El próximo año y en 2017, se llevarán a cabo procesos electorales que van a renovar el mapa político del país, especialmente en el Congreso donde sin duda se verá una configuración sustancialmente distinta en las fuerzas políticas respecto de la que tenemos hoy.
No hay duda de que este asunto va a marcar la agenda política del Gobierno, más aún cuando desde la propia mandataria ha quedado claro que la urgencia y la prioridad hoy es asegurar el crecimiento económico, las reformas sociales comprometidas con la ciudadanía y avanzar en los temas de larga data en el país y que deben ser abordados obligatoriamente por el Gobierno, como la seguridad ciudadana, entre otros múltiples desafíos.
Como partido leal a la conducción de la Presidenta y leal con el programa de Gobierno, creemos que esta es la hora de las certezas. La Reforma Educacional, la reforma Laboral, los temas de seguridad ciudadana, crecimiento, transparencia, salud y reconstrucción, son asuntos de la mayor urgencia y que deben ser abordados con todas las herramientas legislativas y administrativas con las que dispone el Ejecutivo, con el apoyo cerrado de los senadores y diputados de la Nueva Mayoría.
La reforma a la Constitución es necesaria, es justa e indispensable para coronar el trabajo que venimos haciendo en materia de profundizar la democracia, la equidad y la inclusión de las grandes mayorías desplazadas por la carta fundamental heredada de la dictadura.
Pero hay que saber actuar con prudencia y en los tiempos que nos permitan acometer todas las tareas que nos propusimos, sin poner en riesgo la estabilidad de largo plazo que ha sido el capital esencial de la política chilena. La renovación del Congreso es sin duda una oportunidad clara para cristalizar un proceso constituyente con nuevos bríos, miradas y que recoja las enseñanzas que dejaron las tramitaciones de las reformas tributaria, educacional y laboral.
Nadie está hablando de abandonar este proyecto de cambiar la Constitución, sólo se trata de ajustar el momento. No obstante, esta decisión debe tomarse en conjunto en el seno de la Nueva Mayoría, porque somos una coalición en la que predomina la amistad cívica, el entendimiento y la sincera idea de que todas nuestras acciones son pensadas para el beneficio del país y en especial de los que más sufren los efectos de las crisis económicas, los ciclos de desempleo o las catástrofes naturales.
Cualquiera sea la decisión, ésta debe ser adoptada pensando en lo que sea mejor para Chile y su gente.