Independiente del debate, que se ha originado en relación a que si son o no exactos los alcotest ha llamado la atención, en las últimas semanas, la seguidilla de personas que han sido sorprendidas conduciendo su automóvil con un alto grado de alcohol en la sangre.
Algunas de ellas, como es de esperar, han protagonizado accidentes, felizmente, sin consecuencias para terceros. Especial notoriedad tuvo la joven actriz Daniela Ramírez, que anotó algo más de 3 grados de alcohol por litro de sangre.
Muchos son lo que podrían creer que una actriz bonita, joven y exitosa como es Daniela se encuentra pletórica de vida y camina por ella con absoluta seguridad, tranquilidad y dominio de sí. Ahora, al saber lo que le sucedió probablemente sean otros muchos quienes se interroguen sobre el motivo que la llevó a consumir esa cantidad de alcohol.
Es sabido, así lo afirman los expertos, que las drogas (el alcohol es un de ellas) son un medio por excelencia para ocultar, aunque sea por un rato, lo que punza y hiere en lo más íntimo del alma. En otras palabras, cuando una persona siente que el peso de la existencia la dobla y no encuentra manera de salir de ese agobio, muchas veces busca un recurso paliativo para olvidar.
En medio de su noche terrible se esconden en lo que creen es la solución, pero sin darse casi cuenta van entrando en la peor vorágine de su soledad, desamparo, tristeza, melancolía y destrucción.
El alcohol bebido de manera irracional y como un “antídoto” ante la desesperación y la agonía sólo genera mayor desesperación y más profunda agonía. A la vuelta del tenebroso laberinto las secuelas del dolor y la tristeza, por la evasión, producen otras tiranías, seducciones, trampas y cadenas.
Quizás bella Daniela lo que le falta a usted es reconocer hidalgamente la pena y la soledad que la embarga, o esa herida que no la deja en paz y le recuerda con una recurrencia insoportable que hay algo en la vida que anda mal.
Ante esa evidencia no se esconda, al contrario, mire de frente y sin temor la llaga sangrante y busque el ungüento requerido para recuperarse y sanar.Este tiene que ver con la acogida, el reconocimiento y el amor que usted tiene que conocer y experimentar muchas veces, de manera que este bálsamo expulse todo lo que le potencia el miedo, la amargura y la aflicción.
En el proceso de hacerse persona se camina por difíciles e intrincados senderos y en esa aventura, compleja y sinuosa, pueden vivirse múltiples experiencias que, muchas veces, marcan de manera muy negativa el núcleo afectivo, psicológico, moral y espiritual de algunas personas. En la esperanza de vencer lo que molesta y daña se buscan compensaciones que lejos de aliviar profundizan más la desolación, el vacío y el sin sentido.
Nada existe en la vida humana que no se pueda revertir, el asunto está en saber elegir y actuar. Sin duda que la amistad auténtica, la religión, la fe, el consejo oportuno y el Maestro del alma son excelentes alternativas que nos ayudarán a desplegar nuestras tímidas alas para volar.