El discurso del Presidente de la República fue decepcionante, al no hacerse cargo de la falta de cumplimiento de la mayoría de los compromisos de campaña y de los desafìos que se planteó el propio Mandatario el 21 de mayo del año pasado.
Las alusiones a la reconstrucción no recogen la realidad. La gente de las regiones afectadas sabe que los avances son muy pocos.
Fue un discurso autocomplaciente que no reconoce los problemas reales que enfrenta el país y que el Gobierno no ha resuelto, pese a todas sus promesas.
El balance que las personas tienen del Gobierno es claro. Los proyectos se presentan con letra chica y cuando llegan a otorgar derechos, quitan otros, como ocurrió en el del pre y post natal que la oposición debió mejorar.
Lamento profundamente que en estos momentos en que el país rechaza de manera abrumadora la construcción de HidroAysén, el Presidente dedique varios minutos a justificar la decisión respecto de este proyecto, que afectará seriamente a nuestra Patagonia.
Eso me preocupa, además, porque la tramitación del proyecto continúa y el Gobierno sigue presionando para imponerlo.
Como Vicepresidente del Senado agradezco el homenaje al Congreso, pero lamento que sólo mencionara al senador Jaime Guzmán y no al diputado Carlos Lorca, detenido y desaparecido por la dictadura, ni a los otros parlamentarios y ex parlamentarios perseguidos y ejecutados.