07 jul 2011

Cuando se falla en el momento crítico

Nada más fácil de identificar que un gobierno sin rumbo: en medio de una crisis hace frente a todo menos a la crisis misma.

Es mucho más verídico decir que la administración de Piñera está siendo llevada por los acontecimientos hacia algún lado predecible,que decir que el Ejecutivo está intentando conducir los acontecimientos con un propósito definido.

La cadena nacional con un Piñera hablando y un Lavín de escudero silente se quedó en mensaje difuso con una puesta en escena lamentable. Si en algún momento el oficialismo ha desperdiciado una oportunidad en un momento clave, ha sido ahora.

El desempeño del equipo político de La Moneda en medio de las manifestaciones sociales en curso ha sido deplorable. Cuando se necesitan estadistas se las dan de cronistas. Ahora parece ser que lo que importa es que la Concertación reconozca la responsabilidad que le cabe en la actual situación educacional, como si de eso surgiera algún tipo de solución a los problemas de hoy.

Entrar a debatir sobre responsabilidades históricas equivale a un reconocimiento implícito de que se prefiere hablar de cualquier otro tiempo o circunstancia, excepto del presente inmediato, que es el único sobre el cual se tiene responsabilidad, capacidad de decidir y por el que se ha de responder.

El agotamiento del equipo ministerial es tan evidente que ya nadie se toma la molestia de contestar a los emplazamientos, porque dar el espectáculo de un círculo político empeñado en dilucidar sus querellas es lo peor que se puede hacer en este momento.

Como siempre, hablar de lo secundario es quitarle el bulto al debate principal. En este caso, eso ocurre de manera más acentuada.

El equipo ministerial no es muy bueno para los momentos difíciles, pero hasta los con vasta experiencia tienen problemas. Hemos tenido a Lavín aclarando que no ha pensado en renunciar, que es la antesala de la salida o, a lo menos, una posición ultradefensiva que lo muestra con un margen de maniobra harto escaso.

No tiene nada de extraño que, desde el mismo oficialismo, se escuche decir que Lavín “ha sido abandonado”.

Quieren decir con esto que el ministro ha estado enfrentando al movimiento estudiantil sin compañía, en medio de un silencio elocuente de sus colegas y, por cierto, del Presidente. Este último esperó mucho tiempo para hacer su propuesta; en parte porque ella no existía con antelación y, por otra parte, porque no quiso jugarse personalmente antes.

Para peor y cuando más apoyo necesitaba, Piñera ha optado por ningunear a su ministro, asociándolo en público con Varas como candidato presidencial frustrado, algo que no es solo una falla política sino el perder un mínimo decoro y buenas maneras.

Sean cuales sean las razones que haya tenido Piñera para actuar como lo hizo, lo cierto es que resulta demoledor para la idea misma de ser gobierno, entendido como un equipo de trabajo. Piñera pide lealtad pero no entrega respeto a los propios. En medio de una crisis, eso se asemeja mucho a una conducta suicida.

Cuando un gobierno no tiene controlada ni siquiera una coyuntura que se le escapa por todos lados, los llamados a la unidad nacional por parte del Presidente adquieren un extraño tono de irrealidad. El anuncio presidencial no fue tal.

Actuando contra toda prudencia, Piñera realizó el anuncio de un anuncio, es decir, hizo el enunciado difuso de proyectos que se concretarán en un mes más. En otras palabras, Piñera está haciendo exactamente lo que se necesita para que el conflicto estudiantil se radicalice y deja a su administración sin respuesta por cuatro semanas. Algo completamente insensato. ¡Y después se pregunta por qué baja en las encuestas!

Pareciera que Piñera contemplara el agudizamiento del conflicto social y la disminuida capacidad de respuesta institucional como si aconteciera en un lejano lugar, del que no tiene responsabilidad alguna sobre lo que sucede.

La idea de que el gobierno y él mismo estén fallándole al país parece no habérsele cruzado por la mente. Y, sin embargo, el reclamo que se escucha de la oposición, no es la crítica respecto de las propuestas del Ejecutivo, sino la simple ausencia de un curso de acción gubernamental que se esté implementando. La falla detectada en el repetido mensaje de la Concertación (“esperamos que el gobierno gobierne”) habla de una falla medular, no de episodios mal administrados.

Para un gobierno, una amplia movilización social no es necesariamente un incordio del que solo puede esperarse problemas. Desde luego, nunca es fácil procesar una demanda social amplia que aborda temas de fondo. Si hay una fuerte conducción política y se quiere enfrentar y resolver temas cruciales.

También significa una oportunidad de concentrar la atención de una amplia opinión pública, en una agenda de interés gubernamental.

El Ejecutivo puede convertirse en un gran articulador de acuerdos. Por este medio, quien tiene el poder puede volverse un actor indispensable y necesario, el punto donde todos convergen, aun cuando sean adversarios, puesto que están siendo parte de un proceso de toma de decisiones en asuntos de interés nacional.

El gobierno de Michelle Bachelet demostró que todo lo señalado se puede realizar.

Sin embargo, lo que todos los sectores han podido constatar es que la administración de Piñera no ha hecho nada de esto. Es más, la medida del fracaso que comprueba cada nueva encuesta que aparece, es que el Ejecutivo no está en condiciones de alcanzar un acuerdo que lo fortalezca y le sirva al país.

La oposición no puede fallar allí donde lo hace el gobierno.

Frente a un oficialismo sin conducta (y por tanto sin capacidad de dialogar), hay que validarse como interlocutor político, ante el país y los actores movilizados.

Como siempre, las soluciones las encuentran los que dialogan y buscan los puntos en común.

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  • Anónimo

    Sr. Victor Maldonado,

    Veo muy poco realismo en tu artículo, más bien una expresión de resentimiento mal reprimido. Eso no es bueno para pensar.

    En mi modesta opinión, después de haber vivido la reforma universitaria en la casa central de la U. de Chile, veo con simpatía el movimiento estudiantil, su creatividad para protestar, su manera de llamar la atención sobre las deficiencias del sistema educativo nacional. En eso han sido muy efectivos: plantear la problemática.

    Sin embargo, si quieres cambiar el estado de cosas, no puedes llorar como un niño con pataleta. En algún punto, tienes que trabajar en la solución del problema.

    Como decía Luis Corvalán, antiguo dirigente comunista, llegó la hora de la “solucionática”.

    Claro, ya que está comprobado científicamente que quemar neumáticos no mejora la calidad de la educación. Está comprobado que asaltar farmacias, edificios y bombas de bencina no aumenta la calidad de los profesores. Y no hay ninguna evidencia que demuestre que lanzar bombas molotov y quemar autos de ciudadanos chilenos mejoren la educación pública.

    Por otra parte, por mucho que el presidente Sebastián Piñera concuerde con aumentar el presupuesto para educación pública y por mucho que concuerde con desmunicipalizar la educación, él no puede hacer ninguna de esas cosas sin que se prepare un Proyecto de Ley que sea presentado a la Cámara de Diputados y luego al Senado. Aún siendo aprobado por ambos, debe ser financiado, para lo cual debe recibir el ok del ministerio de hacienda. Y aún así, la Ley respectiva debe ser visada por la Contraloría. Por mucho que lo deseen, no pueden aprobar tal proyecto ni el Presidente del Colegio de Profesores ni Camila Vallejo.

    Aún todo aprobado y del gusto de la mayoría (siempre habrá alguien en desacuerdo) si la ley implica recursos económicos, deberán incluirse en el presupuesto del año 2012.

    Es decir, es muy inmaduro pensar que por los meros deseos de mejorar algo expresados en una protesta callejera, ese algo se va a solucionar. Si el Movimiento no se entiende con el Gobierno y con el Congreso, todo seguirá tal cual está hoy.

    Oye viejo, tengo experiencia en el tema porque he estado en campañas ambientales contra las termoeléctricas y le atajamos la pasada a la Presidenta Bachelet rumbo a Ventanas, ¿y que pasó? Nada. Los proyectos se aprobaron tal cual estaban. Y la Gordi se enojó, mas encima. Mejor habría sido presentar observaciones fundadas en la ventanilla única de Conama. Y fué lo que hicimos contra la planta de Petcoke en Concón y logramos bastantes mejoras concretas en el diseño.

    Ahora los estudiantes están planteando reformas en la Constitución. Eso es aún más largo, requiere mayorías especiales y la participación de especialistas constitucionalistas. Giorgio Jackson no tiene ninguna posibilidad de redactar la nueva Constitución, ni de acortar los plazos.

    Los estudiantes están muy mal asesorados en sus planteamientos. No digo en sus movilizaciones ni en sus reclamos. Pero alguien les ha vendido ilusiones en forma irresponsable a mi modo de ver. Educación universitaria gratuita parece muy bonito y todos te van a decir ¡SI! Pero lograr que algo gratis sea bueno y sea valorado, es bien difícil, por no decir, imposible.

    La Constitución garantiza varios derechos, como por ejemplo, el derecho a circular por el Territorio Nacional (salvo situaciones de excepción). Pero eso no significa que el Estado te va a pagar el pasaje del tren o los peajes, y menos, que te va a poner un auto a la puerta.

    La Constitución garantiza que todo ciudadano mayor de edad, soltero y con sus facultades mentales bien, puede casarse. Pero eso no significa que te va a poner una mina o un mino, y que te va a pagar la luna de miel. Ofrecer ese tipo de cosas es irresponsable.

    Poner en la Constitución que educarse es un derecho, no te cambia en forma automática y de un día para otro nada. Lo que tienes que hacer es velar, concretamente, porque quien quiera estudiar de verdad, tenga acceso a una educación de calidad. Pero siempre habrá exigencias de notas, de esfuerzo, de perseverancia. Tengo 64 años y te lo digo por experiencia: llega más lejos un tipo perseverante que uno inteligente. Y si el joven tiene ambas cualidades, no lo para nadie ni nada.

    Como profesor universitario por muchos años y en varios paises, te puedo decir que el proceso educativo (enseñanza – aprendizaje – evaluación) ocurre en el aula, por lo que los profesores son el factor clave. Ergo, si la educación pública está mala, es en un 80% porque los profesores de los liceos están mal preparados y mal capacitados o desactualizados y también, porque no asisten a su trabajo, ya que no los pueden despedir. Tienes que trabajar en la formación de profesores de calidad. De lo contrario, todo va a seguir igual. Puedes hacer las marchas que quieras y la calidad de los agentes fundamentales que somos los profesores, no va a cambiar ni un milímetro, a menos que nosotros estudiemos y nos capacitemos.

    Y no sólo deben aprender y actualizarse en sus materias, sino que deben capacitarse en las nuevas tecnologías y en el método didáctico. De lo contrario, podrán saber mucho pero tendrán dificultades a la hora de transferir sus concimientos a los estudiantes.

    Yo no veo ningún atisbo de solución por ahora y no porque Piñera no aproveche la oportunidad (como tu afirmas). Yo creo que los líderes del movimiento están en un zapato chino: si trabajan para la mejora de verdad de la educación, Piñera pasará a la historia como el Presidente que lo hizo y la Concertación como la que no lo hizo o incluso, causó o agravó los problemas generados por la Dictadura.

    Para ellos es un callejón sin salida. Por eso, creo que Piñera SI quiere y los líderes del movimento NO quieren. Son ellos los que paran la solución. Es la dura realidad, señor Maldonado. 

    Sólo cuando líderes responsables estén a la altura, tendremos solución. Es lo que yo espero de Camila Vallejo y de Giorgio Jackson, no tengo tanta esperanza del señor Gajardo, porque es un amante de la mediocridad.

  • oldbeaver

    Sr. Victor Maldonado,

    Veo muy poco realismo en tu artículo, más bien una expresión de resentimiento mal reprimido. Eso no es bueno para pensar.

    En mi modesta opinión, después de haber vivido la reforma universitaria en la casa central de la U. de Chile, veo con simpatía el movimiento estudiantil, su creatividad para protestar, su manera de llamar la atención sobre las deficiencias del sistema educativo nacional. En eso han sido muy efectivos: plantear la problemática.

    Sin embargo, si quieres cambiar el estado de cosas, no puedes llorar como un niño con pataleta. En algún punto, tienes que trabajar en la solución del problema.

    Como decía Luis Corvalán, antiguo dirigente comunista, llegó la hora de la “solucionática”.

    Claro, ya que está comprobado científicamente que quemar neumáticos no mejora la calidad de la educación. Está comprobado que asaltar farmacias, edificios y bombas de bencina no aumenta la calidad de los profesores. Y no hay ninguna evidencia que demuestre que lanzar bombas molotov y quemar autos de ciudadanos chilenos mejoren la educación pública.

    Por otra parte, por mucho que el presidente Sebastián Piñera concuerde con aumentar el presupuesto para educación pública y por mucho que concuerde con desmunicipalizar la educación, él no puede hacer ninguna de esas cosas sin que se prepare un Proyecto de Ley que sea presentado a la Cámara de Diputados y luego al Senado. Aún siendo aprobado por ambos, debe ser financiado, para lo cual debe recibir el ok del ministerio de hacienda. Y aún así, la Ley respectiva debe ser visada por la Contraloría. Por mucho que lo deseen, no pueden aprobar tal proyecto ni el Presidente del Colegio de Profesores ni Camila Vallejo.

    Aún todo aprobado y del gusto de la mayoría (siempre habrá alguien en desacuerdo) si la ley implica recursos económicos, deberán incluirse en el presupuesto del año 2012.

    Es decir, es muy inmaduro pensar que por los meros deseos de mejorar algo expresados en una protesta callejera, ese algo se va a solucionar. Si el Movimiento no se entiende con el Gobierno y con el Congreso, todo seguirá tal cual está hoy.

    Oye viejo, tengo experiencia en el tema porque he estado en campañas ambientales contra las termoeléctricas y le atajamos la pasada a la Presidenta Bachelet rumbo a Ventanas, ¿y que pasó? Nada. Los proyectos se aprobaron tal cual estaban. Y la Gordi se enojó, mas encima. Mejor habría sido presentar observaciones fundadas en la ventanilla única de Conama. Y fué lo que hicimos contra la planta de Petcoke en Concón y logramos bastantes mejoras concretas en el diseño.

    Ahora los estudiantes están planteando reformas en la Constitución. Eso es aún más largo, requiere mayorías especiales y la participación de especialistas constitucionalistas. Giorgio Jackson no tiene ninguna posibilidad de redactar la nueva Constitución, ni de acortar los plazos.

    Los estudiantes están muy mal asesorados en sus planteamientos. No digo en sus movilizaciones ni en sus reclamos. Pero alguien les ha vendido ilusiones en forma irresponsable a mi modo de ver. Educación universitaria gratuita parece muy bonito y todos te van a decir ¡SI! Pero lograr que algo gratis sea bueno y sea valorado, es bien difícil, por no decir, imposible.

    La Constitución garantiza varios derechos, como por ejemplo, el derecho a circular por el Territorio Nacional (salvo situaciones de excepción). Pero eso no significa que el Estado te va a pagar el pasaje del tren o los peajes, y menos, que te va a poner un auto a la puerta.

    La Constitución garantiza que todo ciudadano mayor de edad, soltero y con sus facultades mentales bien, puede casarse. Pero eso no significa que te va a poner una mina o un mino, y que te va a pagar la luna de miel. Ofrecer ese tipo de cosas es irresponsable.

    Poner en la Constitución que educarse es un derecho, no te cambia en forma automática y de un día para otro nada. Lo que tienes que hacer es velar, concretamente, porque quien quiera estudiar de verdad, tenga acceso a una educación de calidad. Pero siempre habrá exigencias de notas, de esfuerzo, de perseverancia. Tengo 64 años y te lo digo por experiencia: llega más lejos un tipo perseverante que uno inteligente. Y si el joven tiene ambas cualidades, no lo para nadie ni nada.

    Como profesor universitario por muchos años y en varios paises, te puedo decir que el proceso educativo (enseñanza – aprendizaje – evaluación) ocurre en el aula, por lo que los profesores son el factor clave. Ergo, si la educación pública está mala, es en un 80% porque los profesores de los liceos están mal preparados y mal capacitados o desactualizados y también, porque no asisten a su trabajo, ya que no los pueden despedir. Tienes que trabajar en la formación de profesores de calidad. De lo contrario, todo va a seguir igual. Puedes hacer las marchas que quieras y la calidad de los agentes fundamentales que somos los profesores, no va a cambiar ni un milímetro, a menos que nosotros estudiemos y nos capacitemos.

    Y no sólo deben aprender y actualizarse en sus materias, sino que deben capacitarse en las nuevas tecnologías y en el método didáctico. De lo contrario, podrán saber mucho pero tendrán dificultades a la hora de transferir sus concimientos a los estudiantes.

    Yo no veo ningún atisbo de solución por ahora y no porque Piñera no aproveche la oportunidad (como tu afirmas). Yo creo que los líderes del movimiento están en un zapato chino: si trabajan para la mejora de verdad de la educación, Piñera pasará a la historia como el Presidente que lo hizo y la Concertación como la que no lo hizo o incluso, causó o agravó los problemas generados por la Dictadura.

    Para ellos es un callejón sin salida. Por eso, creo que Piñera SI quiere y los líderes del movimento NO quieren. Son ellos los que paran la solución. Es la dura realidad, señor Maldonado. 

    Sólo cuando líderes responsables estén a la altura, tendremos solución. Es lo que yo espero de Camila Vallejo y de Giorgio Jackson, no tengo tanta esperanza del señor Gajardo, porque es un amante de la mediocridad.