La amplia cobertura a la llamada “crisis de los camiones”, la “crisis de la educación”, la “crisis de la delincuencia”, la “crisis de los partidos”, contrasta notoriamente con un país que sí avanza y con noticias que sí son buenas, pero que no tienen esa atención de parte de los medios ni tienen el reconocimiento de parte de los partidos, las instituciones y la ciudadanía general.
Este país no está sumido en ninguna “crisis”. De hecho, en el país real están ocurriendo algunas cosas que tal vez la gente no ha percibido del todo. El próximo año, más de 300 colegios particulares subvencionados se van a sumar a la gratuidad, lo que significa que las familias de estos estudiantes ya NO TENDRÁN QUE PAGAR. Esto en la práctica significa, que si un grupo familiar con tres hijos en el colegio y que ahora paga 10 mil pesos por cada uno de ellos, se ahorrará 300 mil pesos al año con esta nueva ley.
El Estado va a aumentar los recursos de la subvención escolar por lo que en ningún caso los colegios verán mermados sus ingresos ni habrá excusas para afectar la calidad. ¿Es eso signo de crisis?
A mediados de agosto comenzó a entregarse el subsidio al Empleo Joven y el Bono al Trabajo de Mujeres, iniciativas que llegarán a 500 mil personas. Se trata de una inversión directa para facilitar el ingreso de jóvenes y mujeres al mercado laboral por 95 mil millones de pesos.
Aquello que la empresa no puede hacer, que es entregar mejores sueldos, se hará ahora con una iniciativa del Estado promovida por un Gobierno que ha entendido que la acción conjunta de privados y el sector público, puede traer mejores índices de desarrollo para el país. Además, este sistema de incentivos a la contratación, se hace de manera directa y eficiente, ya sea a través del depósito en las Cuentas RUT o cobrando en BancoEstado o ServiEstado. ¿Crisis?, no, tampoco.
En materia de reconstrucción, 176 familias afectadas por el reciente aluvión en Tocopilla recibirán ayuda directa en los próximos días. Para los daños leves se dispondrá de una tarjeta para compra de materiales de construcción por hasta un millón de pesos y para las casas que quedaron con daño irreparable, se entregará un subsidio para reconstruir en el mismo lugar siempre y cuando se trate de una zona segura. Quienes quieran trasladarse, podrán acceder a un subsidio que va entre las 900 y mil UF.
Todas estas medidas ocurrieron, se anunciaron y se aplicaron en la misma semana en que los camioneros hicieron su protesta. Es cierto que este tema es relevante porque encierra profundos quiebres entre el pueblo Mapuche, las forestales y grupos que han instrumentalizado este conflicto con otros fines, pero en Chile suceden muchas buenas noticias a las cuales vale la pena poner atención.
Y esto no es un llamado de atención a la prensa, sino a los dirigentes políticos que suelen ver en las malas noticias, buen caldo para ganancias de corto plazo. Es hora de que la mirada de Estado, la visión de largo plazo vuelva a imperar entre quienes nos dedicamos al servicio público.
En el país real hay urgencias y avances que muchas veces pasan desapercibidos por egoísmos incomprensibles. La DC ha insistido e insistirá en que es necesario detenerse, alzar la mirada, ver qué hemos logrado, por dónde vamos a seguir caminando y mostrar al país que se está avanzando de manera ordenada, responsable y concreta.
Sí, podemos correr y vociferar, pero eso sólo alimenta la idea de que se va rápido pero sin rumbo lo que es campo ideal para volver a hablar de “crisis”.