11 ago 2012

¿Qué pasó con Leonardo?

Lo conocí personalmente en un Centro Juvenil de privación de libertad,  parecía muy dedicado a su trabajo. Gendarmería lo tenía designado como mozo,  se le apreciaba contento y con entusiasmo  en el desarrollo de esta tarea.

En muchas ocasiones lo llamé para conversar, me manifestaba enorme interés de incorporarse a la comunidad de una forma sana y responsable. Me hablaba de su pareja y de sus padres, que esperaban con ansias y expectación su libertad.

Tenía asidua participación en la Iglesia Evangélica, siempre con una Biblia bajo el brazo, confiaba su vida a Dios y a la oración, que día a día realizaba.

Impactado quedé, cuando en la edición central de las noticias de Chilevisión lo mostraron detenido, por haber cometido homicidio en contra de su pareja, la misma que me hablaba con gran cariño y admiración.

¿Qué te pasó Leonardo que cometiste tan aberrante episodio, en circunstancias que prometiste, innumerables veces, insertarte en la comunidad, trabajar y no volver nunca más a cometer ningún delito?

Al salir del centro penal, luego de haber cumplido su pena, me ubicó para pedirme ayuda en su proceso de inserción social y laboral. Largo rato estuvo en mi casa, en donde planificamos algunas ideas de cómo lograrlo, posteriormente lo llevé para incorporarlo a uno de nuestro programas, que en síntesis, tiene que ver con la capacitación y acompañamiento profesional, por algunos meses, para una vez calificado y debidamente preparado, incorporarlo a alguna actividad laboral.

Lamentablemente, una vez comprometido para continuar su proceso con nosotros desapareció y aunque tratamos de ubicarlo todo fue infructuoso.

Leonardo, qué pena, tomaste una mala decisión pues, al quedar a la deriva con tus demonios y fantasmas fuiste precipitado, en un proceso consciente o inconsciente, hasta lo más hondo de tus propias locuras. Su dolor y agonía nunca se atrevió a expresarlos, tal vez ni siquiera él los conocía.

La Fundación Paternitas previendo estas fuerzas destructivas en el corazón humano, producto de desarticuladas historias, analiza cuidadosamente, desde los ámbitos, religiosos, médicos, sociales y psicológicos, estas posibles fracturas.

Actuando en concordancia con las distintas variables y disciplinas se puede esperar – siempre con margen de error- éxito y eficacia en la propuesta de recuperación e inserción social de estas personas.

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  • Miguel Ossandón Durán

    Pasa que todo anda mal, como usted lo  ha denunciado en estas columnas

    • http://www.facebook.com/mariapatricia.gonzalezgutierrez María Patricia Gonzalez Gutiér

      Lamentablemente no todos lo entienden así… somos una sociedad muy castigadora y no confiamos, en vez de gastar dinero en seguridad debiéramos dar oportunidades laborales para una verdaera reinserción social

      • http://www.facebook.com/seba.fuentes.37 Seba Fuentes

        Juan Contreras, y si fueras tú o algún familiar muy cercano este tal Leonardo? pensarías lo mismo?, lo único que no debemos perder es la fe en nosotros mismos, si es eso sucediera, deberíamos todos estar encerrados.

  • Miguel Ossandón Durán

    Pasa que todo anda mal, como usted lo  ha denunciado en estas columnas

    • http://www.facebook.com/mariapatricia.gonzalezgutierrez María Patricia Gonzalez Gutiér

      Lamentablemente no todos lo entienden así… somos una sociedad muy castigadora y no confiamos, en vez de gastar dinero en seguridad debiéramos dar oportunidades laborales para una verdaera reinserción social

      • http://www.facebook.com/seba.fuentes.37 Seba Fuentes

        Juan Contreras, y si fueras tú o algún familiar muy cercano este tal Leonardo? pensarías lo mismo?, lo único que no debemos perder es la fe en nosotros mismos, si es eso sucediera, deberíamos todos estar encerrados.

  • Juan Contrera

    Lo que ocurre es que un delincuente nace o se hace pero una vez en el hampa no deja de serlo toda la vida, así de simple. La estadística es la ciencia que nos dará una visión clara de esto. No es un invento mio o un comentario personal, basta justamente con consultar los índices de reincidencia y de reinserción nacional y es lamentable y triste los resultados. Las razones son complejas y las soluciones aun peor. Creo que el único camino es endurecer fuertemente las leyes. Un delincuente que está algunos meses preso por robar un cajero o una casa deshabitada no tiene razón para trabajar después por un sueldo mínimo, si es que lo contratan ya que al presentar papeles de antecedentes está frito. Un delincuente nos cuesta a los contribuyentes mas de $ 600.000.- mensuales. ¿Valdrá la pena intentar corregirlo? yo creo que no bajo ninguna circunstancia, menos aun con instituciones que intentan transmitir una mano amiga, quizá si los mandaran a un servicio militar riguroso como en tiempos pasados podría ser. La historia que cuenta este curita deja claro que tenía un lobo con piel de obeja a su lado (mas que lobo, asesino despiadado, merece cadena perpetua). No gastemos plata y tiempo en estos tipos, usemos ese dinero para mejorar la educación y la salud de la población y cientos de otras necesidades realmente importantes, no con estos seres de segunda categoría.

  • Juan Contrera

    Lo que ocurre es que un delincuente nace o se hace pero una vez en el hampa no deja de serlo toda la vida, así de simple. La estadística es la ciencia que nos dará una visión clara de esto. No es un invento mio o un comentario personal, basta justamente con consultar los índices de reincidencia y de reinserción nacional y es lamentable y triste los resultados. Las razones son complejas y las soluciones aun peor. Creo que el único camino es endurecer fuertemente las leyes. Un delincuente que está algunos meses preso por robar un cajero o una casa deshabitada no tiene razón para trabajar después por un sueldo mínimo, si es que lo contratan ya que al presentar papeles de antecedentes está frito. Un delincuente nos cuesta a los contribuyentes mas de $ 600.000.- mensuales. ¿Valdrá la pena intentar corregirlo? yo creo que no bajo ninguna circunstancia, menos aun con instituciones que intentan transmitir una mano amiga, quizá si los mandaran a un servicio militar riguroso como en tiempos pasados podría ser. La historia que cuenta este curita deja claro que tenía un lobo con piel de obeja a su lado (mas que lobo, asesino despiadado, merece cadena perpetua). No gastemos plata y tiempo en estos tipos, usemos ese dinero para mejorar la educación y la salud de la población y cientos de otras necesidades realmente importantes, no con estos seres de segunda categoría.

    • http://www.facebook.com/mariapatricia.gonzalezgutierrez María Patricia Gonzalez Gutiér

       Lamentablemente es así…somos una sociedad muy castigadora y además ya no confiamos entre nosotros. En vez de gastar dinero en seguridad , debiéranos dar oportunidades laborales para una verdadera reinserción social