No sólo parece estar solo, sino que además, a ratos se le ve mal acompañado. Son muchos los que en su soledad y en su aislamiento, se han visto tentados a invitar a la DC a unirse a proyectos políticos de corto aliento, poco alcance y dudoso destino.
Lo han hecho algunos en la derecha y ahora lo hace un Velasco con una derecha edulcorada. Y es que más que programa, ideas para el país, o propuestas concretas para elevar el debate político que requiere Chile, el ex candidato anda con un aire algo triste, invitando a gente a que se le una. Parece que su proyecto es realmente de corto aliento, poco alcance y dudoso destino.
La DC es esencial para que la Nueva Mayoría siga adelante con su proyecto, así como lo fue mientras duró la Concertación. El aporte de nuestra colectividad se ha visto reflejado en enormes avances que el país hoy exhibe como logros institucionales, puesto que la impronta y el sello de la Falange es hoy patrimonio de la política en un país moderno como el nuestro.
Pero así como hay soledad en algunos, hay ansiedad en otros. No es cómodo que constantemente los socios y amigos, estén toreando a la DC con frases inoportunas, infundadas y hasta soberbias. Si no hay DC, el proyecto de la Nueva Mayoría se desarma y no habrá forma de dar estabilidad y garantías a un conglomerado en el que no habría equilibrio alguno.
Sin duda, ni la soledad ni la ansiedad son recomendables para construir política de largo plazo.Por el contrario, el acuerdo, la amistad cívica, el equilibrio y la colaboración parecen más fundamentales que nunca para cerrar el ciclo de reformas que este Gobierno le ha planteado al país, y para llenar aquellos fallos, errores o voluntarismos que hoy asoman como promesas incumplidas.
Eso nos obliga también como partidos a ser inteligentes y no caer tampoco –en la interna- ni en soledades ni en ansiedades. Las cosas se hacen colectivamente, fraternalmente y sin poner las agendas personales por sobre las agendas del partido.
La DC está reclamando un rol protagónico no por subsidio ni menos por limosna.
Reclama un rol protagónico porque somos garantía de estabilidad, equilibrio y contribución con ideas y con mujeres y hombres capaces de interpretar el cambio que ofrecimos a Chile.
Si alguien piensa que este capital no vale nada, que tome el riesgo, pero que sea sincero y valiente a la hora de darle explicaciones al país, a la Presidenta y a la propia historia.