Durante los últimos 2 meses la televisión, la radio y en general todos los medios de comunicación, han hecho el llamado a la sociedad para que los días 28 y 29 de noviembre entreguemos nuestra donación a la Teletón, obra, que todos y cada uno de los chilenos somos responsables de su mantención y expansión.
Lamentablemente la mayoría de los que donamos a esta noble causa, nos acordamos sólo en el momento que se realiza esta cruzada solidaria, olvidándonos que esta obra es de carácter permanente, del esfuerzo y perseverancia de cada familia que tiene un niño minusválido en los diferentes centros de rehabilitación, que luchan los 365 días del año para ver a sus hijos, nietos, sobrinos ponerse de pie, caminar, agarrar un lápiz y dibujar, etc. Actos que son normales y cotidianos para la gran parte de la población.
Cada año junto con la campaña, se realiza una anti campaña de grupos minoritarios que indican que esto es un negociado, que las empresas lo realizan para rebajar impuestos, que los artistas lo hacen solo para elevar sus egos personales, etcétera.
Estos cuestionamientos pueden tener sus fundamentos y en cierta medida razón, pero ¿ se han preguntado estos críticos si a las familias beneficiadas les importa que la empresa X rebaje impuesto en favor de que su hijo camine?
¿Se han preguntado o más bien han calculado el costo beneficio de estas donaciones? ¿O para ellos más vale que las empresas no rebajen sus impuestos y no que un niño pueda rehabilitarse?
Me gustaría saber si uno de estos señores, que dicho sea de paso tienen el legítimo derecho de no donar, de opinar, han sufrido una discapacidad física que lo haya obligado a concurrir a ellos o a sus cercanos, a un proceso de rehabilitación, si han tenido la oportunidad o se han dado el tiempo de concurrir a un centro de la teletón a ver que miles de niños y niñas luchan cada día para solo tener la oportunidad de insertarse, de la mejor manera posible en la sociedad.
Sin perjuicio del derecho de opinar, estimo que estos comentarios deben ser con fundamentos concretos y palpables, puesto que les puedo demostrar de manera fidedigna lo que la fundación teletón hace con el dinero de todos aquellos de los que aportamos.
Que el Estado debe hacerse cargo de este tema, que duda cabe y mientras tanto ¿qué?, ¿dejamos a estos niños y niñas sin esperanza, sin fe, sin las posibilidades para una adecuada rehabilitación?
Estuve 18 años de mi vida acudiendo casi todo los días a rehabilitación y solamente gracias a la perseverancia de mi madre y de mis abuelos maternos, y que tenían los medios para costear los altos costos de ésta, pude salir adelante.
Sin embargo esta no es la realidad de la mayoría de la gente que tiene que vivir este proceso. Y para esa gran mayoría nuestra Teletón es la única esperanza de ver a sus hijos simplemente caminar.
Desde esta columna hago un llamado a no escuchar estas voces agoreras y de mala fe y si tiene duda vaya a cualquier instituto Teletón y cerciórese qué se hace con su donación y si no puede hacerlo antes de los días de la campaña televisiva , hágalo después, recuerde que la Teletón no es un evento de 27 horas si no de todo el año, pero coopere, no se arrepentirá y si sigue creyendo que esta obra es mala no coopere pero no la destruya sin fundamentos.