Como siempre ocurre después del discurso Presidencial del 21 de mayo, se vienen opiniones de todo tipo y clase, y dependiendo del color político de quien las emite, pueden ser favor o en contra de esa “cuenta pública”.
Lo difícil es ser objetivos y ecuánimes en el juicio que se haga a ese discurso. Sin embargo, después de haber escuchado a muchas personas comunes y corrientes, de verdad parece que vivimos en un país muy distinto al del discurso. Muchos me han dicho, bueno el “Presidente nos dio a conocer un país como el de Alicia”. Por cierto se refieren a “Alicia en el país de la maravillas”.
Por otro lado, al analizar más detenidamente el mensaje, vemos que se hacen anuncios que van en la dirección de crear más burocracia, sin embargo, distinguidos personeros de la alianza, que hoy gobiernan al país, daban opiniones totalmente contrarias en un pasado no muy lejano. Es decir, siempre proponían disminuir el tamaño del Gobierno, siempre iban en la dirección de reducir Ministerios y Subsecretarías y hoy observamos que se propone hacer justamente lo contrario. Para meditar.
Muchas veces hemos escuchado (y seguramente seguirá siendo así), que políticos vinculados a este Gobierno, han criticado a los Gobiernos pasados. Y se ha creado la cultura del empate.
Sin embargo, el crecimiento económico que tiene el país, es sin duda, consecuencia del responsable manejo de la Hacienda pública del Gobierno de la Presidenta Bachelet.
Demos el crédito que corresponde al ex Ministro de Hacienda Andrés Velasco. Demos crédito a todo lo bueno que se hizo antes.
Debemos ser objetivos, y reconocer lo bueno realizado por los Gobiernos de la Concertación en todos los campos de la administración del Estado, cuyos frutos se ven ahora, en este país de maravilla que nos describió el Presidente de la República, en su cuenta anual ante el Congreso Pleno.