Mi abuela cuida mucho su dieta. Evita las carnes rojas y es bastante mañosa para los pescados (le gustan pero deben estar muy bien preparados).
En los últimos años ha comido mucho pavo y pollo, y tal vez por esta razón está muy golpeada con la noticia de que los principales productores de pollo se han confabulado y han organizado una suerte de “cartel” con el propósito de definir, de espaldas al mercado, qué produce cada uno de ellos y consecuentemente, de acuerdo a las leyes del libre mercado, alterar el precio final de sus productos.
Cuando hoy por la mañana me acerqué a ella pude constatar que estaba muy atareada escribiendo una carta que pensaba, según me confidenció, enviar a un prestigioso diario nacional. Ella siempre me presta atención y esta vez no fue la excepción. Levantó su vista y pude darme cuenta que estaba bastante molesta. Guardó unos segundos de silencio y se lanzó: ¿has leído las noticias sobre la colusión de los productores de pollo?
Bueno, sí, le dije. Entiendo que la asociación que reúne a los principales productores de pollo tenía acuerdos para que cada uno de ellos generara una cantidad determinada de “cadáveres” de estas aves. De esta forma se definía la producción y se alteraba la “libre competencia”. Algo parecido, pero no igual, que la colusión que afectó a las farmacias.
¿Y cómo fue que los pillaron?
Abuela, lo que hay es sólo una denuncia. Aún no está comprobada la falta.
Me quedó mirando fijamente y luego me interrogó: dime, ¿quién hace la denuncia?; ¿estos señores son los mismos que producen cerdos?; ¿estarán coludidos también los productores de cerdos?
Vamos por partes. El que hace la denuncia es el fiscal económico. Apenas lo dije me preguntó: dime, el funcionario ése ¿será comunista?
¡Abuela por favor! Se trata de don Felipe Irarrázabal Philippi. No sé si será comunista pero yo creo que sólo es un buen fiscal económico.
Respecto a tu segunda pregunta -si son los mismos que producen cerdos – el presidente de la asociación de productores de cerdos se llama igual que el presidente de la asociación de productores de pollos (me temo que es el mismo).
Los nombres de los miembros del directorio tienen varias coincidencias y las páginas web de ambas asociaciones gremiales son increíblemente parecidas (bueno, a excepción del nombre: una, la de los acusados de colusión es APA: Asociación de Productores Avícolas; la Asociación de Productores de Cerdo se llama ASPROCER).
No sé si estos últimos, los que producen cerdos, estarán coludidos al igual como los productores de pollo (que son los acusados por el fiscal). En todo caso abuela, quiero reiterarte: es sólo una acusación. En un par de años sabremos si tenía base jurídica.
Como ustedes ya deben saber, ella no se da por vencida fácilmente. Así fue que volvió a preguntarme: pero dime ¿cómo fue que los descubrieron?
Bueno, en virtud de las nuevas atribuciones legales de la fiscalía nacional económica (que le fueron concedidas en las normas legales que se tramitaron con ocasión de la colusión de las farmacias), se procedió a un allanamiento de las oficinas de la asociación de productores de pollo y de la empresa Don Pollo. En esa ocasión se encontraron las pruebas que son esgrimidas por la fiscalía.
¿Y será cierto que estaban coludidos? Fíjate que escuché a Pablito (así llama ella al ministro de Economía, a quien -dicho sea de paso- le tiene gran afecto), decir que se tomarían las medidas más duras contra este tipo de prácticas. Lo escuché decir que los más afectados son los sectores más pobres de la población, que según explicó son quienes, proporcionalmente a su gasto total en alimentación, consumen más carne de pollo.
Y volvió a repetirme: ¿tú crees que estaban coludidos?
Bueno abuela, eso es lo que debe probar el fiscal Irarrázabal.
Pero dime querido nieto: este fiscal, ¿habrá investigado a la asociación de productores de cerdo?, porque si son las mismas empresas y personas, no me extrañaría que las prácticas fueran las mismas.
Abuela, creo que te estás extralimitando en tus conclusiones. El que las páginas web de ambas asociaciones sean iguales, que el presidente tenga el mismo nombre en ambas asociaciones y que en sus respectivos directorios exista más de un nombre repetido, no es prueba alguna.
Mira, me dijo. Lo digo porque en el campo era usual, cuando yo era pequeña, que los cerdos cuidaran a los pollos.
¿Cómo es eso abuela? Por favor explícame.
Bueno, cuando yo era pequeña vivía en el campo. En aquella época se acostumbraba a criar pollos, cerdos, pavos y patos para proceder a faenarlos cuando era menester. Los pollos se comían a diario; los pavos, patos y cerdos para ocasiones algo más especiales. La forma de criarlos era muy artesanal. Muchas veces se dejaba que deambularan todos juntos y sueltos por un potrero. Al final de la tarde, los cerdos arreaban a las aves a sus respectivos corrales.
Suspiró profundo y, entornando su mirada como si estuviese mirando alguna de esas escenas dijo: tu bisabuela siempre decía: “hoy nos comeremos este pollito que fue criado por un cerdo”.