20 feb 2012

Viña no tiene festival

El Director de Turismo y Relaciones Públicas de la Municipalidad de Viña del Mar en 1960, el descendiente de genovés Carlos Ansaldo, tenía en la retina el Festival de SanRemo, iniciado en 1951 en la Región Liguria (Italia), cuando tomó la iniciativa de echar a andar el evento viñamarino que año tras año pone el broche de cierre a las vacaciones de verano en nuestro país.

Ansaldo sabía que el certamen italiano estaba sosteniendo e impulsando lo que rápidamente se convirtió en la poderosa industria musical que hegemonizó sin contrapeso el mundo del espectáculo y de la producción musical y discográfica hasta la aparición de los Beatles, punto de quiebre universal en este próspero mercado.

Por eso, en sus inicios, el Festival de Viña del Mar se centró en la competencia y no en el show, para estimular la creación de un estilo musical chileno que diera paso a una industria discográfica.

Hasta 1967 sólo se aceptaban propuestas musicales de autores chilenos.

No fue casualidad entonces que el primer animador de este evento haya sido el locutor y productor artístico Ricardo García, de gran trayectoria en la creación de movimientos musicales en nuestro país, y del también locutor Raúl Matas, creador de un estilo inconfundible de calidad y de pulido lenguaje en la radio difusión nacional de hasta 30 años atrás. Se trataba de impulsar una industria cultural hasta el momento muy incipiente.

Fue así como los temas ganadores de esas primeras ediciones festivaleras trascendieron las fronteras como el caso de la canción “Comunicando”, que en 1960 interpretó Arturo Millán, obteniendo un premio en Viña y ganando nada menos que el primer lugar en el Festival de la Canción española de Benidorm, Valencia.

Empezaba a florecer una nueva realidad en la que los artistas chilenos podían acceder a los principales escenarios mundiales, estimulados por este magnífico evento viñamarino. Así llegó Antonio Prieto a SanRemo, invitado especialmente a compartir con el gran Gino Paoli la interpretación de una canción en competencia: “Ieri ho incontrato mia madre” (Ayer encontré a mi madre).

Ese antiguo Festival de Viña, que sí era festival, sembró hacia el futuro, incluso para las décadas en las cuales la televisión lo estaba mutando hacia el show para la pantalla y el “rating”. Son inolvidables las creaciones musicales de Julio Zegers (1970, 1973), Fernando Ubiergo (1978) y Juan Carlos Duque (1982) que, desde la Quinta Vergara, se instalaron en nuestra historia musical.

Pero mientras Viña derivaba en un mero espectáculo de prolongadísima duración y abandonaba la finalidad que le había señalado su fundador Ansaldo, en sentido exactamente contrario, SanRemo reforzaba su carácter de promotor de la canción italiana y fundaba la “Accademia di SanRemo” o la SanRemo Productions Academy, institución formadora de grandes valores musicales italianos, como un polo de perfeccionamiento que busca transformar el talento en profesión.

Es cierto. Sanremo no es el mismo de los ’60 y los ’70 pero sigue gravitando en el lanzamiento de los más grandes de la música italiana como las estrellas actuales: Andrea Bocelli, Laura Pausini, Zucchero, Eros Ramazzotti y Tiziano Ferro, entre otros. Pero también influye indirectamente en grandes cantantes internacionales a través de sus canciones.

El ejemplo más claro y más reciente es el cover “No me ames”, la mejor tarjeta de presentación de Jennifer López y Mark Anthony, composición original de Aleandro Baldi quien ganó la edición juvenil de SanRemo 1992 con este tema (Non amarmi) cantado con Francesca Lotta.

Y para muestra, un botón.

En 2010 Viña del Mar, en un giro nostálgico, eligió a la mejor canción de todos los festivales del mundo, poco antes del terremoto del 27F: Ganó “Nel blu dipinto di blu (Volare)”, ganadora de SanRemo 1958 en las versiones de Domenico Modugno y Johnny Dorelli. Italia ha ganado 8 ediciones del Festival de Viña, ubicándose en el segundo lugar después de Chile, obviamente.

Viña ya no tiene Festival. Si los músicos chilenos quieren despegar, Viña ya no fue.

Es hora de que la Sociedad Chilena del Derecho de Autor, SCD, y muchos más empiecen a mirar la experiencia de Sanremo y a buscar nuevos derroteros para retomar la senda del “tano” viñamarino Carlos Ansaldo.

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  • http://www.facebook.com/profile.php?id=654315111 Marcela Amaya

    Agradezco una columna bien documentada y argumentada. Por supuesto, hace muchísimo que Viña no es más que otro programa de farándula. Quizás para aquellos que se desempeñan en ese mundillo sí sea un trampolín, pero para la música nacional, no. 

  • http://www.facebook.com/profile.php?id=654315111 Marcela Amaya

    Agradezco una columna bien documentada y argumentada. Por supuesto, hace muchísimo que Viña no es más que otro programa de farándula. Quizás para aquellos que se desempeñan en ese mundillo sí sea un trampolín, pero para la música nacional, no. 

  • Anónimo

    Exacto , el festival ya no comunica nada  ni trasciende , y lo peor es que no es raro con lo que se difunde en el país por los medios de comunicación, cultura y espectáculo seguimos cayendo en picada . Lo bueno se ha terminado , falta dominio del oficio  y buen gusto para presentar un buen espectáculo. 

  • RuizMnica

    Exacto , el festival ya no comunica nada  ni trasciende , y lo peor es que no es raro con lo que se difunde en el país por los medios de comunicación, cultura y espectáculo seguimos cayendo en picada . Lo bueno se ha terminado , falta dominio del oficio  y buen gusto para presentar un buen espectáculo. 

  • Anónimo

    Comparto la opinión, y no sólo en este evento sino en general en muchos eventos que han nacido con un objetivo cultural y que va en beneficio a la evolución de pueblos y a la propia mentalidad, se han convertido en eventos que simulan una hermandad, pero en realidad van enfocado netamente a lo comercial, en especial en Chile.. algunos de éstos ejemplos son en las fiestas de la cerveza, ferias libres, y ahora comienza a pasar con mi querido barrio en el cual he nacido (Barrio Italia), en donde se comienza a rentabilizar con nosotros residentes como un espectáculo de atracción de un circo para que algunas tiendas puedan vender sus productos;  Esta diferencia entre eventos que se hacen y que se rentabilidad lo pude descubrir al estar en italia, viviendo con gente que realmente crean eventos para los mismos ciudadanos; cada uno participa para que sea un evento de todos y a pesar que hayan ferias se siente otra esencia, otra identidad en la cual ya no sabes que es público y que es privado y que todos convidan a un ambiente de celebración.. eso lo vi en el correo estoico medievale de un pueblo perdido en el tiempo al sur de Italia.. Es ahí donde puedo comparar que muchas actividades que dicen ser culturales son solo una fachada para un comercio netamente en mirar cifras números y no ser un comercio de necesidades o utilidades que realmente valen la pena desarrollar.. algo similar pasa en Argentina.. con las vendimias que nacen de un sector y entre todos contribuyen a hacer algo agradable.. aquí en chile las vendimias, eventos ferias son solo pinceladas culturales y realmente refleja la mentalidad muy reducida a sólo convertir acciones en dinero. Agradezco mucho Giacomo Marasso por tu opinión. El festival de San Remo es un espectáculo sólido.. lo de Viña a la actualidad es solo una “gelatina cultural” o un “jurel tipo Salmón” de la idiosincracia chilena.

  • Gabrieldechile

    Comparto la opinión, y no sólo en este evento sino en general en muchos eventos que han nacido con un objetivo cultural y que va en beneficio a la evolución de pueblos y a la propia mentalidad, se han convertido en eventos que simulan una hermandad, pero en realidad van enfocado netamente a lo comercial, en especial en Chile.. algunos de éstos ejemplos son en las fiestas de la cerveza, ferias libres, y ahora comienza a pasar con mi querido barrio en el cual he nacido (Barrio Italia), en donde se comienza a rentabilizar con nosotros residentes como un espectáculo de atracción de un circo para que algunas tiendas puedan vender sus productos;  Esta diferencia entre eventos que se hacen y que se rentabilidad lo pude descubrir al estar en italia, viviendo con gente que realmente crean eventos para los mismos ciudadanos; cada uno participa para que sea un evento de todos y a pesar que hayan ferias se siente otra esencia, otra identidad en la cual ya no sabes que es público y que es privado y que todos convidan a un ambiente de celebración.. eso lo vi en el correo estoico medievale de un pueblo perdido en el tiempo al sur de Italia.. Es ahí donde puedo comparar que muchas actividades que dicen ser culturales son solo una fachada para un comercio netamente en mirar cifras números y no ser un comercio de necesidades o utilidades que realmente valen la pena desarrollar.. algo similar pasa en Argentina.. con las vendimias que nacen de un sector y entre todos contribuyen a hacer algo agradable.. aquí en chile las vendimias, eventos ferias son solo pinceladas culturales y realmente refleja la mentalidad muy reducida a sólo convertir acciones en dinero. Agradezco mucho Giacomo Marasso por tu opinión. El festival de San Remo es un espectáculo sólido.. lo de Viña a la actualidad es solo una “gelatina cultural” o un “jurel tipo Salmón” de la idiosincracia chilena.

  • http://twitter.com/giacomomarasso giacomo marasso

      El periodista Giacomo Marasso tiene razón, la esencia del Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar, se ha desnaturalizado, el proyecto del Alcalde Gustavo Lorca, del Director de Turismo y Relaciones Públicas Carlos Ansaldo y del músico Izidor Handler entre otros pioneros, ya no es una competencia de canciones de grandes compositores e intérpretes de todos los confines del mundo, sino solo un show con artistas populares del momento, a veces “flores de un día”, estrellas archivistas o bien artistas consagrados pero de decenios atrás, tipo Paul Anka, Salvatore Adamo, o Nicola Di Bari.
                       La competencia es el momento en que público va a comer algo, o a “refrescarse” …al baño. Los grandes compositores como Bebu Silvetti, Manuel Alejandro, José Luis Perales, etc., que tienen su trabajo asegurado y comprometido, no les interesa competir en un certamen donde los jurados, suelen ser figuritas de la farándula, de programas juveniles, o incluso futbolistas de moda.
                        También los soberbios preseleccionadores han dejado de lado composiciones del propio Julio Iglesias, que no les agradó y el gran cantante español desde entonces no viene a Viña del  Mar o de Gloria Stefan, cuyo tema lo interpretaría un “negrito que no lo conocía nadie”… nada menos que Jon Secada.
                         No pretendo negar la importancia que tiene el festival para el turismo de Viña del Mar, en estos días son cientos, incluso miles los fans y visitantes que llegan a nuestra ciudad, con un positivo impacto en el comercio, la hotelería y la gastronomía local, marcando el final efectivo del verano y de las vacaciones. La ciudad-jardín es otra luego del Festival, recuperando su ritmo normal, ya superado el fenómeno sociológico y mediático del gran show del verano. Es increíble la cantidad de páginas, suplementos especiales en prensa y revistas, programas de TV referidos al certamen y despliegue de radios nacionales y extranjeras.
                      Finalizado el Festival, calabaza, calabaza, todos para la casa y si te he visto no me acuerdo. Recuerdan ustedes: ¿qué país ganó el festival del 2011, cuál era el nombre de la canción ganadora, cómo se llamaba el intérprete. quien fue el más popular, cuál era el nombre de la reina del último festival.? ¿ No se acuerda? Yo tampoco. Y lo digo con el conocimiento de haber vivido el festival por dentro, antes de ser privatizado entregándolo al arbitrio de los canales de la televisión abierta.
     
    Daniel Lillo de la Cuadra
    Periodista
    Director de Turismo y Relaciones Públicas
    I.Municipalidad de Viña del Mar ( 1990 – 1998)

  • http://twitter.com/giacomomarasso giacomo marasso

      El periodista Giacomo Marasso tiene razón, la esencia del Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar, se ha desnaturalizado, el proyecto del Alcalde Gustavo Lorca, del Director de Turismo y Relaciones Públicas Carlos Ansaldo y del músico Izidor Handler entre otros pioneros, ya no es una competencia de canciones de grandes compositores e intérpretes de todos los confines del mundo, sino solo un show con artistas populares del momento, a veces “flores de un día”, estrellas archivistas o bien artistas consagrados pero de decenios atrás, tipo Paul Anka, Salvatore Adamo, o Nicola Di Bari.
                       La competencia es el momento en que público va a comer algo, o a “refrescarse” …al baño. Los grandes compositores como Bebu Silvetti, Manuel Alejandro, José Luis Perales, etc., que tienen su trabajo asegurado y comprometido, no les interesa competir en un certamen donde los jurados, suelen ser figuritas de la farándula, de programas juveniles, o incluso futbolistas de moda.
                        También los soberbios preseleccionadores han dejado de lado composiciones del propio Julio Iglesias, que no les agradó y el gran cantante español desde entonces no viene a Viña del  Mar o de Gloria Stefan, cuyo tema lo interpretaría un “negrito que no lo conocía nadie”… nada menos que Jon Secada.
                         No pretendo negar la importancia que tiene el festival para el turismo de Viña del Mar, en estos días son cientos, incluso miles los fans y visitantes que llegan a nuestra ciudad, con un positivo impacto en el comercio, la hotelería y la gastronomía local, marcando el final efectivo del verano y de las vacaciones. La ciudad-jardín es otra luego del Festival, recuperando su ritmo normal, ya superado el fenómeno sociológico y mediático del gran show del verano. Es increíble la cantidad de páginas, suplementos especiales en prensa y revistas, programas de TV referidos al certamen y despliegue de radios nacionales y extranjeras.
                      Finalizado el Festival, calabaza, calabaza, todos para la casa y si te he visto no me acuerdo. Recuerdan ustedes: ¿qué país ganó el festival del 2011, cuál era el nombre de la canción ganadora, cómo se llamaba el intérprete. quien fue el más popular, cuál era el nombre de la reina del último festival.? ¿ No se acuerda? Yo tampoco. Y lo digo con el conocimiento de haber vivido el festival por dentro, antes de ser privatizado entregándolo al arbitrio de los canales de la televisión abierta.
     
    Daniel Lillo de la Cuadra
    Periodista
    Director de Turismo y Relaciones Públicas
    I.Municipalidad de Viña del Mar ( 1990 – 1998)

  • Tani Amaya

    Y claro que no lo tiene, como bien relatas.

    Y como bien recuerdas.

    Entonces el circo comienza en que se ¿obliga? a Chile entero a pasar un rato mirando un espectáculo decadente con animadores sobre actuados, llevamos dos días hablando de la patética gala, de los vestidos, un señor X pontificando groseramente sobre el presunto mal gusto de las “estrellas”.

    Por favor, el color, el estilo, el escote, el faldón, el pliegue, da lo mismo con tal que se vean estupendas, lo demás es una estupidez, todo lo que dijo el señor X y que los periodistas repitieron, es una bobería.

    Sanremo, como lo escriben los italianos es maravilloso, es un festival de canciones no un show latero con humoristas  groseros y sin ingenio, cantantes de medio pelo, grupos en su mayoría mediocres.

    Ahora, Luis Miguel el adorado, está bien… pero por favor, guardemos las proporciones… todos los medios , todos, colgados del tema…Un aburrimiento, una lata, por eso el cable, aunque malo , es una alternativa para evadirse. El otro día el de VTR tenía la misma película en tres de los canales y a la misma hora. Tema distinto.

    Volviendo a Viña, se perdió el encanto, la poesía, la competencia y lo más importante, la oportunidad para conocer a los artistas chilenos….

    Bien Maraso

  • Tani Amaya

    Y claro que no lo tiene, como bien relatas.

    Y como bien recuerdas.

    Entonces el circo comienza en que se ¿obliga? a Chile entero a pasar un rato mirando un espectáculo decadente con animadores sobre actuados, llevamos dos días hablando de la patética gala, de los vestidos, un señor X pontificando groseramente sobre el presunto mal gusto de las “estrellas”.

    Por favor, el color, el estilo, el escote, el faldón, el pliegue, da lo mismo con tal que se vean estupendas, lo demás es una estupidez, todo lo que dijo el señor X y que los periodistas repitieron, es una bobería.

    Sanremo, como lo escriben los italianos es maravilloso, es un festival de canciones no un show latero con humoristas  groseros y sin ingenio, cantantes de medio pelo, grupos en su mayoría mediocres.

    Ahora, Luis Miguel el adorado, está bien… pero por favor, guardemos las proporciones… todos los medios , todos, colgados del tema…Un aburrimiento, una lata, por eso el cable, aunque malo , es una alternativa para evadirse. El otro día el de VTR tenía la misma película en tres de los canales y a la misma hora. Tema distinto.

    Volviendo a Viña, se perdió el encanto, la poesía, la competencia y lo más importante, la oportunidad para conocer a los artistas chilenos….

    Bien Maraso

  • http://www.facebook.com/heroinadeasperger Belen Gutierrez

    Es unas de las columnas más hermosas, valiente de un sabio periodista, don giacomo usted deberia hacer una biografia de toda la vida suya de un italiano que es un apasionado en chile que seria el titulo:-” Memoria de pasta y del vino” Bueno de la historia del festival es un gran documento, saludos afectuosos y buena columna.