Como Sociedad Nacional de Minería, organización que agrupa a la pequeña, mediana y gran minería del país, creemos que uno de los problemas más serios que enfrenta el desarrollo minero en Chile es la escasez de recursos hídricos en las regiones del norte, zonas mineras por excelencia. Como gremio, estamos convencidos de que para utilizar de manera cada vez más eficiente el agua disponible es clave que el mercado de este recurso funcione correctamente.
Ello, considerando la cartera de proyectos mineros que existe en el país para los próximos ocho años, que llega a US$65.000 millones.
La oferta de agua en el norte del país no es conocida a cabalidad. Por ello, es esencial el fácil acceso a información pública para conocer los precios, las transacciones del recurso, la identificación de los propietarios de los derechos respectivos y el abaratamiento de los costos de transacción, entre otros elementos claves para el correcto funcionamiento del mercado del agua.
Está demostrado que, en promedio, los consumos unitarios de este insumo por tonelada de mineral procesado en la minería del cobre se han reducido de manera importante. En efecto, cifras de la DGA y de Cochilco muestran mejoras muy importantes en la utilización del agua en dos de los procesos principales de la minería, como son la concentración de minerales y la hidrometalurgia.
Adicionalmente, está comprobado que la extracción de agua de la minería desde la Primera hasta la Sexta Región alcanza sólo al 5,2% del total, y que los derechos consuntivos de agua del sector minero representan solamente el 4,5% del total de aquellos otorgados para la misma zona.
Ahora, según un estudio reciente de Cochilco para el período 2006-2009, el sector minero, con menos del 2% del consumo de agua a nivel nacional, ha seguido mejorando sus indicadores de eficiencia en concentradoras.
En el último período, la industria ha logrado implementar nuevas tecnologías para un uso eficiente de dicho recurso, sin embargo, todavía existen desafíos importantes que enfrentar, especialmente en cuanto a la minimización de pérdidas del recurso, y, entre éstas, las derivadas de la evaporación, que no son menores.
Algunas iniciativa que se podrían emprender en el sector privado en conjunto con el compromiso del Estado para el desarrollo de soluciones de largo plazo son la construcción de tranques en la zona norte para el aprovechamiento de agua del invierno boliviano, la recarga de acuíferos y la adecuada fiscalización de extracciones del recurso por parte de usuarios que no respetan el derecho ajeno y se apropian de recursos que no les pertenecen.
Se requiere del esfuerzo común de todos los sectores interesados para determinar su disponibilidad, así como el liderazgo y compromiso de las autoridades pertinentes.
SONAMI participará y apoyará cada iniciativa con el fin de poder enfrentar de mejor forma los desafíos futuros, de manera que podamos seguir progresando como sector productivo y como país.