En estos días es común ver en los medios de comunicación algunas promociones comerciales del tipo “baje de peso sin esfuerzo “que llevan implícito el mensaje que para recuperar una figura esbelta, no se necesita cambiar de dieta, ya que un producto milagroso lo hará por usted.
Algo similar ocurre con las intervenciones quirúrgicas que reducen el estómago y permiten bajar de peso sin mayor esfuerzo.
A pesar de lo anterior, este tipo de promesas son sólo un espejismo, una ilusión, ya que para bajar de peso se necesita que la persona se mentalice y sea capaz de modificar su dieta para reducir la cantidad de calorías que consume. Sin este esfuerzo personal, volverá más temprano que tarde a tener la misma silueta original.
Lo mismo sucede en otros ámbitos de la vida. Así por ejemplo, para lograr un título profesional o técnico se necesita que la persona se esfuerce durante su estadía en el colegio, con el fin de adquirir los conocimientos y habilidades que le van a permitir ingresar a la educación superior, y después continuar haciéndolo hasta lograr la meta anhelada.
Del mismo modo si una persona desea emprender una microempresa, deberá dedicar mucho tiempo y transpiración para sortear con éxito los trámites de puesta en marcha y la posterior aceptación de sus clientes. Sin esa motivación y dedicación, fracasará en el intento.
Tenemos que estar conscientes que enfrentarnos a la vida es una tarea dura y que cada uno tiene que esforzarse para lograr alcanzar sus proyectos personales.
Para eso debemos aprovechar las oportunidades que se nos van a presentar y a la vez considerar como una base las propias habilidades y talentos, y tomar en cuenta las ventajas o desventajas que entregan las condiciones del lugar donde nacemos.
Las variables anteriores son sólo el punto de partida, por lo que cada persona tiene que ir sumando su propio aporte, el cual se manifestará en la dedicación y persistencia que ponga en su trabajo. En la medida que tengamos claras las metas que queremos lograr, bastará con que le agreguemos las ganas de hacer el esfuerzo, para alcanzarlas.
En este contexto, es indudable que las personas que nacen en un medio de mayores recursos, tendrán más facilidades para llegar a ser exitosas, sin embargo, tenemos que asumir que no siempre los recursos materiales son sinónimo de un pasaporte al éxito.
Es en este escenario que la educación escolar juega un rol muy importante, porque es una herramienta fundamental capaz de otorgar a la mayor cantidad de chilenos, la oportunidad de recibir las competencias necesarias para lograr la prosperidad que merecen.
Todas las medidas y recursos que el Estado asigne para “aplanar la cancha” y hacer que la educación preescolar y escolar sea más igualitaria, serán bienvenidas. Esto significa que los colegios públicos deben entregar una educación similar a los colegios particulares.
Ellas darán el impulso inicial que facilitará el descubrimiento de los talentos ocultos.
Sin embargo, las medidas anteriores, al igual que la cirugía al estómago, la realizarán otros por nosotros.
Entonces para complementarlas, hará falta que le inculquemos a los niños y jóvenes que ellas no son suficientes, y que sólo con el esfuerzo y la perseverancia que pongan de su parte, podrán alcanzar metas insospechadas en sus vidas.