Los vecinos del sector están cansados de esperar.
El Servicio Municipal de Agua Potable y Alcantarillado de Maipú, SMAPA, que cubre las tres comunas del distrito que represento, lleva mucho tiempo trabajando de forma deficiente y ha perjudicado la calidad de vida de una gran cantidad de habitantes de esas comunas.
Ya es tiempo que se tomen cartas en el asunto y se mejore la calidad del servicio de manera urgente.
SMAPA es una empresa gestionada desde el municipio que ha venido mostrando deficiencias en su gestión desde hace muchos años.
Esto, ha provocado que, hoy, los habitantes de Maipú y Cerrillos deban sufrir por la falta de presión que les impide usar las duchas en ciertos horarios, por las filtraciones de agua en sus casas y en las calles, altas concentraciones de sarro y presencia de nitratos en el agua.
No resulta comprensible que los vecinos reciban esta mala calidad en el servicio de agua potable por el atraso en la ejecución del plan de inversiones que a la empresa le corresponde hacer, menos aún, cuando la tarifa incluye un cobro para que estas obras se realicen.
Por eso, estamos decididos a llevar este problema a todas las instancias necesarias.
Como diputada, y desde el rol fiscalizador que me corresponde, he oficiado a diferentes organismos a fin de que se fiscalice y se informe respecto a la calidad del servicio de agua potable que están recibiendo los vecinos.
Así, la Superintendencia de Servicios Sanitarios nos ha señalado que en reiteradas ocasiones aplicó multas a Smapa, la última por un monto de 15 millones de pesos.
¿Cómo va a ser justo que ese dinero de la municipalidad se destine a una multa y no a resolver los problemas de los vecinos?
Sabemos, porque nos hemos reunido con muchos de ellos, que este problema está presente desde hace un par de años y que no ha tenido respuesta por parte de la autoridad correspondiente.
Las personas no sólo están cansadas por el tema del agua, también están cansadas de no ser escuchadas por las autoridades que dicen representarlas. Estas conductas van en perjuicio de nuestra democracia y de nuestra institucionalidad política, porque afectan la credibilidad de quienes hacen un trabajo honesto y dedicado, orientado al servicio público.
La existencia de “indignados” en nuestra sociedad, es algo que no puede sorprendernos cuando cosas así ocurren.
Junto al senador Jovino Novoa, no daremos respiro.
Seguiremos oficiando y pidiendo información a las distintas instituciones que fiscalizan la labor de Smapa.
Además, solicitaremos a la Contraloría General de la República que investigue los problemas de gestión de la empresa municipal, las razones que impiden entregar un buen servicio a la comunidad y que determine las responsabilidades que caben frente a esta situación.
Nuestros vecinos no pueden seguir esperando, por eso creo fundamental que las instituciones que tienen alguna injerencia en esto deben tomar cartas en el asunto, desde el ámbito en que les toca actuar.
Yo, como diputada, no permitiré que este problema lo vuelvan a meter debajo de la alfombra. Nuestra gente no se lo merece.