En condiciones de ser ley quedó la Factura electrónica, instrumento que fue aprobado en el Congreso por 87 votos contra una abstención y cuya publicación en el Diario Oficial no debe exceder los próximos diez días.
La Asociación de empresas chilenas de tecnologías de la información, ACTI, fue gran promotora de esta iniciativa ya que no sólo contribuirá a disminuir la evasión del IVA, sino que hará que las empresas de todo el país se actualicen en el uso de las tecnologías y que el servicio a través de internet llegue a todo el país.
En lo concreto al cuarto trimestre de este año las grandes empresas deben usar el sistema, concediéndose un plazo hasta el 2017 para las pequeñas y micro empresas; tratándose de estas últimas, los plazos serán de veinticuatro meses, si están domiciliadas en zonas urbanas y de treinta y seis meses, en caso de encontrarse domiciliadas en zonas rurales.
La ley también reduce de nueve a tres meses el tiempo de que dispondrá el Servicio de Impuestos Internos (SII) para dictar la o las resoluciones que sean necesarias para implementar la norma.
ACTI abordó este tema a través de la creación de un Comité de trabajo en el que se analizó las mejoras en los procesos de masificación y certificación de Factura Electrónica.
Creemos que la factura electrónica es positiva ya que contribuye a ganar productividad y competitividad de las empresas locales y del país.
Para lograr la masificación en el uso de la factura en los plazos aprobados por la ley, se requiere introducir mejoras significativas en los procesos para hacerse cargo de los altos volúmenes de transacciones y de usuarios que tendrá el sistema en un futuro cercano.
Un grupo de empresas, miembros de ACTI, se unieron en una mesa de trabajo, junto con el Servicio de Impuestos Internos (SII) en un piloto cuyo objetivo es agilizar la certificación de este tipo de documentos, reduciendo el tiempo de 15 días a solo 2.
Para el grupo, la Facturación Electrónica supondrá un gran avance en la implementación de la tecnología en las empresas chilenas ya que demandará conectividad y seguridad para los sistemas de facturación. Muchas empresas están preparadas para dar este paso, y sin duda el impulso que darán las grandes empresas a la FE, hará que sus proveedores también las incorporen en sus procesos.
Es un hecho que la implementación de la FE será rápida y que la tecnología disponible está madura. A nuestro juicio se trata de otra iniciativa del Estado que genera un circuito virtuoso, haciendo que cada día más actividades se realicen a través de documentos electrónicos y que una serie de negocios se vean beneficiados como los enlaces, servidores, datacenters, impresoras láser, soporte, software y capacitación, entre otros.
Otro beneficio para quienes se sumen pronto a la FE, es que el pago del IVA se pospondrá del 12 de cada mes al día 20 mejorando las condiciones de competitividad, especialmente de las PYMES, que contarán con más días de financiamiento para su capital de trabajo.