20 oct 2013

Inmigración, la reforma pendiente

El día sábado, en Antofagasta, se llevó a cabo una manifestación para protestar por los presuntos efectos que tendría en la ciudad la “gran cantidad de ciudadanos colombianos ilegales que se han asentado.”Afortunadamente solo 50 personas asistieron.

Sin embargo, la existencia de estas protestas, aunque menores, amerita que revisemos nuestro proceder respecto de las migraciones y de la legislación que nos rige a su respecto.

Partamos por el comienzo, nadie migra por gusto. La mayoría de los migrantes se ven forzados a desplazarse por la falta de condiciones de vida favorables para su desarrollo en su lugar de origen: por desempleo, inseguridad (incluso por guerrillas, guerras o narco delincuencia), corrupción, falta de oportunidades educativas o de prosperidad.

En nuestro mundo global, el número de migrantes internacionales es mayor que nunca (214 millones según datos proporcionados por la ONU, 2009).Si el aumento continúa al mismo ritmo de los últimos 20 años, para 2050 el contingente de migrantes internacionales en todo mundo podría alcanzar la cifra de 405 millones.

¿Y Chile? Bueno, el nuestro es un país de migrantes. De emigrantes en tiempos duros de nuestra convivencia ciudadana.De inmigrantes en la mayor parte del tiempo.

Según la ONU es uno de los destinos predilectos de los inmigrantes en la región del Cono Sur, “Chile se presenta como un país atractivo para la migración internacional, debido a los positivos índices de desarrollo económico alcanzados en los últimos años”.

Un reciente informe de la OCDE expresa que “la creciente fortaleza económica de Chile y el deterioro de la situación en otros países latinoamericanos, han hecho del país una alternativa atractiva para los migrantes regionales”.

Es natural, en Chile, el exitoso modelo de desarrollo sustentado durante los últimos 30 años han permitido que los chilenos y los extranjeros en Chile, vivan mucho mejor que en el resto de la región.

Por eso, porque Chile es un país atractivo por sus condiciones de orden y un modelo de desarrollo sustentable, y porque necesitamos más población, es que ha llegado la hora de replantearse una nueva política y normativa migratoria.

Si bien la población extranjera en Chile ha ido aumentando en los últimos años, dicho crecimiento es insuficiente. De acuerdo con los datos del CENSO de población de 1982, el total de personas nacidas en el exterior era de 83.805. Según el ministerio del Interior, en la actualidad residen casi 400.000 inmigrantes en el país. Nuestra tasa de migración, si bien es superior a la de años anteriores, es aún baja: una tasa de migración neta de 0,35 migrantes por cada 1.000 habitantes (2011).

Entonces, todo indica que nuestra normativa es restrictiva respecto a acoger a los extranjeros y que no existen estímulos para la promoción del tipo de migración que pretendemos.

La norma de extranjería dictada en 1975, en plena Dictadura, se funda en la necesidad de expulsar sin causa al extranjero indeseable, sin especificar qué se entiende por tal. Ello otorga una injustificada discrecionalidad a los funcionarios públicos a la hora de decidir el destino de un inmigrante.

Basta que un policía determine que no cumple con requisitos económicos para negarle ingreso al país, o que un administrativo determine que el extranjero no es “deseable” para poder expulsarlo sin más.

Otro tanto ocurre con las visas. Muchos inmigrantes que ingresan como“turista”se ven impedidos de hacer negocios, lo que restringe enormemente las actividades que pueden conducir a proyectos de inversión.Ello podría reemplazarse por autorizaciones de permanencia, orientadas a que el extranjero realice negocios, emprendimientos y contactarse con otros profesionales locales.

Por último, nuestro país disminuyó con éxito sus aranceles pero aún no hace lo propio con el “capital humano” de expertos. Nuestra legislación debería analogar la visaO1 o Outstanding Abilitiy de EEUU, que facilita el ingreso de figuras destacadas como deportistas, artistas y científicos y sus familias.

Es un hecho ya ampliamente acreditado que la migración no disminuye empleos a los nacionales del país, sino que permite que ciertas actividades que aquellos no quieren realizar sean desarrolladas por los inmigrantes. La única limitación real admisible sería que quienes vengan no delincan.

Lo demás es patrioterismo trasnochado que, citando a Emery Reves, solo es parte del “exaltado culto” patriotero que tanto daño causó al mundo en el siglo XX.

Carlos Andwandter, en el siglo XIX, al llegar a Chile, prometió a las autoridades locales que él y sus compañeros serían “chilenos honrados y laboriosos como el que más lo fuere, defenderemos a nuestro país adoptivo uniéndonos a las filas de nuestros nuevos compatriotas, contra toda opresión extranjera y con la decisión y firmeza del hombre que defiende a su patria, a su familia y a sus intereses. Nunca tendrá el país que nos adopta por hijos, motivos de arrepentirse de su proceder ilustrado, humano y generoso…”

Sin duda nos vendrían bien muchos extranjeros como él en estos días. Y creo que hay muchos disponibles.

Al discutir qué tipo de país queremos, debemos también definir cuán amplias serán nuestras fronteras. En mi opinión, ellas deberían ser tan abiertas como sea posible, sin más límites que el de desarrollar en Chile una conducta legal.

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  • luis vergara

    SR BRUNET: Me parece interesante su articulo,ha debido por los lamentables hechos ocurridos en el ultimo periodo gracias al futbol se dio a conocer una realidad que se venian dando hace algun tiempo,estoy de acuerdo en aplicar una ley de migracion ya que por algunos malos elementos son perjudicados miles de inocentes,que solo buscan el bienestar de sus familias y a la vez levantar la economia de nuestro pais y no olvidemos que muchos de nosotros los chilenos somos beneficiados en el extranjero por tener doble nacionalidad gracias a una reforma migratoria,asi que quienes somos para cuestionar el derecho humano del inmigrante. Gracias

  • HMARIO

    EN COLOMBIA UDS LOS CHILENOS SON BIEN RECIBIDOS VIVEN MUCHOS ACA COMEN DE COLOMBIA DE LO QUE DEJAN SUS EMPRESAS EN GANANCIA ,ADEMAS ESTAMOS INVADIDOS DE EMPRESAS CHILENAS CON PRODUCTOS CHINOS DE MALA CALIDAD Y NO NOS QUEJAMOS PARA NADA,SI HABLAMOS DE DELINCUENCIA ALLA HAY POR MONTONES ,O SE LES OLVIDA QUIENES SE CRANEARON EL FAMOSO “PAQUETE CHILENO” AJA….