12 sep 2012

Salvador Allende, masón

La reedición del libro de Juan Gonzalo Rocha arroja luz sobre una faceta generalmente olvidada o no tomada suficientemente en cuenta, de Salvador Allende como hombre público. La primera edición sirvió para importantes biografías sobre el personaje, como la de Jesús Manuel Martínez.

Con evidente simpatía por Salvador Allende y por la Masonería, el autor escribe una obra seria, sin panegíricos, con documentos poco conocidos.

De ella se puede extraer información sobre la formación, el ideario masónico y el compromiso ético de Allende, quien se inició siendo un joven médico en la Logia Progreso en Valparaíso, para pasar luego a la logia Hiram 65 en Santiago, de la cual llega a ser Venerable Maestro. Seguía una tradición familiar que se remontaba a su padre y a su abuelo, quien fuera Gran Maestro de la Masonería.

En su trayectoria pública, sin embargo, siempre hubo una tensión entre la labor en los talleres y las tareas profanas derivadas de su compromiso político en el Partido Socialista: disputas en el PS y problemas en la Masonería, la que también se ve impactada por los cambios de la época en la década de los 60.

Si bien el autor no se detiene a analizar esos conflictos, hay muestras de ellos en el libro.La Masonería demora dos años en aceptar a Allende en sus filas; renuncia de Salvador Allende a la Logia en 1965 y rechazo unánime de la misma; protestas de dirigentes de la Masonería por la presencia de Allende en los trabajos de las Logias y, por fin, disolución de la logia Hiram 65 en 1974, muchos de cuyos miembros compartían los mismos ideales políticos que Allende.

Al preparar este comentario me asaltaban profundas interrogantes. ¿Se puede hablar del libro de J.G. Rocha sin referirse a la figura histórica de Allende?

A poco andar acepté la imposibilidad de distinguir entre la obra y el personaje. Y luego, ¿cómo hacerlo en forma pertinente cuando conocemos el desenlace de lo ocurrido?

A Salvador Allende sólo lo conocía de lejos hasta que me nombró subsecretario de Justicia en 1970. Mantuve con él una estrecha y entrañable relación durante todo su Gobierno, aun cuando al final no tenía un cargo público.

Esos años han marcado mi vida y más allá de los avatares políticos, permanece en mí una profunda admiración por Allende como ser humano.Estuve a solas con él 15 días antes del golpe militar tomando desayuno en Tomás Moro, y el 10 de septiembre por la tarde intenté hablar infructuosamente con él en La Moneda. Para mí resulta imposible ser objetivo, como es un dato de la causa, la reflexión política que maduró en esos años y se desarrolló luego en el exilio y durante la transición a la democracia.

Permítanme, ahora, algunas reflexiones que me ha suscitado la lectura del libro que comentamos.

En primer lugar, surgen prístinas las profundas convicciones democráticas de Salvador Allende, que guardan estrecha relación con su formación masónica. Su pensamiento y su actuar se ubican en el cruce entre la tradición liberal y la socialista.

Esa actitud correspondía a la práctica de la izquierda chilena, pero no tuvo una expresión teórica madura, especialmente debido al impacto de la Revolución Cubana, tal como ocurrió en toda América Latina. A diferencia, por ejemplo, de Italia donde partiendo por Croce y pasando por Turati, Mateotti y Roselli llega hasta N. Bobbio, para no hablar de la evolución del Partido Comunista.

La debilidad del pensamiento liberal entre nosotros se debe tal vez a la falta de madurez de nuestras sociedades y al contradictorio impacto de los EE.UU. y su ideario de independencia. Esta carencia ha influido en desvaríos políticos como los de Vasconcellos en México o en los juicios de Mariátegui frente a Benedetto Croce, profesor tanto de Gramsci como Gentile, ambos impulsores del comunismo y del fascismo.

En América Latina o se abandona el socialismo por el liberalismo como Vargas Llosa o viceversa; por ejemplo Mariátegui en sus escritos en la revista Amauta. Salvador Allende, en cambio, se mantuvo fiel a ambas componentes de su pensamiento, y por eso trascendió a su tiempo.

Consecuente con ese bagaje cultural, Allende diseña un proyecto político de transformación social original, que pretende combinar democracia y socialismo tanto en los métodos como en la búsqueda de un nuevo tipo de sociedad.

Su polémica larvada es con quienes quieren copiar en Chile los métodos de la Revolución Cubana y para ello recurre a interpretaciones originales del pensamiento de Marx, sin referencias a la evolución del socialismo europeo. Lo hace en plena guerra fría y conflicto chino-soviético, cuando por el mundo soplan vientos de rebeldía juvenil en los 60 y la lucha de Vietnam cautiva a los jóvenes. Era una época en que el marxismo constituía un paradigma central para las izquierdas.

Salvador Allende mantuvo una vida masónica activa, aunque en varios períodos en “sueño”; realizaba permanentes visitas a las logias en Chile y en los países latinoamericanos que visitaba, incluso siendo Presidente de la República.

Buscó en la Orden comprensión para su proyecto y respaldo en su compromiso, y luego apoyo para una salida a la crisis que vivía Chile, como lo demuestra la asistencia a la Logia Mosaico 125 el 6 de septiembre de 1973. No logró, sin embargo, que los masones masivamente respaldaran su intento de cambio ni que la Masonería jugara un papel moderador decisivo. Juan Gonzalo Rocha incluye diversos testimonios y entrevistas en que se reitera que elegido un Presidente masón, debe mantenerse una distancia entre Morandé 80 y Marcoleta 659.

Esas diferencias de criterio se hicieron patente una vez ocurrido el golpe militar. Las divisiones irreconciliables que había en la sociedad chilena de entonces se manifestaron también en la Orden, que como tal, se cuidó de sufrir una persecución semejante a la que padeció con el régimen de Franco en España.

Durante el gobierno de la Unidad Popular se pueden distinguir dos etapas bien diferentes: el gran impulso inicial hasta fines de 1971 y el desarrollo de la crisis y la búsqueda de una salida democrática. Poco habla el libro sobre Allende como político en esas diferentes coyunturas. Sí nos trae luces sobre la trágica escenificación del desenlace del Presidente muerto en la Moneda la mañana del 11 de septiembre de 1973.

El libro en dos ocasiones remite al recuerdo que Allende tenía de la valiente actitud de Pedro Aguirre Cerda frente al conato militar del Ariostazo. Sus expresiones, sin duda, sirvieron de inspiración a Allende para el discurso en el Estadio Nacional despidiendo a Fidel Castro de Chile y para ciertos pasajes de su última alocución.

Durante la UP Chile su sumergió en su propia profundidad como sociedad. Cayeron los velos de la mentira y surgió un país injusto y violento, que el Presidente no pudo conducir.

Hay que tener en cuenta que en el mundo se estaba preparando un fuerte cambio en dirección opuesta a la pensada por Allende: globalización de los mercados, revolución de las comunicaciones, unidas a la caída de la URSS, crisis del Estado de bienestar, el vuelco modernizador de China, la ola neoliberal y los regímenes de fuerza en América del Sur.

Hobsbawm ha escrito la historia del siglo XX – al que ha llamado el siglo de los extremos – y ha calificado con el adjetivo de corto, porque partiendo con la Primera Guerra Mundial y la Revolución Rusa, concluiría con el derrumbe del Muro de Berlín; para nosotros ese siglo también fue radical y terminó anticipadamente en 1973 con la muerte de Salvador Allende.

Este libro nos hace conocer una faceta importante de su pensamiento y de su acción. Su compromiso con la Masonería no fue adjetivo, ni secundario.De allí se nutre su adhesión a las libertades públicas, al pluralismo, a los principios y a los métodos democráticos. El ideal de realizar los cambios mediante el derecho haciendo que la sociedad civil y en general los ciudadanos den un nuevo brío a las instituciones democráticas mediante canales adecuados de participación, sigue siendo una exigencia vigente.

La crítica a la democracia que ha provocado la crisis internacional desde 2008 hasta ahora, especialmente en las nuevas generaciones, no es destructiva. No busca aniquilarla.

Por el contrario, se trata de devolverle su fuerza original, de remozarla para volver a conjugar efectivamente los ideales de libertad, igualdad y fraternidad.

Octavio Paz escribió: “Quisimos ser las hermanos de las víctimas y nos descubrimos cómplices de los verdugos, nuestras victorias se volvieron derrotas y nuestra gran derrota es quizá la semilla de una gran victoria que no verán nuestros ojos”.

En la búsqueda de nuevos paradigmas, bajo la presión de la acción política, quienes vivimos el drama de 1973 tuvimos una segunda oportunidad de comenzar a abrir las grandes alamedas. Y en ese caminar nos ha acompañado Allende.

Comentario al libro de Juan Gonzalo Rocha, Salvador Allende masón.

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  • http://www.facebook.com/people/Jorge-Silva/100001978148603 Jorge Silva

    Es un  aporte para conocer la  vida  de Salvador Allende,  imprescindible.
    bien por  Juan Gonzalo Rocha. Cabe  destacar en la  voz  del propio Allende, dirigiéndose a sus  hermanos,  dentro del templo  masonico en 1970, intervención que  viene en un  CD junto  con  el  libro, es verdaderamente, impactante

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    Es un  aporte para conocer la  vida  de Salvador Allende,  imprescindible.
    bien por  Juan Gonzalo Rocha. Cabe  destacar en la  voz  del propio Allende, dirigiéndose a sus  hermanos,  dentro del templo  masonico en 1970, intervención que  viene en un  CD junto  con  el  libro, es verdaderamente, impactante

  • http://www.facebook.com/profile.php?id=100001217934720 Agustin Soto Margas

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  • http://www.facebook.com/nelsonacho Nelson Ignacio

    Tengo el libro,el comentario bien ajustado a lo escrito,muy recomendable de leer se puede encontrar en cualquier librería,le hace justicia a la verdadera dimensión humana de Allende, llena de valores laicos y humanistas, de profundo arraigo histórico en la repúblicas del mundo. ademas fue un tipo consecuente y comprometido, no la burda caricatura dirigida en su contra,que desde años se ha empeñado con esmerado odio y rencor en ensuciar su honra,sin embargo no podrán porque este Sr fue transversal y esta en el corazon de muchos chilenos y para mal de sus bajas intenciones ya trascendio la historia chilena,lean el libro es esclarecedor.

  • http://www.facebook.com/nelsonacho Nelson Ignacio

    Tengo el libro,el comentario bien ajustado a lo escrito,muy recomendable de leer se puede encontrar en cualquier librería,le hace justicia a la verdadera dimensión humana de Allende, llena de valores laicos y humanistas, de profundo arraigo histórico en la repúblicas del mundo. ademas fue un tipo consecuente y comprometido, no la burda caricatura dirigida en su contra,que desde años se ha empeñado con esmerado odio y rencor en ensuciar su honra,sin embargo no podrán porque este Sr fue transversal y esta en el corazon de muchos chilenos y para mal de sus bajas intenciones ya trascendio la historia chilena,lean el libro es esclarecedor.

  • Miguel Ossandón Durán

    Lo felicito, usted es un tremendo intelectual…y Allende un héroe de la patria.

  • Miguel Ossandón Durán

    Lo felicito, usted es un tremendo intelectual…y Allende un héroe de la patria.

  • Orozimbo

    Conozco el libro en su primera edición e igual conozco al autor, el periodista Juan Gonzalo Rocha, con quien conversé en abril pasado en Concepción.
    Rocha efectuó un trabajo investigativo buenísimo, obteniendo y accediendo a documentación inédita; su trabajo no toma la distancia extrema de la fialdrad, ni la pasión panegírica, une lo objetivo con la demostración en simpatía de una faceta hasta ahora poco conocida y menos profundizada de la existencia de Salvador Allende, su vinculación y relación con la Francmasonería.
    Para 1982 estuvé en Colombia, y hubo una persona que me habló de haber oído a Allende, cuando era Presidente de Chile, en una alocución que lo impactó, en la sede de la Gran Logia de Bogotá, en un recinto no muy grande. Ese mismo señor me comentó que al ingresar al lugar del templo, Allende dio instrucciones precisas a guardaespaldas chilenos y colombianos, que intentaron resistirse a su petición, de quedarse afuera y ninguno de ellos ingresó, así que adentro estuvo totalmente  solo en cuanto aprotección y escolta, como un invitado importante solamente.

  • Orozimbo

    Conozco el libro en su primera edición e igual conozco al autor, el periodista Juan Gonzalo Rocha, con quien conversé en abril pasado en Concepción.
    Rocha efectuó un trabajo investigativo buenísimo, obteniendo y accediendo a documentación inédita; su trabajo no toma la distancia extrema de la fialdrad, ni la pasión panegírica, une lo objetivo con la demostración en simpatía de una faceta hasta ahora poco conocida y menos profundizada de la existencia de Salvador Allende, su vinculación y relación con la Francmasonería.
    Para 1982 estuvé en Colombia, y hubo una persona que me habló de haber oído a Allende, cuando era Presidente de Chile, en una alocución que lo impactó, en la sede de la Gran Logia de Bogotá, en un recinto no muy grande. Ese mismo señor me comentó que al ingresar al lugar del templo, Allende dio instrucciones precisas a guardaespaldas chilenos y colombianos, que intentaron resistirse a su petición, de quedarse afuera y ninguno de ellos ingresó, así que adentro estuvo totalmente  solo en cuanto aprotección y escolta, como un invitado importante solamente.

  • http://www.facebook.com/people/Fidel-Cueto/1170772635 Fidel Cueto

    El mejor homenaje es continuar con los principios y valores que han inspirado al homenajeado, para que no quede solo en una fecha de conmemoración, sino en una acción continua en la dirección que se predica. La negociación con el sistema, quizás por temor haya sido necesaria, pero hace bastante tiempo que ya se deberían haber terminado los miedos y los “próceres” de dicha negociación deberían, (si es que así lo sienten), haber cambiado el interruptor. Ya no es aceptable continuar con esta inercia y se hace imprescindible que esta “izquierda” que en estas fechas nombra a Allende como figura propia, por fin haga lo que él hubiese hecho en las circunstancias actuales, de acuerdo a los principios y valores, que son jugarse la vida por los que han sido desamparados social, cultural y económicamente y por una verdadera democracia, no como la que vivimos en Chile. José Antonio, lamentablemente, muchos como yo te vemos como un lacayo mas del sistema y creo en mi fuero interno, que esto te debería desacomodar y sería un buen indicio de que algo pasa en tu interior. Por el contrario, si no hay reacción, quiere decir que disfrutas mucho tu posición actual y políticamente has pasado a engrosar las filas de la derecha conservadora, (como ha demostrado la gran mayoría de la concertación en los últimos 15 años). 

  • http://www.facebook.com/people/Fidel-Cueto/1170772635 Fidel Cueto

    El mejor homenaje es continuar con los principios y valores que han inspirado al homenajeado, para que no quede solo en una fecha de conmemoración, sino en una acción continua en la dirección que se predica. La negociación con el sistema, quizás por temor haya sido necesaria, pero hace bastante tiempo que ya se deberían haber terminado los miedos y los “próceres” de dicha negociación deberían, (si es que así lo sienten), haber cambiado el interruptor. Ya no es aceptable continuar con esta inercia y se hace imprescindible que esta “izquierda” que en estas fechas nombra a Allende como figura propia, por fin haga lo que él hubiese hecho en las circunstancias actuales, de acuerdo a los principios y valores, que son jugarse la vida por los que han sido desamparados social, cultural y económicamente y por una verdadera democracia, no como la que vivimos en Chile. José Antonio, lamentablemente, muchos como yo te vemos como un lacayo mas del sistema y creo en mi fuero interno, que esto te debería desacomodar y sería un buen indicio de que algo pasa en tu interior. Por el contrario, si no hay reacción, quiere decir que disfrutas mucho tu posición actual y políticamente has pasado a engrosar las filas de la derecha conservadora, (como ha demostrado la gran mayoría de la concertación en los últimos 15 años). 

  • Julia Amelia Castillo Bozo

    Un gran presidente ,cuyo legado se ha mantenido inalterable, y que nadie ha podido superar.