses – rodoviario llaman a este pobre servicio concesionado – y de ahí, si el dinero lo permite, tomar la 20 o la 4 o un colectivo 50 que, previo pago de quinientos pesos por persona, pueda llevarles a destino.

La distancia que separa a la Seremi  de Transportes de quienes se transportan a la ciudad desde el interior no es muy diferente de la que separa a los ciudadanos de sus gobernantes. Condenados a pagar sus impuestos, a disputar migajas de salud a costa de puñados de monedas, de rasguñar pensiones de vejez por la vía de cotizaciones obligatorias. Nada de esto es diferente a lo que ocurre en Valdivia. Hay que fortalecer las instituciones, hay que conferirles poder y creer en ellas, y, progresivamente, abandonar la fuerza propia. Es la consigna del día y contamos los días para que las cosas terminen bien. Para volver a nuestras casas sin un diagnóstico adverso, agradeciendo al sistema médico por haber reparado nuestras averías, aunque de por medio hayamos vendido la casa y juntado, merced de un bingo entre familiares y vecinos, ochocientos mil pesos que en algo alivian los cincuenta millones en deudas que nos van quedando.

Si de magia se trata, yo preferiría importar un Presidente. ¿Se podrá? ¿Uno con mayúscula? Uno a quien no tenga que ver en vehículos blindados, vehículos y motos policiales a los que molestan los peatones.  ¿Habrá alguno que ande en un escarabajo, que dé un aventón a un trabajador rural?

¿Habrá un presidente en el mundo disponible para nosotros?

¿Habrá alguno que no esté dispuesto a cobrar a los ancianos en los transportes públicos?

¿Alguno que no obligue a las ambulancias y a los vehículos de emergencia a pagar el peaje cada vez que circulen por una autopista? Tal vez lo haya, pero ¿se podrá importar? ¿No habrá objeciones técnicas entre tanto acuerdo bilateral que lo impida?

Aunque ¿no sería más aconsejable inventar de nuevo la mejor manera de enquiciar el país, de ponerlo en orden, de afirmarlo? ¿Habrá algún modo que no sea el de repetir una y otra vez una de las canciones de Los Prisioneros para convencer a quienes nos han gobernado que, para ellos, es hora de tomar vacaciones, que han trabajado mucho y que – como decirlo – las cosas no fueron como dijeron que iban a ser?

¿Habrá manera de restablecer la cordura, de vivir de otro modo, de garantizar a los ancianos de Reihueco que el país les quiere? ¿Habrá modo de encontrar otra forma de vincular al pueblo con sus gobiernos?

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19 mar 2015

Soluciones para la pesca artesanal

Esta semana, una vez más, los pescadores artesanales de la Región de Los Lagos han salido a las calles a expresar su malestar ante la demora en el cumplimiento de un conjunto de compromisos asumidos por la autoridad para mejorar las condiciones en que se desarrolla esta actividad, que ocupa una posición de primera importancia en la economía local de extensos territorios.

La base de la molestia de los pescadores de Chiloé o de Puerto Montt es la misma de los hombres de mar de las zonas centro y norte del país.

Han pedido, repetidamente, el pronto inicio de la revisión de la Ley de Pesca, que consideran abiertamente perjudicial para su sector, la creación del Instituto de Desarrollo de la Pesca Artesanal, y la agilización de normativas legales como la Ley de Bonificación del Repoblamiento y cultivo de Algas, la ley Bentónica y la ley de regularización de caletas, que entregará la titularidad de estos espacios a la pesca artesanal y sus organizaciones, entre otras.

Como respuesta a sus peticiones, han recibido excusas y nuevos compromisos para establecer agendas, cronogramas y mesas de trabajo. Y, en último término, cuando han protestado en la calle, han sido duramente reprimidos por la policía, como ha ocurrido esta semana en Dalcahue, Ancud y otros sectores de la provincia de Chiloé.

Estos hechos, lejos de contribuir a mejorar la situación, no hacen más que minar la confianza de los pescadores artesanales en el funcionamiento de la institucionalidad del sector.

Los pescadores artesanales no están a la espera de bonos ni de nuevas medidas paliativas. Los parlamentarios tampoco podemos seguir remendando, indefinidamente, una legislación pesquera que no sólo se ha quedado atrás en el tiempo, sino que además presenta deficiencias de fondo y que le da la espalda a una actividad productiva tan relevante para el país, como lo es la pesca artesanal.

Hoy, el imperativo es avanzar en el conjunto de temas relacionados con la pesca que, hasta el momento, han quedado relegados a un segundo plano de la agenda.  Hacen falta líneas de trabajo claras y cronogramas precisos, en los que se involucre activamente a los pescadores artesanales en la definición de soluciones permanentes, eficientes y válidas. Por de pronto, mi compromiso como parlamentario representante de una Región pesquera y como integrante de la comisión de Pesca del Senado, es trabajar con ahínco por construir una política pesquera a la altura de lo que el país necesita.

Sólo de ese modo será posible entregar a las miles de familias que viven de esta actividad la tranquilidad y seguridad necesaria para el desarrollo de su actividad, y dejar atrás los recurrentes episodios de conflicto que no hacen otra cosa que alterar la paz social y el normal funcionamiento del conjunto del país.

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18 mar 2015

Enemigos de la Democracia

Los hechos de colusión, corrupción, negociaciones incompatibles, financiamiento ilegal de políticos, captura de partidos por parte de grupos económicos, constituyen  una amenaza real al sistema democrático.

La democracia chilena no se encuentra hoy amenazada por golpes de Estado, terrorismo o por discursos incendiarios. Más bien pareciera que la espada de Damocles proviene de su interior, de la propia lógica que alimenta al sistema, esto es de la idea que cada uno puede ejercer su libertad sin consideración a las leyes ni a los deberes que imponen los valores republicanos.

En cierta forma, lo que estamos viviendo en Chile es una consecuencia lógica del predominio de la mentalidad neoliberal, donde el hombre es el lobo del hombre, donde no hay límites para maximizar los beneficios y aprovechar las oportunidades. Sus ideólogos insisten en que la naturaleza de los seres humanos está dominada por la búsqueda del mayor beneficio personal, que somos seres egoístas, solitarios, autosuficientes,  que las personas se mueven exclusivamente por intereses materiales o por poder y que sólo requieren del otro en forma puntual o anecdótica.

Consecuentemente, vivimos en una sociedad donde el éxito se mide por el saldo de la cuenta corriente y el reconocimiento depende de la billetera.

En el fondo, se trata de lo que Todorov en su libro “Los enemigos íntimos de la Democracia” denomina la hibris, la desmesura, la ausencia de humildad, el impulso irracional y desequilibrado de los poderosos por transgredir los límites impuestos por la ley y el sentido común. La creencia que la mera voluntad es excusa suficiente para justificar las acciones, el desprecio por el otro, la pasión por el dinero y el poder.

Esta mentalidad ha penetrado hasta el fondo del alma en nuestro país, afectando al mundo empresarial y al político. Las declaraciones de las personas imputadas o cuestionadas dan cuenta del hecho que ellas siguen considerando que han actuado correctamente, sin darse cuenta del daño que han causado a uno de los patrimonios más importantes e invaluables  de la sociedad: la confianza.

En la sociedad contemporánea, el peligro para la democracia no emana del poder desmesurado del Estado, sino por el contrario, del fortalecimiento sin precedentes de la libertad y la autonomía con que determinados individuos o grupos  que acumulan grandes riquezas y poder político o mediático, ponen en peligro el bienestar de toda la sociedad.

Reaccionar para fortalecer la democracia es un imperativo puesto que es de sobra conocido que los sustitutos populistas o dictatoriales empiezan o terminan sacrificando las libertades y los derechos humanos.Si bien todas las reformas anunciadas por el gobierno son relevantes y necesarias, ninguna reforma estructural puede ser hoy más importante que sanear el sistema político y el funcionamiento de los mercados.

No entenderlo equivale a no comprender la envergadura de la crisis de confianza que afecta a la sociedad chilena y cómo ésta puede terminar perturbando nuestra frágil democracia.

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