El senador Pedro Muñoz escribió sobre una presunta ilegalidad en que incurriría el Gobierno al monitorear lo que se expresa en redes sociales como Twitter o Facebook.
Me ha parecido pertinente, aprovechando mi tribuna en este medio, similar a la del Honorable, fundamentar las razones por las que discrepo de lo dicho por él.
Los usuarios de las siete millones de cuentas de Facebook, y del millón de cuentas de Twitter -de las cuales 300.000 son operativamente activas- cuando activan sus cuentas aceptan un aspecto fundamental en las mismas: al someterse a los “términos de uso” usualmente admiten la condición de publicidad.
Los usuarios automáticamente autorizamos el uso perpetuo y transferible, junto con los derechos de distribución o despliegue público de todo lo que cuelgan en su página web.
Argumentar que dichas redes sociales son privadas[1], como se desprende de la columna del senador, denota que desconoce o quiere desconocer la naturaleza de las mismas.
Las opiniones vertidas en ellas no son sujeto de privacidad por tratarse de comentarios vertidos en redes masivas de naturaleza abierta. Son, por lo tanto, públicas. Todo lo que se expresa en forma pública es de conocimiento y acceso general, sea que se diga en una plaza, en un medio de comunicación social o en un timeline. La revisión de twitts o de estados de Facebook es pública, salvo ciertas aplicaciones -los mensajes de Facebook o los DMs de Twitter- que están cubiertos por la garantía de protección a la privacidad.
Las redes sociales son por esencia, espacios de opinión tan públicos como lo sería una plaza, un parque, la calle o un sitio abierto en el que dos o más personas intercambiaran opiniones.
Tal es así que aunque las redes son públicas, existen políticas de privacidad.
Twitter, por ejemplo, permite reservar los mensajes para su lectura, remitiéndola solo a los seguidores, por medio de un “candado” capaz de impedir acceso a extraños.
Señala el senador que, conforme con el artículo 2º letra g) de la Ley 19.628 sobre datos personales y protección de la vida privada como datos sensibles de la población, las opiniones políticas de las personas son “parte de la vida privada”.
Distingamos: cierto es que tales opiniones lo son, en la medida que se mantengan en el ámbito de lo privado. Pero al publicitar dichas opiniones al expresarse en un medio público, pierden su carácter de “privadas” y de “datos sensibles” y consecuentemente la protección del artículo 10 de la norma citada.
Llevado al absurdo, quienes escribimos columnas de opinión podríamos sustentar que somos beneficiarios de la garantía de la norma invocada por el senador.
Ciertamente, desde que accedemos a que los medios nos publiquen, renunciamos a dicha protección, en forma libre y voluntaria. Lo mismo aplica para los twitteros, para los usuarios de Facebook y para los comentaristas de blogs.
Respecto de la posibilidad de conocer el domicilio de una persona por medio de sus comentarios emitidos, las georefereciaciones, que legítimamente le preocupan al senador, sólo es posible obtenerlas cuando el propio usuario publica sus coordenadas geográficas ex-profeso, activando por ejemplo una opción en Twitter o usando aplicaciones como Foursquare, por lo que sus aprehensiones en tal sentido son infundadas.
La herramienta usada por el Gobierno no es más que una versión 2.0. del tradicional clipping o revisión de medios. Y me imagino que el Senador no pretenderá que el Gobierno deje de leer los diarios y oír o ver programas generadores de opinión en radio y TV.
En el siglo XXI las redes sociales son relevantes. Una verdadera ágora moderna, un lugar donde expresar opiniones, sentimientos y pensamientos. Y como tal, es un espacio público y no privado. Quienes utilizamos las redes sociales lo hacemos principalmente para que nos “escuchen”. Entonces ¿por qué no habríamos de querer que el Gobierno lo hiciese también?
[1] Recomiendo leer el esclarecedor articulo del periodista Daniel Vak “Gobierno, privacidad, censura y control de la web“, disponible en http://www.culturageek.cl/internet/gob-privacida-online#.Tf9rx7esizl;twitter