09 may 2012

“Hola ¿cómo están ustedes?”

La futilidad lingüística se ha enseñoreado de los estudios televisivos: Los periodistas-locutores lanzan al vacío unos saludos que no esperan respuesta alguna, “Hola ¿cómo están ustedes?”

“Hola, fulanita ¿cómo está?” saluda sin atender respuesta alguna a su pregunta desde la calle el reportero que corta “las huinchas” para dar cuenta del incendio que cobró una vida humana.

Y el rol “in-formador” del Canal se va a las “pailas” cuando el trágico acontecimiento cae en el relato de un vecino. La edición y la responsabilidad periodística desaparecen y comenzamos a asistir a una patética repetición de datos desordenados, al borde de la incoherencia, con una pesada carga de morbosidad. El “rating” sonríe.

La cosa se ha puesto más grave desde que los programas considerados como los más serios son los que han relajado los contenidos y las formas. ¡Qué paradoja!

Mientras en el primer mundo, el de la OCDE, los noticieros de Televisión duran sólo media hora y dan cuenta de las principales noticias nacionales y mundiales de real interés de los ciudadanos, en Chile se prolongan por más de 90 minutos y, por su lucha denodada por el “people meter”, mercantilizan la pauta, el montaje y el contenido de cada información.

Una noticia seria tiene que ser muy trágica, como lo demuestra el juicio por el tsunami del 27F, para sobreponerse al “diktat” del pauteo de todos los días: la “mocha” de la Kel y la Vale, el periplo mundial de la “Leona” Barrientos”, el desconcierto de Johnny Herrera con la mala racha que empieza, el “córtate las venas” del blanquinegro Paredes, el oportunismo del cruzado Estévez, la sobreactuada Intendenta futbolera y el baile de los tres “Concesionarios”, únicos clubes existentes para los “locutines” del balompié chileno, todo a gran volumen para que no se “escuche” la última encuesta Adimark.

Por su parte, el lenguaje en los medios audiovisuales está definitivamente en reflujo. Ni la forma ni el significado importan.

Se perdió definitivamente la optimización comunicativa que nos enseñaba el maestro Ernesto Merino: “En la comunicación audiovisual, quien nos escucha y quien nos ve es una persona, no un auditorio.”

El manejo cortés y afectuoso de la voz de quienes recordamos a Pepe Abad, Raúl Matas, Sergio Silva, César Antonio Santis y Marcelo Zuñiga despareció a manos o, mejor dicho, en el grito de Rafael Araneda o en la vulgaridad de Roberto Artiagoitía, el “Rumpy”, sólo por mencionar dos botones de muestra.

Un momento de respiro lo constituyó la ceremonia de los premios Altazor, en particular la premiación de la teleserie “Los Archivos del Cardenal”, excepcional ocasión de coincidencia de la estética con la ética en las comunicaciones chilenas de hoy.

Mientras tanto ahí vamos, cuesta abajo en la rodada de la vulgarización de las comunicaciones, emparejada con la mercantilización de la Televisión, la Radio, la prensa escrita y la preeminencia de la publicidad, desregulada y muchas veces desvergonzada, que asoma como la punta de lanza que arrastra al resto de las especialidades comunicativas hacia el consumismo y la superficialidad.

La calidad de la democracia chilena sigue a la baja, fuertemente impulsada pero hacia abajo, por la mala calidad de nuestras comunicaciones.

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  • RuizMnica

    Verdaderamente así es, no sé si los comunicadores tienen algo de ese arte  que muchos que lo tienen lo desarrollan  con los aprendizajes de técnicas que les ayuda a conocerse e ir formando un sello personal en la comunicación. Me parece que no se percatan de ese talento que hace de un comunicador algo especial no hay dos identidades iguales y deben de buscar esa identidad  junto a su formación  , como comunicadores y disfrutarla , la sensibilidad es la portadora de los mensajes y el discurso , Tenemos el gran privilegio los humanos de usar las palabras que cobran significado  que expresadas de una persona determinada a otra hay algo distinto que puede apreciar el auditor . La comunicación es un Arte así como  El Teatro , La ópera  , La música que transmiten ese mensaje y hay muchos interpretes que se preparan para eso y la tarea no es fácil . Doy ese  ejemplo no más para  apuntar que un comunicador  tiene también que  transmitir un mensaje y seguramente los maestros de esas escuelas deben tener pautas de cómo hacerlo y poner cada cosa en su más estricto lugar  y disciplina.  Muy bien  Sr. Marasso  hay mucho que hacer en esa magteria.

  • RuizMnica

    Verdaderamente así es, no sé si los comunicadores tienen algo de ese arte  que muchos que lo tienen lo desarrollan  con los aprendizajes de técnicas que les ayuda a conocerse e ir formando un sello personal en la comunicación. Me parece que no se percatan de ese talento que hace de un comunicador algo especial no hay dos identidades iguales y deben de buscar esa identidad  junto a su formación  , como comunicadores y disfrutarla , la sensibilidad es la portadora de los mensajes y el discurso , Tenemos el gran privilegio los humanos de usar las palabras que cobran significado  que expresadas de una persona determinada a otra hay algo distinto que puede apreciar el auditor . La comunicación es un Arte así como  El Teatro , La ópera  , La música que transmiten ese mensaje y hay muchos interpretes que se preparan para eso y la tarea no es fácil . Doy ese  ejemplo no más para  apuntar que un comunicador  tiene también que  transmitir un mensaje y seguramente los maestros de esas escuelas deben tener pautas de cómo hacerlo y poner cada cosa en su más estricto lugar  y disciplina.  Muy bien  Sr. Marasso  hay mucho que hacer en esa magteria.

  • http://www.facebook.com/profile.php?id=1060789362 Marcela Claudia Cerda Passalac

    completamente de acuerdo, muy buena perspectiva !!

  • http://www.facebook.com/profile.php?id=1060789362 Marcela Claudia Cerda Passalac

    completamente de acuerdo, muy buena perspectiva !!

  • Luis Castillo

    Que agradable sorpresa me ha dado don Giácomo. Esto debido a que por fin leo de alguien que se refiere a la realidad de nuestra televisión en términos que podemos resumir en un solo (y vulgar, para estar a tono) concepto: “chanta”. Los ejemplos, óptimos. Podría agregar la superficialidad de la Diana B., la parodia de Don Francisco de la Vivi (¿se fijan que todo lo pronuncia con la boca lo más abierta posible?) y así hasta la saciedad. Y hablan de la mala calidad de la Edución , de la Salud y de la Política. ¿No se autoevalúan? Cordiales saludos.

    Luis Castillo Cid

  • Luis Castillo

    Que agradable sorpresa me ha dado don Giácomo. Esto debido a que por fin leo de alguien que se refiere a la realidad de nuestra televisión en términos que podemos resumir en un solo (y vulgar, para estar a tono) concepto: “chanta”. Los ejemplos, óptimos. Podría agregar la superficialidad de la Diana B., la parodia de Don Francisco de la Vivi (¿se fijan que todo lo pronuncia con la boca lo más abierta posible?) y así hasta la saciedad. Y hablan de la mala calidad de la Edución , de la Salud y de la Política. ¿No se autoevalúan? Cordiales saludos.

    Luis Castillo Cid

  • Miguel Ossandón Durán

    En Chile ya no hay periodismo, es un simulacro de lo que es serlo, ello en la práctica.

    Los lugares comunes, la falta de vocabulario, las insensateces que  acompañan preguntas o son comentarios ad hoc, no sólo en el área audiovisual, sino también escrita son para ponerse rojos de vergûenza.

    Si el Mercurio, que se vanagloriaba de la rigidez de sus correctores, aparece ahora con errores extraordinarios.

    Qué dirían los grandes maestros del periodismo como la Lenka Franulic, Mario Planet,Alejandro Cabrera, Mario Díaz ,Tito Mund, entre tantos otros.

    Y algunos eximios(as) que no están en los medios y que son extraordinarias (os) y que fueron emblema de sus medios.

    Lo peor es que ponen caras de inteligentes, no dejan responder, atropellan al entrevistado, no conducen, avasallan, no escuchan para poder contrapreguntar…en fin…

    Creo que se quedó corto.

  • Miguel Ossandón Durán

    En Chile ya no hay periodismo, es un simulacro de lo que es serlo, ello en la práctica.

    Los lugares comunes, la falta de vocabulario, las insensateces que  acompañan preguntas o son comentarios ad hoc, no sólo en el área audiovisual, sino también escrita son para ponerse rojos de vergûenza.

    Si el Mercurio, que se vanagloriaba de la rigidez de sus correctores, aparece ahora con errores extraordinarios.

    Qué dirían los grandes maestros del periodismo como la Lenka Franulic, Mario Planet,Alejandro Cabrera, Mario Díaz ,Tito Mund, entre tantos otros.

    Y algunos eximios(as) que no están en los medios y que son extraordinarias (os) y que fueron emblema de sus medios.

    Lo peor es que ponen caras de inteligentes, no dejan responder, atropellan al entrevistado, no conducen, avasallan, no escuchan para poder contrapreguntar…en fin…

    Creo que se quedó corto.