No nos representan,Democracia real, ¡Ya!…Este es el lema que corean los miles de jóvenes que en diferentes ciudades de España se manifiestan desde el 15 de mayo contra el modelo económico y el bipartidismo.
Las manifestaciones y acampadas en lugares emblemáticos – como es la Puerta del Sol, en Madrid- , convocadas a través de las redes sociales, han desconcertado a los líderes políticos que estaban y están más ocupados en la caza de votos con vistas a las elecciones municipales y autonómicas del próximo domingo.
Los más afectados por la crisis, el 40 por ciento de los casi cinco millones de cesantes, y los resignados a cobrar menos de mil euros por un trabajo precario, se han puesto las pilas y han decidido dejar el “pasotismo” o indiferencia ante su futuro y pasar a la acción. Eso sí, con métodos pacíficos, preconizan.
El desalojo efectuado por la policía la noche del lunes de los centenares de manifestantes que desde el domingo ocupaban la Puerta del Sol, el kilómetro cero de España, ha tenido el efecto contrario al que esperaban las autoridades. No solo han regresado al lugar los que estaban sino que se han sumado a ellos cientos o más.
Ya se habla de miles de jóvenes que han reiterado que no se moverán de allí hasta el día de las elecciones. Como efecto dominó, en otros lugares del país se han acrecentado las protestas. Los INDIGNADOS lo tienen claro.
Los que no lo tienen nada de claro son los partidos políticos. Los socialistas, en el poder y blanco de las críticas por el desempleo, asumen el mensaje de protestas y animan a votar.
El opositor Partido Popular, de derecha, se frota las manos porque ve posibilidades de capturar votos e interpreta las movilizaciones como una pugna de la izquierda con los anti sistemas.
Izquierda Unida hace suya los principios de la movilización e intenta convertirse en portavoz de los airados afirmando que todos los políticos no son iguales.
Lo que ignoran o no quieren escuchar los partidos políticos tradicionales, sindicatos incluidos, es que los manifestantes no se sienten representados por ellos. En algunas pancartas que se vieron el domingo en Madrid se leían frases como estas: NO SOMOS MARIONETAS EN MANOS DE POLITICOS Y BANQUEROS.
¿Quienes están detrás de estas protestas? Es la pregunta que hasta ahora no tiene respuesta.
Se insiste en que se trata de un grupo heterogéneo que encabeza la organización Democracia real, Ya de escasos meses de existencia, a la que se han sumado al margen de los cauces establecidos asociaciones de unas 50 ciudades.
Las redes sociales en todas sus variantes han jugado un papel esencial en el éxito de la convocatoria. Se reconoce como modelo a los .internautas que han hecho posible las rebeliones en los países árabes y en las revueltas de Grecia.
¿Cuál será el balance de estas manifestaciones que hoy se producen en España a espaldas de los políticos de turno? Lo que está pasando en este turbulento mayo no terminará el domingo cuando acaben las acampadas (si es que no hay desalojo antes) y se celebren elecciones. Los INDIGNADOS seguirán estándolo, más allá de los resultados.