De acuerdo a las estadísticas, se ha dicho que hubo un 60% de abstención en materia de votación.
Personalmente soy un convencido que la mejor manera de expresar la voluntad ciudadana es a través del voto voluntario, una opción soberana y libre es más profunda que muchas expresiones realizadas por obligación.
Sin embargo, creo que habría un gran segmento de votantes si se permitiera a los que se encuentran privados de libertad, tal como lo consigna la ley, no condenados a penas aflictivas, a expresar su derecho ciudadano.
Entiendo que esto no se hace por simple comodidad del Servicio Electoral, ya que los obligaría a implementar las condiciones requeridas para tal efecto, dentro de los recintos penales.
Por otra parte, si los gobiernos de turno tuvieran especial preocupación por quienes se encuentran al interior de estos centros, como por ejemplo: atención médica y dental oportuna, capacitación, baños dignos, celdas higiénicas, rehabilitación y recuperación social, sus familiares se sentirían comprometidos a favorecer a quienes han tenido una real y manifiesta preocupación por dignificar y humanizar a estos recintos privativos de libertad.
No olvidemos que el segmento de quienes cumplen condena supera las 100.000 personas, si a eso sumamos quienes se vinculan con ellos, tanto familia, vecinos y amistades, póngale número usted…