Con el propósito de hacer más llevadera la rutinaria y ociosa vida de los jóvenes en privación de libertad, hemos creado dos talleres productivos. Uno de confección de rosarios y otro de pintado de imágenes de la Virgen de Montserrat. Esta actividad viene a ser, para un buen número de la población penal juvenil, una ruta de esperanza y una manera de capacitarse, ya que lo aprendido les servirá como herramienta de trabajo, cuando salgan en libertad y así allegar recursos económicos a sus hogares.
A objeto de mantenerse en el tiempo y poder remunerar lo realizado por estos jóvenes, hemos invitado a participar en la compra de dichos rosarios e imágenes de vírgenes a empresarios, de manera de contar con un importante pedido mensual y así incorporar cada vez más a mayor número de trabajadores.
Es impresionante ver el interés que existe, al interior de estos Centros, por este tipo de actividad, máxime cuando la participación en estas labores les significa un incentivo económico.
Gracias a Dios los empresarios han respondido con mucha generosidad a este llamado, muchos son los que se comprometen, mes a mes, para adquirir estos productos confeccionados por quienes se encuentran privados de libertad.
Conforme a lo anterior, fue necesario extender dicha tarea hacia el exterior, con los jóvenes que cuentan con medidas sustitutas a la privación de libertad y que nos envían para que los capacitemos y finalmente los insertemos laboralmente.
En este aspecto vale la pena relatar lo que pasó con uno de nuestros beneficiarios.
Javier llegó a nosotros, enviado por una de las instituciones con que trabajamos, tiene 15 años, muy tímido y con gran preocupación por su familia; de hecho, su mamá y tres de los cuatro hermanos se vincularon a nuestra Fundación motivados expresamente por él.
Nos solicitó incorporarse al taller de confección de rosarios por que quería apoyar a su madre, desde el punto de vista económico. Le enseñamos el procedimiento y su trabajo fue óptimo y de excelencia.
Consecuente con esta preocupación de dar solución a los problemas familiares, recibió una fuerte descarga eléctrica, mientras se encontraba reparando el suministro en su casa.
Debido a esto, hubo que trasladarlo de urgencia a un centro hospitalario, allí lo ingresaron en “estado grave” a la UTI, su diagnóstico fue quemaduras múltiples internas y externas.
¡Oh sorpresa maravillosa! , milagro patente, cuando lo fuimos a ver al otro día, el doctor, Director del Centro, señaló: “este niño fue salvado por el rosario”.
¿Cómo así?, simple, respondió el médico: “Gracias a que Javier llevaba el rosario puesto en el cuello, éste hizo de puente y desvió la corriente, y en lugar de
ser expulsada a través de los ojos, quemándole el cerebro, con la consecuente muerte, ésta salió por otro extremo del cuerpo”.
Nos queda claro -y por eso tantas personas rezan y llevan su rosario en el cuello- que la Virgen María no es una figura decorativa, cómo muchos piensan, sino clave en el Plan de Salvación de Dios, puesta como un “para rayos”, ante las calamidades y adversidades del mundo.