El Desarrollo Sustentable es aquél desarrollo que permite satisfacer las necesidades del presente sin comprometer las capacidades de las generaciones futuras para satisfacer sus necesidades. Esta definición general se aplica a todos los aspectos de la existencia y desarrollo humano, y las grandes conclusiones son: (1) que la utilización de los recursos de la tierra debe restringirse y, (2) que el medio ambiente necesita ser protegido. Aquí, entonces, es preciso aclarar que el término “renovable” se refiere a la naturaleza del recurso y el término “sustentable” se refiere a la forma en como se utiliza el recurso.
Desde antaño América Latina ha atraído a emprendedores de otras latitudes por la gran diversidad y abundancia de riquezas naturales.
Dedicados, al comienzo, sólo a su explotación, procesamiento y venta, con el tiempo fueron adquiriendo obligaciones y una mirada de más largo plazo. Las fuentes energéticas no han sido la excepción y hoy es imposible tener una mirada de largo plazo sin tener en cuenta la sustentabilidad.
Sin embargo, la huella de carbono, indicador de desarrollo insostenible, ha crecido preocupantemente. Hoy, Chile depende de plantas termoeléctricas e hidroeléctricas de gran tamaño para la generación de energía. En fin, el panorama, del punto de vista de la sustentabilidad, necesita mejorar.
En todo caso, durante los últimos años una de las principales transformaciones ha sido la creación y consolidación de modelos de Desarrollo Sustentable, situación que ha derivado en procesos de decisión global para definir variables e indicadores que buscan evaluar los efectos en las sociedades y el territorio producto de las acciones de las organizaciones.
Estas transformaciones, ya como políticas públicas, buscan equilibrar las necesidades de todos los ciudadanos y del medioambiente.
Entonces, el desarrollo de las Energías Renovables No Convencionales, y en particular la Geotermia, pueden contribuir significativamente a resolver este dilema. La Geotermia es un recurso renovable que se explota sustentablemente. Existen modelos y casos representativos a nivel mundial que prueban estos atributos.
Y, más aún, la Geotermia es un recurso cuya utilización sustentable puede abordarse, incluso, desde la óptica de un desarrollo integral económico-social-medioambiental al considerar áreas de interés mayores tales como regiones geográficas o zonas interconectadas.
Ahora bien, quienes estamos tras el desarrollo geotermal en Chile asumimos de antemano esta responsabilidad a la espera de que se concrete a la brevedad el perfeccionamiento del marco regulatorio.
El gobierno ha dado un importante paso con la iniciativa 20-20, lo que inspira a nuestro sector a seguir trabajando para hacer de la geotermia el gran aporte a nuestra matriz energética. Pero se necesita más.
Queremos que Chile pueda tener una energía limpia, económica, segura, renovable y sustentable cuyo potencial se ha desaprovechado increíblemente por mucho tiempo. La geotermia contribuirá a que Chile sea un mejor país, para nosotros y para las generaciones futuras también.