En extremo preocupante resulta el informe de actualización de la cartera de proyectos de inversiones en minería en Chile publicado esta semana por Cochilco. En el se indica que del total de 45 proyectos informados en junio de 2012 con una inversión de US$104.300 millones de dólares, cifra ampliamente destacada por la autoridades de la minería nacional, en solo cinco meses ya han sido diferidos un total de 11 proyectos, representando esto una disminución de un 37,3 % en el total de la inversión proyectada, alcanzando con ello un valor de US$38.900 millones de dólares la postergación de la inversión.
Distintas son las razones, señala Cochilco, que generan esta disminución de nuestra cartera de inversiones mineras, que no necesariamente sacan a los proyectos del mercado sino que en la mayoría de los casos genera un retraso importante en su puesta en marcha, colocándolo en la calidad de diferido.
Una de las preocupaciones a destacar en el estudio es que prácticamente la totalidad de estos proyectos diferidos se encuentran en etapa de factibilidad lo cual hace presumir que las empresas ya han realizado una inversión relevante.
Otro detalle interesante del informe es que esta situación no afecta solo a inversiones del sector privado sino que también a la empresa estatal Codelco, la cual aporta a esta lista con dos proyectos por un total de US$ 7.041 millones de dólares.
Las razones principales argumentadas por las empresas que han tomado la decisión de suspender o retrasar estas inversiones, y destacadas por Cochilco en su informe, se refieren a factores externos tales como el asegurar un suministro eléctrico a costos inferiores a los actuales, perfeccionar sus estudios de impacto ambiental, o conseguir los permisos para las obras de infraestructura que requieren los proyectos, en algunos casos más de 800 como han señalado autoridades empresariales de la minería.
La situación antes descrita y generada en un plazo no superior a cinco meses no termina aquí , ya que gran cantidad de proyectos mineros se encuentran en este momento en etapa de reevaluación, lo cual podría hacer aumentar esta lista de eliminaciones y retrasos de manera importante, afectando negativamente los ingresos fiscales presupuestados para los próximos años, producto de la disminución en la recaudación fiscal por concepto de tributación minera, hipotecando así el esperado desarrollo de Chile.
La situación de estancamiento en la dictación de políticas públicas que resuelvan las trabas a la inversión en general en nuestro país está haciendo crisis, lo saben las autoridades del poder ejecutivo y legislativo, también los empresarios, el problema ya no se refleja en una mera expectativa sino que lo podemos palpar día a día en el sector.