El anuncio del Intendente Orrego respecto a aumentar el número de kilométros de las ciclovías de Santiago, denominado “ proyecto Mapocho 42 km” debe ser celebrado y valorado, pues esta iniciativa se enmarca dentro de los objetivos propios de las ciudades sustentables.
Estas ciudades propician la reducción de la contaminación y la congestión vehicular, por medio del fomento de un transporte integrado, privilegiándose en consecuencia el transporte público y otros medios de movilización no contaminantes, en especial, la bicicleta.
En este contexto, cabe señalar que el ex Canciller Alfredo Moreno y la Directiva de ADICA de la época, acordaron llevar a cabo un estudio de factibilidad para dotar al ministerio de Relaciones Exteriores de instalaciones adecuadas que permitieran a quienes utilizan la bicicleta como medio de transporte para llegar al Ministerio y/o aquellos que realizaran alguna actividad deportiva, disponer de baños y duchas apropiados. Con el cambio de administración, este proyecto habría quedado en el olvido o sencillamente, no se tendría conocimiento de su existencia.
En virtud de lo expuesto, sería aconsejable que junto con extender y mejorar el número de ciclovías, no sólo en la capital, sino que en todas las regiones de Chile, exigir a las distintas reparticiones públicas (Ministerios, Servicios y Municipalidades) la obligación de contar con instalaciones sanitarias mínimas, que permitan a sus funcionarios, al menos, poder cambiarse de ropa y/o ducharse, si así lo estiman oportuno.