Un joven músico me escribía desde Europa. La columna deja muchas preguntas interesantes por responder.¿Cómo la música incide en la inteligencia? Lo que llamamos música es una serie de procesos integrados (melodía, armonía, ritmo) ¿Cada uno de estos procesos incide sobre la inteligencia o es el todo? Hay músicas que son eminentemente ritmo, mientras otras son eminentemente melódicas; solo unas pocas son eminentemente armónicas y sólo la llamada música docta combina las tres de una forma altamente elaborada.
Entonces ¿qué tipo de música desarrolla la inteligencia? ¿Por qué la música ha sido relegada en la educación chilena? ¿En qué aspectos de la música la escuela debiera enfocarse, y en cuál los padres?
Desde mi mirada , a la hora de hablar de inteligencia, todo lo que implica HACER MÚSICA, vale decir, ejecutar un instrumento ( o educar la propia voz para el canto) de modo sistemático día tras día, año tras año, leyendo su particular lenguaje cifrado, potencia la inteligencia a través de varios mecanismos cerebrales.
Por una parte, las refinadas habilidades motrices asociadas a la ejecución del instrumento musical y la igualmente refinada lectura de un lenguaje tan sofisticado como es la escritura musical, establecen en el cerebro nuevas y particulares conexiones que cruzan velozmente de un hemisferio a otro y desde ellos hacia el cerebelo y luego de regreso.
Metafóricamente, es como llenar una ciudad de autopistas que incrementan la eficiencia de las complejas tareas que llevan a cabo los habitantes de esa ciudad. Y la inteligencia cognitiva es esencialmente eso: eficiencia en el pensar, en asociar estímulos de modo convergente y divergente, en crear.
La mente inteligente es como un lente zoom. Abarca mucho más que el resto de las mentes, integra, asocia y es altamente original y creativa. Por otra parte, hacer música potencia el desarrollo de las funciones ejecutivas, un conjunto de habilidades cerebrales orientadas al logro de un objetivo.
De ellas deriva el desarrollo del carácter, el gran olvidado de nuestra sociedad actual: ser perseverante, fijarse metas y trabajar para lograrlas incluso a través de costos personales.
Ahora bien, la música docta influye mucho más sobre la inteligencia humana que el hacer música rítmica, melódica o armónica por separado, porque ella integra estos tres aspectos y porque llega más allá de la inteligencia, adentrándose en lo más sofisticado de la sensibilidad humana, activando ciertos canales internos, latentes en esa extensa parte de nuestro cerebro que sólo se activa en quienes meditan o que son seres iluminados.
Activar dichos canales nos hace sensibles a la verdadera belleza, a la armonía (que es lo mismo que la belleza verdadera).Nos conecta con la totalidad unitaria de la existencia.
Entonces, mi sueño en el ámbito de la educación escolar es incorporar a todos los niños tempranamente a la escucha musical docta y ofrecer a muchos niños la posibilidad de conocer y ejecutar música docta ( al estilo de la Pedagogía Waldorf) de modo también temprano.
Pero esta tarea debe articularse con el papel de la familia, la cual debe ofrecer a los niños experiencias musicales de calidad , como plantea Pedro Pagliai en la discusión.
Y aquí surge entonces con fuerza el tema de la equidad: aquellos niños que provienen de familias que , por uno u otro motivo, les privan de vivir estas experiencias de modo habitual deberían recibir en sus escuelas oportunidades tempranas – desde el jardín Infantil – de escucha y de ejecución musical, ojalá incorporadas en el currículo, al estilo de muchos países europeos.
Y debe articularse con el papel de la sociedad en su conjunto. Necesitamos iniciativas que lleven la música docta a todos los sectores, esta música no puede continuar siendo privativa de las élites sino igualitaria y gratuita. Tal como la educación escolar.
Finalmente, estas reflexiones apuntan a aspectos esencialmente logísticos, tanto relacionados con los aires de renovación y cambio en educación escolar como en los objetivos que deben animar en la creación de nuevas orquestas infantiles a lo largo de Chile.