“An Honorable German”es el título original de la novela histórica del escritor norteamericano Charles Mc Cain, quien aborda en forma magistral una serie de combates navales ocurridos durante la Segunda Guerra Mundial,como también la ocupación nazi de París y los bombardeos de la Royal Aire Force (RAF) sobre Berlín.
El protagonista de esta novela es Max Brekendorf, joven oficial de la Marina de Guerra alemana (Kriegsmarine), quien en septiembre de 1939 es parte de la tripulación del acorazado de bolsillo Almirante Graf Spee.
Posteriormente, asumirá el control del submarino alemán U-114, con el grado de Capitán, por lo cual, siguiendo instrucciones de su Almirantazgo, deberá hostigar y hundir transportes británicos en el Atlántico Norte.
Max Brekendorf es un patriota valiente e hijo de un reconocido almacenero de su pueblo.Pretende casarse con la hija de un aristócrata alemán, pese a la oposición de los padres de la novia.
Independientemente de las aventuras del protagonista y de su sentido del honor y del deber que muestra hacia su país y su familia, convendría valorar también la descripción que hace el autor del ánimo triunfalista que reinaba en las autoridades del Tercer Reich y de la opinión pública alemana, en general, al comienzo de la guerra. El hundimiento del acorazado inglés HMS Royal Oak en Scape Flow, la ocupación de Francia y el bombardeo de Inglaterra justificaban dicho optimismo.
Sin embargo, con el paso del tiempo, la situación cambia completamente y Alemania comienza a sufrir los rigores de la guerra. El autor relata el sufrimiento de la población berlinesa derivado de los bombardeos aéreos, el desmoronamiento del Ejército, Marina y Fuerza Aérea alemana, en especialmente, debido a la victoria rusa en Stalingrado y al ingreso de Estados Unidos a la guerra.
A partir de entonces, surge la duda sobre una posible Victoria Final pregonada por Hitler y Goebbels. Pese a ello, aparecen sectores radicalizados nazis, quienes aterrorizan a sus propios compatriotas.
Dejamos al criterio del lector una aproximación a su interpretación final, ya que cada uno puede analizar e interpretar un libro en función de lo que le provoca; de lo que aprendió del protagonista y/ode su autor; de las enseñanzas impartidas, entre otras consideraciones que son claramente de índole subjetiva.
En ese sentido, cuando mi amigo Pedro Marinkovic me recomendó este libro, nunca pensé que fuera tan entretenido. “Lo leerás rápido”, me comentó, con su clásica sonrisa.
¡Y tenía toda la razón! Ya que esta obra conjuga la ficción con la realidad de una forma inteligente y amena, manteniendo el suspenso y la incertidumbre hasta el final, permitiéndonos asimismo meditar sobre las causas y efectos de la Segunda Guerra Mundial.
Cabe recordar que este conflicto bélico fue un desastre, una calamidad para todos aquellos que la padecieron, civiles y militares víctimas mortales, sobre lo cual no existe una cifra exacta, aunque algunos analistas mencionan 40 millones de muertos, otros, 70 millones.
Por lo mismo, y como una forma de testimoniar mi respeto por los caídos, siempre que me es posible, visito las tumbas y cementerios de aquellos que murieron en esa y otras guerras. Lo hice en Filipinas, Túnez, Croacia, Serbia, Normandía y otros lugares. Espero próximamente visitar el cementerio de Arlington, en los Estados Unidos.
Finalmente, un capítulo del libro se refiere a los lazos de respeto y amistad que surgen entre los combatientes, transcribiendo el autor la canción “Yo tenía un camarada” , buscando quizás Mr. Mc Cain confirmar en cierta forma que en la guerra,se termina no sólo luchando por su propia vida,sino también por la de su compañero.