En su última cuenta al país el Presidente Sebastián Piñera hizo reiteradas comparaciones y entregó abultadas cifras para destacar el crecimiento económico de su periodo, pero no consideró a un actor fundamental en este supuesto triunfo, no se habló nada, nada de las pymes.
Me llama profundamente la atención recalcar tanto exitismo económico, el cual a mi parecer, se debe principalmente a miles de chilenos, a miles de pequeñas y micro empresas, un sector fundamental para el país, principalmente en lo social.
Hay muchas cosas positivas como los 800 mil nuevos empleos y el crecimiento que alcanzó un 5.8% anual, alcanzando el primer lugar de los países de la OCDE, pero faltó entregar una proyección como país. Me gustaría conocer cual es la visión que tiene el gobierno de Chile de aquí a diez años.
Por otro lado, ya hemos escuchado con anterioridad las “amenazas” de Piñera en cuanto a capacitación, y digo amenazas ya que el tema lo mencionó en sus discursos anteriores, siempre creando expectativas, haciéndonos esperar un cambio, que yo creo es fundamental para el país, pues se debe entregar cada vez más valor agregado para mejorar la redistribución de ingresos.
Nuestro producto per cápita se acerca a los U$ 20 mil, pero si seguimos con esta mala redistribución del ingreso esa cifra no dice absolutamente nada, porque se reparte mal la torta y hay mucha concentración económica.
En materia de educación aplaudo el kínder obligatorio para todos los niños, pero sabemos que el 92% de estos pequeños ya están asistiendo a sus clases, el problema está en los colegios técnicos profesionales.
Asimismo la integración de la mujer es una de las más bajas de Latinoamérica, alcanzando sólo el 47%, siendo condenadas a peores remuneraciones y a la cesantía, pues de cada 19 mujeres, no se contrata a la siguiente porque la empresa se ve obligada a hacer una inversión en sala cuna. Sin duda sería muy positivo que este fuera uno de los proyectos emblemáticos de este gobierno.
Tampoco se habló nada con respecto a las críticas expresadas por los trabajadores, como las demandas en torno a AFP e Isapres, habría sido bueno que el Presidente se explayara sobre ese tipo de temas ya que existe un drama enorme en torno a ellos y en la incapacidad que se tiene de negociar colectivamente, un problema que se ha venido discutiendo en estos últimos dos meses.
Además soy partidario que el salario mínimo se determine de una vez por todas por tres o cuatro años, porque es una discusión que desgasta mucho a todos los sectores. Como tantas veces escuchamos este 21 de mayo, si queremos que Chile llegue a ser un país desarrollado de aquí al 2020 tenemos que determinar y ser honestos en cual es el salario mínimo de un país desarrollado.
En definitiva me preocupa que se hable de la economía de mercado, prefiero que se hable de la “economía social de mercado”, que el centro sea el hombre, que la economía esté al servicio del hombre y no viceversa, incorporando a los trabajadores en las decisiones de nuestro país.