Estamos siendo protagonistas de una nueva transformación evolutiva humana.Se está produciendo un salto cualitativo, una cristalización de un grado superior de integración, en el funcionar conciente del Ser Humano.Materia y espíritu asumidos e integrados operativamente.
Somos muchos ya quienes, sin necesidad de rechazar los avances científicos clásicos – tecnológicos – materiales, recuperando la sabiduría ancestral que desde siempre ha asumido la naturaleza esencial /espiritual de la existencia, y haciéndonos cargo de los descubrimientos desde la ciencia moderna, vivimos, nos organizamos para vivir, en consecuencia, generando momentos para la expansión conciente, abriéndonos al contacto con la dimensión sutil de la vida, en el colectivo, procurándonos momentos de comunión, simples, directos.
Habiendo constatado integración en la experiencia real, concreta, operativa, alcanzado saciedad en un plano más esencial, logrando un equilibrio diferente al oficial en el vivir, nos hacemos dignos y con propiedad frente a los aspectos esenciales de lo humano, de su potencial estado de felicidad y plenitud.
Un nuevo orden de prioridades se establece. Resulta un franco absurdo sintonizar con la lógica del bienestar a través de la acumulación material, de la lógica del sacar provecho personal, desconociendo el bienestar colectivo. Desde un foco de observación enriquecido, más amplio y profundo, resulta obvio que un buen negocio será bueno sólo si es bueno para todos.
Ciudadanos empoderados de hecho, con resultados alentadores en la aplicación de esta mirada desde nuestras respectivas responsabilidades profesionales, estamos parados firmes, exigiendo nuestro derecho al bienestar y proponiendo modos operativos aplicables para alcanzarlo.
Ciudadanos exigiendo corregir errores que dañan, que coartan el acceso a un estado pleno, por ignorancia, desconocimiento, por lo que sea, pero que visto desde una perspectiva de observación mejor integrada resultan tan absurdos como afirmar que la tierra es plana.
No es posible seguir permitiendo que unos pocos se adueñen de la riqueza material existente, porque ni a ellos mismos les hace bien, así de simple, están enfermos, perdidos, errados, desequilibrados.
El fracaso de la economía especulativa de mercado es un hecho. La transformación, inevitable.
Todas las manifestaciones del fracaso del modelo materialista son oportunidad para el cambio de paradigma.
Es un proceso ya iniciado y sin marcha atrás, que se está realizando ahora en este preciso momento de nuestra historia evolutiva. Somos muchos los dispuestos a dar la cara, exigir nuestros derechos y contribuir a operativizar este cambio evolutivo.
Si entendió estas palabras y considera que está ejerciendo un rol protagónico en este sentido, ¡alegría! nos estamos encontrando, potenciando con la fuerza de la unión.
Si no entendió mucho, pero algo le hace sentido en un plano distinto al del entendimiento, siga atento, ya aparecerán las señales que le permitirán reconocer y conocer más de lo que acá exponemos.
Si considera que todo esto es solo palabrería sin sentido, la invitación es a simplemente dejar un espacio para dejarse sorprender.
Situaciones sorprendentes están ya sucediendo, y en este 2013 saldrán cada vez más a la luz.
Bienvenida Nueva Era.