En la medida que se acercan la elecciones, Presidencial, Parlamentaria y de Consejeros Regionales, percibo cómo varios candidatos presidenciales caen en una grave decadencia demagógica, o populismo exacerbado o derechamente en un ofertón desmedido e ilimitado
Casi todos ellos cuentan con una educación superior lo que agrava su falta, pues son personas preparadas que saben de la desproporción de sus propuestas cayendo en distorsiones graves de la realidad.
Así escuchamos ofertas de gratuidad, condonaciones de deudas a diestra y siniestra, sin ninguna responsabilidad.
La mayoría de los chilenos que pagan sus deudas con mucho esfuerzo, responsabilidad y grandes desvelos ¿qué pensarán cuando escuchan que los que no cumplieron, sin ningún análisis de causas, serán favorecidos con la condonación total de las deudas aún vigentes y no canceladas ?
¿Cómo se sentirá el esforzado y responsable ciudadano que ha cumplido con sus obligaciones, de que lo traten como un tarado que debió hacerlo al revés: debió endeudarse más allá de sus posibilidades y ahora sería beneficiado con esta medida?
Siento la obligación moral de decir a esos candidatos, que son muy irresponsables y engañosas sus propuestas lo que me da la certeza de su incapacidad para gobernar.
Pareciera que el objetivo es proyectar desaliento y frustración en las personas en particular en las de menores ingresos. No cuesta nada ofrecer cuando se tiene la certeza de no tener posibilidad alguna de salir electo.
Ocupar la tribuna para vociferar, denostar y descalificar a los que sí tienen posibilidades reales de llegar a ser gobierno, y que sienten la obligación de comprometerse con aquellas cuestiones que son verdaderamente posibles en plazos y condiciones, que son viables de implementar.
Creo profundamente en la democracia, soy consciente de las falencias importantes en participación y justicia social que aún tenemos a pesar de los logros alcanzados y que imponen nuevos desafíos a las políticas públicas;que requiere una Constitución que los ciudadanos validen y reconozcan como propia y una modernización que sea acorde a las nuevas exigencias, de ciudadanos crecientemente molestos porque sienten frustraciones por los abusos y la dificultad de acceder a la solución de sus problemas.
¡Queda tanto por hacer en nuestro país!
Confío en la madurez de los hombres y mujeres de nuestra patria y espero que elijamos gobernantes con propuestas responsables, que contribuyan construir un Chile mejor, donde todos cabemos: los que solo protestan; los que critican pero proponen y los que escuchan y son mandatados para implementar políticas concretas para que todos los habitantes de este suelo vivamos mejor.
Y si los comunicadores sociales contribuyen haciendo ver estos contrapuntos, siendo más exigentes en sus programas y entrevistas, se allana el camino para que los ciudadanos y ciudadanas, decidamos libremente nuestras opciones con información de calidad.