Écija, pueblo de Andalucía, registra al año las mayores temperaturas de España. Según cuentan, en esta época – agosto- basta con poner una paila al sol para hacerse unos huevos fritos. Exagerado estos andaluces pero algo habrá de cierto ya que juran que el experimento resulta.
Pero Écija también arde estos días por otros motivos.El alcalde de un pueblo próximo, Marinaleda, y también diputado autonómico por Izquierda Unida , Juan Manuel Sánchez Gordillo, acompañado de activistas del Sindicato Andaluz de Trabajadores han llevado a cabo un saqueo por sorpresa de productos de primera necesidad en un supermercado de la localidad. En otro pueblo próximo, siguiendo las pautas del político y líder campesino, piquetes perfectamente coordinados han hecho más de lo mismo en otro comercio.
Las imágenes de los expropiadores o saqueadores a la salidas de los super mientras empujan los carros llenos de alimentos han generado todo tipo de comentarios, aunque prevalecen los que condenan la acción .Y no falta quienes proponen un ejemplar castigo de hasta cinco años de cárcel por no pasar por caja y llevarse el arroz, aceite, leche, galletas, latas de sardina, harina y otros productos.
Sánchez Gordillo, que inscribe su nombre en protestas que han tenido puntual difusión…ocupación de fincas a su juicio improductivas, sentadas ante entidades bancarias, manifestaciones contra obras públicas que considera innecesarias, por citar algunas de sus acciones, justifica con la Constitución en la mano la apropiación de alimentos de los supermercados.
Dice esta en uno de sus párrafos :“La propiedad y la riqueza tienen que estar sometidas al interés general de la nación”. El alcalde y diputado estima que ahora más que antes, dada la situación que vive España, nada de esto se cumple, por tanto aquellos que están sin trabajo (hay que decir que Andalucía es la comunidad autónoma española que encabeza la lista de cesantes) tienen derecho a una vida digna. Y es por aquellos que no tienen comida por lo que ha encabezado esta operación.
Izquierda Unida es hasta ahora el único partido político español que ha justificado el fondo, pero no la forma, de los saqueos liderados por el alcalde de Marinaleda, de la provincia de Sevilla.
El Partido Popular, en el Gobierno, ha puesto el grito en el cielo. Ha ordenado identificar a los responsables de los saqueos a los supermercados y considera que los asaltos dan una mala imagen de España en el exterior y exige a Izquierda Unida que ejerza su responsabilidad y sancione a Sánchez Gordillo.
El Partido Socialista apoya las medidas judiciales contra los saqueadores y reitera que los políticos deben ser los primeros en dar ejemplo con su conducta.
A los activistas andaluces las condenas públicas anticipadas y las detenciones no les preocupan.Aseguran que no van a parar en su cometido. Los supermercados afectados y otras cadenas que no han sido víctimas de saqueos han dado cuenta de las donaciones de alimentos que hacen sin publicidad a instituciones benéficas.
Pero lo que acontece en el sur de España no sólo tiene relación con la incertidumbre de miles de familias con dificultades para “parar la olla”, como dicen en Chile. El Sindicato Andaluz de Trabajadores denuncia el acelerado incremento de las desigualdades y la apreciable cantidad de fincas que nada producen en Andalucía y que podían dar puestos de trabajo a muchas familias.
Es el caso de la finca “Las turquillas” que pertenece al ministerio de Defensa y que hasta hace unos días estuvo ocupada por jornaleros que piden su expropiación para destinarla al cultivo.
Hay quienes opinan que tanto los saqueos a supermercados como las ocupaciones de fincas obedecen a un interés desmedido del alcalde de Marinaleda y diputado autonómico por sacar provecho de la situación límite de muchos españoles afectados por la crisis.
Sea esta u otras las interpretaciones, lo cierto es que España está necesitada de soluciones para salir de una situación que se alarga más de la cuenta. Lo ocurrido en Écija puede ser un aviso inquietante.