Y llegó junio. Mes en que quizás muchos trabajadores estarán desconcentrados durante su jornada laboral, -pues sabemos que debajo de la corbata y de la camisa todos escondemos al hincha acérrimo de la Selección Chilena – y es que después de 4 años, Chile nuevamente se la juega en tierras extranjeras por la anhelada Copa del Mundo.
Quizás, gran parte de los trabajadores estará físicamente en sus puestos de trabajo, pero sin duda, sus corazones se encontrarán en Brasil junto a la Roja.
Producto de este magno evento deportivo, se produce un gran dilema por los horarios en que son transmitidos los encuentros, porque durante este tiempo muchos nos encontramos cumpliendo jornadas laborales, pero lo importante ante esta situación, es darles a nuestros trabajadores la oportunidad de ver los partidos de fútbol, siempre que esto no genere trastorno alguno en la empresa.
Si damos esta posibilidad, evitaremos que la tasa de accidentes aumente por trabajadores que están pensando en el deporte que los hipnotiza y no en la máquina que están operando.
Soy partidario de poner tarjeta roja a los Jefes que no dejen ver los partidos de la Selección a sus trabajadores, no hay que quitarles esa posibilidad, porque si Chile gana, nuestros trabajadores estarán felices y si el entusiasmo generado después de un triunfo se canaliza de buena manera podemos emplearlo en mayores niveles de productividad.
Pese a que Chile vive un clima efervescente en cuanto a cambios, educacionales, reforma tributaria y aborto terapéutico, es en estos tiempos cuando se desvía un poco la atención y nos olvidamos por algunos momentos de nuestras diferencias, abrazamos al del lado o nos olvidamos del que fue nuestro enemigo, porque finalmente, el fútbol se convierte en nuestro punto de conciliación.
Los jugadores de la Roja en este mundial se han convertido en verdaderos “exportadores de sueños”, pues llevaron a tierras cariocas el sueño de todo un país que espera impaciente que se haga realidad.
Ante esto, lo menos que podemos hacer es apoyarlos desde nuestros puestos de trabajo, desde las calles o desde algún bar, pues será el momento para unirnos por los colores de la patria y gritar por ese ansiado y esperado gol.
¡Viva Chile, Viva la Selección y Vivan los Exportadores!