El BancoEstado trata de mantener un bajo perfil. Solamente aparece su tradicional “patito” amarillo mostrando alguno de sus servicios o cuando debe coordinar ciertas tareas en el mercado financiero.
Hace unos meses, entró en una polémica con diputados de la UDI a los que se sumaron de RN, que lo acusaron por el cobro de comisiones en el uso que sus clientes hacen de la cuenta RUT, el principal mecanismo utilizado por la mayoría de los chilenos para realizar sus transacciones financieras de bajo monto. Tal como ha sido popularizado, la que constituye la “chequera del pobre”, de la cual existen más de 7 millones de cuentas y crecen continuamente. La crítica se basaba en que el Banco así no cumplía con su rol social al cobrarle a los más desposeídos por el servicio que les presta.
La respuesta fue obvia y contiene varios componentes. Según la ley orgánica del BancoEstado, no puede realizar subsidios, a menos que el Gobierno le encargue cumplir una tarea específica; los costos de administración son significativos a causa de la masividad de la actividad, en especial los cobros de Transbank que realiza las funciones informáticas y, además, estamos en presencia de un servicio escaso, pues tiene costos de producción. En tal caso, la gratuidad muchas veces puede implicar usos inadecuados y desperdicios evitables mediante un cobro mínimo, como es este caso.
Labor social
En su rol social cumple varios papeles, pero el más importante es constituir la entidad financiera popular. Esta tarea histórica ha estado estrechamente asociada a la tradicional libreta de ahorro.
Con el establecimiento de la unidad de fomento para atenuar los perjuicios de la inflación, surgió también la cuenta en UF, que protege los saldos acumulados. Esta libreta llegó a superar los 10 millones de usuarios, hasta la gran innovación de la cuenta RUT, que reemplazó y acrecentó el número de clientes. En la actualidad, ambos instrumentos suman alrededor de 15 millones de cuentas.
La cercanía con la población se observa en la red de sucursales que tiene el BancoEstado, la más extensa de la actividad (370 oficinas) y caracterizada porque llega a los lugares más apartados de Chile. Pero, la innovación más notable de los últimos lustros fue la creación de las Cajas Vecinas, en que se asoció con comerciantes y pequeños empresarios para entregar servicios financieros, como depósitos y giros; ha sido una verdadera transformación en la vida cotidiana de muchos habitantes.
Esta red suma más de 13.500 puntos de atención, el 68% de ellas en regiones. Recientemente, el Banco presentó a las autoridades financieras un proyecto para abrir a los clientes del resto de la banca la utilización de la red para operar con sus tarjetas de débito. Este instrumento concentra el 44% de las habilitadas por los bancos.
A las transformaciones anteriores se han sumado recientemente las pequeñas oficinas (ServiEstado) establecidas en lugares de alta concentración urbana para facilitar los pagos de cuentas, depósitos y transferencias. Un buen ejemplo fue la temprana apertura en la Población La Legua.
Lo más reciente es la instalación de cajeros automáticos en recintos de Carabineros, ante la crisis de atención de estos elementos a causa de los continuos robos, lo cual ha sido recibido con satisfacción por los usuarios, pero con críticas por los “puristas” que no sufren de la carencia y reclaman que los problemas de seguridad pública no los cubre adecuadamente el Gobierno y se tiene que recurrir a estas soluciones “impropias”. Pero, “la necesidad tiene cara de hereje”. La red de cajeros del Banco alcanzó a 2.347 unidades y su programa busca elevarlos aún más.
La chequera electrónica es otro instrumento de uso masivo; en 2013 alcanzó a 863.000 sujetos, a lo cual se suman el uso de internet y la Banca Móvil.
El crédito popular
La otra tarea que distingue al BancoEstado es el otorgamiento de créditos a los sectores de bajos ingresos, en que ha cumplido una labor subsidiaria, ya que el resto de la banca ha tenido escasa presencia.
En materia de créditos hipotecarios, ha tenido una labor permanente, ya que una de sus instituciones “madres” en su fundación fue la Caja de Crédito Hipotecario.
Los microempresarios es otro objetivo al cual dirigir sus recursos financieros. Una de las metas que se planteó el Gobierno del Presidente Aylwin fue el desarrollo del crédito a los microempresarios que, al no tener acceso al financiamiento bancario, tenían que recurrir a sus proveedores o prestamistas que les cobraban tasas de interés de usura. Este programa ha resultado uno de los más exitosos de la institución, ya que atiende a más de 400.000 microempresarios, la gran mayoría del sector, principalmente mujeres.
En la actualidad la entidad está desarrollando un esfuerzo por acrecentar su presencia en el sector de pequeñas empresas, en que la competencia es más intensa y, además, ha estado incrementando su participación en las operaciones que se realizan mediante el Sistema de Garantías Recíprocas.
Otro segmento en que tiene una importante participación es en el crédito universitario, en especial el Crédito con Aval del Estado (CAE). Entre los beneficios a los estudiantes se encuentra el pago electrónico de las becas que los favorecen.
La crítica de la UDI
Los planteamientos de parlamentarios de la UDI, que señalan que el BancoEstado no debiera cobrar comisiones por el uso de la cuenta RUT, no solo carecen de fundamento sino que son contradictorias respecto a sus posturas tan cercanas al pensamiento neoliberal que los inspiran con tanta convicción. Es cierto que para esta ideología todo lo estatal es cuestionable y ahí tienen su fundamento, pero en este caso específico debiera primar que los bienes y servicios escasos deben tener un precio, de manera que los mercados puedan operar con eficiencia.
Por lo tanto, habría que buscar su fundamento político. La UDI tiene la obsesión de constituirse en un movimiento “popular”, sobre la base de los objetivos de Jaime Guzmán y su más cercano sucesor, Pablo Longueira. A pesar de algunos avances que experimentó en esa intención, progresivamente ha ido asumiendo la defensa de los sectores empresariales más poderosos del país, tal como ha quedado de manifiesto en la discusión parlamentaria del último año, con especial nitidez en el debate por la Reforma Tributaria y en la dura oposición al Gobierno de la Presidenta Bachelet.
Es conocido que ese partido atraviesa por momentos poco favorables. Aparte de la derrota electoral, a la cual contribuyó la mediocridad del Gobierno del Presidente Piñera, se agregó el “asunto Penta”, que ha involucrado a algunos de sus principales líderes y que ha motivado intentos por traer a colación otros asuntos distractivos, disparando “de chincol a jote”.
El desconcierto de la UDI ha llegado al extremo de colocar avisos carreteros señalando que el BancoEstado no debe cobrar comisiones por el uso de la Cuenta RUT, pues deja de cumplir su rol social. En el aviso, el “patito” aparece con un gesto torvo y con un antifaz en el rostro, lo cual siembra la duda si representa al contratante.
Por otra parte, ¿las transferencias del grupo Penta fueron tan cuantiosas como para financiar avisos carreteros? ¿Cuál será el próximo destino de esos fondos?
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